Rusia anuncia que impondrá visados a Turquía desde el 1 de enero mientras sigue la tensión por el caza derribado
- El Kremlin prepara un paquete de sanciones contra Turquía para este sábado
- Erdogan no se disculpa y avisa a Putin de que "no juegue con fuego" en Siria
- Las tensiones diplomáticas empiezan a afectar al tursimo entre ambos países
El Gobierno de Rusia ha anunciado este viernes que a partir del 1 de enero de 2016 los ciudadanos de Turquía necesitarán visados para entrar en su país, un requisito que ahora no se imponía, como medida de represalia por el derribo de un caza ruso por parte de las fuerzas turcas junto a la frontera de Siria, lo que supone un paso más en la escalada de tensión que el incidente ha provocado entre ambos países.
"Los dirigentes rusos han tomado la decisión de suspender el régimen sin visados en vigor actualmente entre Rusia y Turquía", ha informado el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, en rueda de prensa.
Lavrov, que ya había recomendado a los rusos que no viajaran a Turquía y a los que ya se encuentran allí, que regresen cuanto antes, ha subrayado que el motivo es la latente amenaza terrorista en el país. "Esta amenaza no es un invento, es muy real. Nosotros informamos de ella a los ciudadanos rusos con toda la responsabilidad", ha recalcado.
El acuerdo de exención de visados fue suscrito por los gobiernos de ambos países en 2010 y entró en vigor en abril de 2011, lo que disparó el flujo de turistas a Turquía, el segundo destino de los rusos tras Egipto.
Al mismo tiempo, el Gobierno de Rusia ha adelantado que este sábado detallará un paquete de medidas contra Ankara, que podrían afectar al comercio bilateral, las inversiones y el turismo. El presidente ruso, Vladímir Putin, lamentó este jueves que su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, se niegue a ofrecer disculpas formales y a compensar la pérdida del bombardero.
Erdogan avisa a Putin de que "no juegue con fuego" en Siria
Erdogan le ha respondido este viernes y le ha advertido sobre su postura en la guerra civil siria: "El señor Putin ha dicho 'quien aplica dobles varas de medir al terrorismo, juega con fuego'. Estoy totalmente de acuerdo. Es cierto. Apoyar al régimen de [Bachar al] Asad, que ejerce terrorismo de Estado y ha causado la muerte de 380.000 personas, es jugar con fuego".
“Bombardear a la oposición reconocida internacionalmente con el pretexto de combatir al Estado Islámico es jugar con fuego“
"Bombardear a la oposición reconocida internacionalmente con el pretexto de combatir al Dáesh [Estado Islámico] es jugar con fuego", ha insistido el presidente durante un discurso en Bayburt, en el noreste de Turquía, recogido por la agencia de noticias turca Anadolu.
Erdogan ha recordado que, desde el día que se derribó el cazabombardero, ha intentado ponerse en contacto telefónico con Putin, sin obtener respuesta. "Ahora llega la cumbre del clima en París. Creo que allí podríamos sentarnos a hablar, a evaluar [el caso]", ha propuesto, además de subrayar que Ankara ha difundido públicamente las advertencias realizadas al aparato ruso antes de abatirlo.
“No es que Turquía haya derribado intencionadamente un avión ruso. Fue una reacción automática a una violación de nuestra frontera“
"No es que Turquía haya derribado intencionadamente un avión ruso. Fue una reacción automática a una violación de nuestra frontera, siguiendo las normas de combate", ha reiterado.
Asimismo, ha insistido en la acusación de que aviones rusos habían bombardeado un convoy de camiones que llegaban de Turquía a Siria y que "podían transportar ayuda humanitaria o bienes comerciales", y ha calificado de "chismorreo" la acusación de Putin de que Turquía compra el petróleo extraído bajo control del Estado Islámico.
El turismo, primera víctima de la tensión diplomática
La situación tras el incidente parece enconarse cada vez más, pese a las llamadas a la contención de Estados Unidos o Naciones Unidas, entre otros. Rusia ha desplegado misiles antiaéreos a 30 kilómetros de Turquía y el Gobierno de Ankara insiste en que no tiene por qué disculparse por defender su frontera.
En cualquier caso, las primeras consecuencias serán económicas, especialmente en el turismo. Según el Kremlin, casi 10.000 rusos se encuentran en estos momentos en Turquía, adonde muchos viajaron después de que el Gobierno prohibiera los viajes a Egipto tras el atentado contra el avión ruso dinamitado con 224 turistas en la península del Sinaí.
La agencia estatal de turismo, Rosturism, ha informado de que todos esos viajeros estarán de regreso en Rusia el 7 de diciembre, con la excepción de 34 que tienen billete de vuelta para el 26 del mismo mes.
Además, Rosturism estima en unos 10.000 millones de dólares (unos 9.440 millones de euros) el perjuicio anual para Ankara debido a la pérdida del mercado ruso, ya que unos 4,4 millones de turistas procedentes de este país descansan cada año en Turquía.