EE.UU. achaca el ataque a un hospital en Kunduz a un fallo humano y afirma que los militares serán sancionados
- El comandante de EE.UU. en Afganistán presenta el informe del Pentágono
- Califica el bombardeo a un centro de MSF de "accidente trágico pero evitable"
- Afirma que los militares implicados están suspendidos y que habrá sanciones
- Médicos sin Fronteras cree que "deja más preguntas que respuestas"
La investigación del Ejército de Estados Unidos sobre el bombardeo de su aviación contra un hospital de Médicos sin Fronteras en Kunduz, en Afganistán, ha concluido que fue un "accidente trágico pero evitable causado ante todo por un error humano", según el comandante John Campbell, el máximo responsable de las tropas estadounidenses en Afganistán, que ha anunciado también sanciones contra los militares implicados, ya suspendidos.
Campbell ha presentado este miércoles en Kabul el informe que ha elaborado el Departamento de Defensa sobre el ataque, ocurrido el 3 octubre y en el que murieron una treintena de personas, la mayoría médicos y pacientes del centro hospitalario.
El general, que ha recalcado que las fuerzas estadounidenses que participaron en el bombardeo no sabían que el objetivo que atacaban era un hospital de MSF, ha señalado que los militares implicados han sido suspendidos de sus funciones y que se aplicarán sanciones, puesto que se habrían incumplido las reglas del combate.
"El establecimiento médico fue confundido con un objetivo por los efectivos estadounidenses, que pensaban estar bombardeando otro edificio a unos centenares de metros de allí, donde se les había informado de la presencia de combatientes [talibanes]", ha explicado Campbell.
“Las personas que decidieron el ataque y las que lo ejecutaron desde el cielo no tomaron las medidas apropiadas“
"Las personas que decidieron el ataque y las que lo ejecutaron desde el cielo no tomaron las medidas apropiadas para verificar que en ese lugar había un objetivo legítimo", ha reconocido.
Pese a admitir el error, Campbell también ha querido dejar claro en su comparecencia, celebrada en el cuartel general de la misión de la OTAN en Kabul, que "ninguna nación hace más por prevenir las bajas civiles que Estados Unidos".
MSF afirma que deja más preguntas que respuestas
Tras la presentación del informe, Médicos Sin Fronteras ha señalado que "deja más interrogantes que respuestas" y ha reiterado su petición de una investigación independiente e imparcial sobre el incidente.
En un comunicado remitido a los medios, el director general de MSF, Christopher Stokes, ha mostrado su sorpresa por que las fuerzas de Estados Unidos puedan llevar a cabo una operación con problemas en sus sistemas de comunicación y sin tener contacto visual sobre el objetivo ni acceso al listado de blancos que no deben ser atacados.
"Parece que 30 personas murieron y cientos de miles se quedaron sin cuidados de salud en Kunduz simplemente porque el hospital de MSF era el edificio grande más cercano a un campo abierto y porque 'encajaba aproximadamente' con la descripción del objetivo previsto", critica el responsable de la organización no gubernamental.
“La investigación de este incidente no puede corresponder solo a las partes en conflicto en Afganistán“
Además, Stokes subraya el "aterrador" catálogo de errores que, en su opinión, ilustra la negligencia y las violaciones de las Fuerzas Armadas estadounidenses en este caso, antes de volver a pedir una investigación neutral: "La investigación de este incidente no puede corresponder solo a las partes en conflicto en Afganistán", concluye.
A la espera de una investigación independiente
El ataque aéreo se produjo en la contraofensiva de las tropas afganas para recuperar la ciudad de Kunduz de manos de los talibanes, cuya toma fue su mayor logro militar desde el fin de su régimen con la invasión de Estados Unidos en 2001.
El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió disculpas a MSF y la Comisión Internacional Humanitaria de Ginebra activó una investigación independiente, el primer paso para analizar los hechos a la espera de que Washington y Kabul accedan a la apertura del procedimiento.
El Pentágono, por su parte, ya admitió en su día que el bombardeo al hospital fue un "error" que pasó a través de la cadena de mando estadounidense.
Médicos sin Fronteras siempre ha rechazado el término "error" y reclama una investigación independiente sobre los hechos, que complemente las tres que ya se han llevado a cabo al respecto: la del Pentágono, otra de la OTAN y una tercera de las fuerzas afganas.