'Cara de Ángel' un cómic que mezcla el género negro con lo sobrenatural
- Sus autores son Koldo Azpitarte y Ángel Unzueta (Reliquias)
- El tebeo narra la investigación de un crimen en Los Ángeles en los años 50
Tras los excelentes resultados del cómic Reliquias (Panini), que combinaba el rigor histórico con una aventura al estilo de Indiana Jones, Koldo Azpitarte y Ángel Unzueta vuelven a mezclar géneros con maestría en Cara de Ángel (Panini); pura serie negra a la que han añadido elementos sobrenaturales, consiguiendo una atmósfera realmente inquietante. Un tebeo que los consolida como una de las parejas creativas más interesantes del cómic español actual.
Koldo nos cuenta de qué va la historia: “Es complicado resumir el argumento de la obra sin desvelar algunas sorpresas pero aun así lo intentaré: Paul es un veterano de la Guerra de Corea que vive en una granja cerca del Lago Tahoe. Su vida de retiro se verá truncada con la noticia del asesinato de su ex mujer, Diane. Tras el trágico evento deberá hacerse cargo de una hija a la que no veía desde que nació. Paul ve en su hija una oportunidad de corregir viejos errores pero todo se torcerá cuando el fantasma de Diane empiece a hacer acto de presencia...”
Una historia que Ángel Unzueta ha sabido plasmar en imágenes: “Creo que visualmente el terror y el género negro casan a la perfección dadas las características “oscuras” de ambas temáticas. Desde mi punto de vista el grado de ambientación es el que puede y debe sentar las bases para una contextualización correcta de la trama, y en ambos géneros las “sinergias ambientales” son el caldo de cultivo ideal para saltar con agilidad de lo negro a lo sobrenatural. Lo difícil es lograrlo, pero eso ya es otro tema”.
Gángsters, fantasmas y el sueño americano
Pero por qué ese interés en mezclar el género negro con el fantástico: “ Como bien dice Juan Diaz Canales en el prólogo –nos comenta Koldo-, el género negro combina bien con casi todo. Soy un gran aficionado al género negro en su vertiente más clásica: Raymond Chandler y Ross McDonald. Ambos usaban una intriga policial básica para retratar la sociedad norteamericana y siempre me acababa interesando más ese sórdido retrato que saber quien había sido el asesino”.
“De hecho –continúa el guionista-, una vez que has leído un buen número de novelas de este género, te acabas dando cuenta de que la única manera de que un giro argumental te sorprenda es que el escritor te distraiga haciéndote pensar en otra cosa. En este caso, el elemento sobrenatural, los espíritus, cumple esa función de distracción y además nos lleva a la cultura nativa americana, un elemento que me interesaba tocar. Por otra parte, el trasfondo de la guerra de Corea, la primera guerra que perdieron los U.S.A., me parecía el telón de fondo ideal para hablar de esos rincones oscuros del sueño americano”.
De Ross Macdonald a Stephen King
En las estupendas introducciones que acompañan al cómic, Koldo Azpitarte nos explica cómo la historia pasó de estar influenciada por Ross Macdonald (creador del detective privado, Lew Archer) a tener elementos más propios de una novela de Stephen King: “Inicialmente el elemento sobrenatural era tan sólo una presencia, un aderezo en una historia de corte más urbano y reminiscencias clásicas griegas (Ares, Diana, Callioppe...) que finalmente no fueron usadas”.
“Nuestro editor –continúa el guionista- nos animó a potenciar el elemento sobrenatural y fruto de esa búsqueda entra en juego la cultura india. El sentido de espiritualidad, los animales totémicos y la capacidad para comunicarse con los espíritus adquirió de repente una nueva dimensión y de repente todo encajaba a la perfección. En mi mente estaban algunas de las más inquietantes páginas de El Resplandor o El Cementerio de los Animales (al que incluso homenajeamos en una viñeta) mientras escribía las escenas más aterradoras”.
“Mi mayor preocupación fue que dicha combinación no recordara demasiado a John Connolly, un escritor cuyo estilo ha sido comparado con ambos escritores ( Mc Donald y King) y creo que lo conseguimos” –concluye Azpitarte-.
Los protagonistas
Pedimos a Koldo que nos presente a los protagonistas: “Paul es un hombre atormentado, de cuya cordura él mismo duda. Tiene un gran corazón pero también tiene una peligrosa vena violenta. Diane es ante todo la madre ausente, alguien a quien no llegamos a conocer pero cuya sombra permanece constante sobre nuestros protagonistas. Diane vuelve de entre los muertos por amor y tratando de proteger a su hija. Bill es un hombre fuerte y honrado pero también es un hombre egoísta que no dudaría en hacer cualquier cosa con tal de lograr sus objetivos. Y Callie es una niña de 10 años cuyo mundo cambia de la noche a a mañana. Es una niña que ha vivido entre algodones toda su vida y ahora deberá enfrentarse a la parte más dura de la vida”.
