La Fiscalía alemana investiga a Volkswagen por evasión fiscal por las emisiones irregulares de dióxido de carbono
- El fiscal confirma que se han abierto diligencias contra cinco personas
- 200.000 vehículos que emiten más CO2 deberían pagar más impuestos
La Fiscalía General de Braunschweig ha anunciado que ha abierto una nueva investigación contra Volkswagen por un presunto delito de evasión fiscal relacionado con el escándalo de las emisiones irregulares de dióxido de carbono.
En el norte de Alemania, el fiscal superior Klaus Ziehe confirmó estas diligencias abiertas contra al menos cinco personas vinculadas al mayor fabricante de vehículos de Europa.
La fiscalía está examinando si los propietarios de los vehículos de Volkswagen afectados por el caso de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) erróneas pagaron unos impuestos inferiores a lo que les correspondía, según ha indicado un portavoz de la oficina del fiscal.
En este sentido ha indicado que el daño ocasionado por la evasión fiscal "no es pequeño" y resaltó que, aunque el principal foco de la investigación se centra en la evasión de impuestos, también podría implicar fraude.
El impuesto de circulación en Alemania tiene un importante componente medioambiental y su cuantía es directamente proporcional a los niveles de emisiones del dióxido de carbono.
Volkswagen reconoció el pasado 3 de noviembre que 800.000 vehículos presentaban emisiones incorrectas de dióxido de carbono, de los que 200.000 circularían por las carreteras alemanas, según el Ejecutivo de Angela Merkel.
Días después, el nuevo consejero delegado de Volkswagen, Matthias Müller, se comprometió a pagar este desfase fiscal, para que la carga no recayese en los propietarios.
Volkswagen explicó que había registrado esta cuestión durante las investigaciones que abrió a raíz de la denuncia de la Agencia para la Protección Medioambiental (EPA) estadounidense, y en la que se constató que unos 11 millones de vehículos del fabricante contaban con un dispositivo que falseaba las emisiones de gases contaminantes.
Esa primera denuncia se centraba en motores diésel y en las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx), mientras que la revelación posterior de Volkswagen apuntaba que había unos 800.000 vehículos (en su mayoría diésel, pero también motores de gasolina) que emitían más CO2 y consumían más gasolina de lo oficialmente anunciado.