No podemos olvidar a la tribu de los Washoes, que juega un papel fundamental en el relato. “Una vez que llegué a la conclusión de que debía profundizar en las raíces indias del elemento sobrenatural de la historia, el resto vino rodado –asegura Koldo-. Había ambientado la historia en Los Angeles y resultó que en la frontera entre ese estado y el de Nevada, estaba el Lago Tahoe, cuyo entorno natural iba que ni pintado para la granja de Paul y en el que habitaba una tribu de nativos americanos (los Washoe). Cave Rock, además de ser un monumento emblemático, era un lugar sagrado para los Washoe y fue objeto de varias manifestaciones cuando para hacer un segundo carril de la autopista dinamitaron el túnel. Cuando puedes construir una ficción levantándola sobre elementos reales, la fuerza y la coherencia que adquiere la historia es apasionante”.
Un artista a la altura del desafío
Para llevar a buen puerto esta historia que mezcla tantos elementos, hacía falta un dibujante a la altura y nadie mejor que Ángel Unzueta (Star Wars) que ha dado a la historia un ritmo muy cinematográfico: “Para conseguir ese ritmo –asegura Ángel-, lo primero es tener muy claro que es una condición indispensable para la correcta lectura de la historia. Nosotros teníamos clarísimo que dada la dificultad del medio para inducir terror o inquietud en el lector, debíamos conseguir un ritmo de lectura lo suficientemente ágil para que las distracciones en esta fueran mínimas”.
“El reto –continúa- era conseguir que el lector quedara atrapado por la trama desde la primera página y no pudiera dejar de leerla hasta el final. Para ello es obvio que un lenguaje visual ágil era absolutamente necesario y en lo que a mi parte corresponde decidí aligerar visualmente las viñetas. Así mismo tratamos de reducir al máximo posible el número de estas y pusimos especial énfasis en concentrar el interés visual sobre lo esencial en detrimento de lo accesorio que no aporta realmente a la trama. En cualquier caso mi storytelling es muy cinematográfico por naturaleza ya que visualizo los guiones en mi mente como una película terminada”.
Un ritmo que sólo se consigue simplificando el dibujo tan detallista de anteriores trabajos como Reliquias. “Paradójicamente tengo que reconocer que eso me da mucho más trabajo del que a priori el lector puede pensar –confiesa el dibujante-. Digo esto porque la capacidad de síntesis es un grado de excelencia artística al alcance de muy pocos, y al que se llega después de haber trabajado mucho. Yo aún no lo he logrado pero sigo trabajando en ello. Es paradójico el invertir tiempo y esfuerzo en eliminar cosas en la dirección correcta, es decir de forma que el lector no lo note pero si lo sienta”.
Se inspira en actores de Hollywood
En este nuevo trabajo, el dibujante sigue inspirándose en actores de Hollywood para los protagonistas: “Claro –confiesa-, es irremediable en mi, no lo puedo evitar. Como decía antes visualizo el guión como una película terminada y eso incluye actores, vestuario, luces y hasta banda sonora. Normalmente no los elijo deliberadamente sino que las referencias acuden a mi mente al poner cara a cada intérprete de la historia”.
También hay que destacar el color, del que se encarga el propio Unzueta, que contribuye a situarnos en Los Ángeles de 1959 y a crear esa perfecta atmósfera de misterio que mencionábamos. “Pienso que el color en esta obra tiene un peso especifico muy importante –asegura Unzueta-. Si bien el genero negro acude a nuestra mente referenciado por clásicos del cine en los que el color estaba ausente y funcionando a la perfección, en esta obra queríamos marcarnos como objetivo aprovechar al máximo la capacidad del medio (que es obvio no dispone de animación, sonido etc) para impactar al lector”.
“El color ayuda mucho a lograr la ambientación necesaria y además nos proporciona información soterrada que ayuda a la comprensión de la trama. Películas como Chinatown o L.A Confidencial han sido buena inspiración y me he concentrado mucho en trabajar una paleta de colores típica de los años 50” –concluye Unzueta-.
Próxima parada ‘Star Wars’
El talento de Unzueta no ha pasado desapercibido para los americanos que se han apresurado a ficharle para los cómics más de moda en este momento: “Recientemente vengo colaborando en varios proyectos de Star Wars para Marvel Comics y ya estoy trabajando en lo que será mi nuevo proyecto junto a Koldo, así como en uno propio en el que vengo trabajando hace ya un tiempo”.
En cuanto a Koldo Azpitarte: “Además de seguir dirigiendo la revista Z (Zona Cómic), lo más inmediato que tengo es un nuevo proyecto junto a Ángel Unzueta. Ángel tiene un pie puesto en los USA y otro en Europa, así que aun no puedo hablar mucho de dicho proyecto, salvo decir que creemos que se trata de una propuesta que gustará tanto a los fans de Reliquias como a los de Cara de Ángel”.