Más de 280 detenidos en disturbios por la Cumbre del Clima en París
- El Gobierno galo culpla a una "minoría violenta" que atacó a los antidisturbios
- Las manifestaciones están prohibidas por seguridad en la capital tras el 13N
- Los parisinos han abarrotado de zapatos la Plaza de la República para expresarse
Un total de 289 personas han sido detenidas en disturbios registrados en la parisina Plaza de la República, donde los agentes de Policía han dispersado a los asistentes con gases lacrimógenos y cargas.
Según constató Efe en el lugar, la policía ha tomado el control total de la plaza con un gran despliegue de fuerzas antidisturbios listas para actuar, que minutos antes se habían enfrentado a unos centenares de manifestantes.
Los jóvenes, algunos de ellos enmascarados, habían arrojado objetos a la policía en protesta por la cancelación de la gran manifestación previsa para este sábado y suspendida por motivos de seguridad tras los atentados del 13N.
Pese a que la manifestación no había sido autorizada, sí se permitió que, apenas dos horas antes, se formase una cadena humana que se extendió pacíficamente a lo largo de varias avenidas y bulevares del este de la ciudad, desde la plaza de la República hasta la plaza de la Nación, un recorrido de unos tres kilómetros.
Uno de los manifestantes, Nicolas, de 31 años, explicó a Efe que después de que se rompiese la cadena humana, la gente comenzó a concentrarse en la plaza de la República, y en ese momento la policía intentó bloquear los accesos.
"Había mucha tensión por ambas partes, pero es difícil saber quién empezó. Algún manifestante lanzó botellas y enseguida comenzaron los disparos de gases lacrimógenos y granadas de sonido", relató.
Según este joven, "había más policías que manifestantes" en el interior de la plaza cuando estallaron los disturbios.
El Gobierno francés culpa a una "minoría violenta"
Según ha informado el ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve, la policía ha detenido a un total de 208 personas, de las que 174 han quedado bajo arresto.
Cazeneuve ha señalado que "una minoría violenta" compuesta por decenas de individuos aprovechó los actos pacíficos que se habían orgtanizado en la plaza de la República para intentar una marcha violenta.
El resonsable galo de Interior ha inidicado que los manifestantes habían atacado a los antidisturbios y que habían utilizado como proyectiles incluso algunas de las velas que se han puesto en los últimos días en la estatua de la plaza para rendir homenaje a las víctimas de los atentados terroristas del pasado día 13.
"Estos actos deben ser calificados con la mayor firmeza", subrayó, antes de recordar que este fin de semana se han organizado 53 acciones pacíficas en toda Francia con ocasión de la apertura de la Cumbre Climática, en las que han participado miles de personas.
La prohibición de las grandes manifestaciones previstas para este domingo y para el sábado 12 de diciembre -tras el final previsto de la COP21- ha levantado críticas en Francia en distintos sectores, que consideran que obedece más a razones políticas que a motivos de seguridad.
Zapatos para ejercer el derecho a manifestarse
A pesar de las estrictas medidas de seguridad que imperan en la capital de Francia, los parisinos han ejercido esta mañana su derecho a sumarse a las protestas de forma pacífica, original y sin exponerse a los 'peligros' que enfrenta el estado de emergencia: depositando sus zapatos en la Plaza de la República.
Miles de pares de calzado de mujeres, hombres y niños portan banderas, plantas y pancartas con los mensajes de sus dueños, una imagen estática pero con mucha fuerza, pues mantiene vivo el derecho de los ciudadanos a expresarse.
Los activistas medioambientales, molestos por la prohibición a manifestarse en la ciudad en la que este lunes arranca la Cumbre del Clima (COP21), decidieron levantar esta instalación simbólica para remover las conciencias de los líderes mundiales, que deben alcanzar un acuerdo histórico contra el cambio climático.
Los primeros pasos de esa alfombra de calzado los ha dado el papa Francisco, que ha donado dos zapatos blancos con su nombre como símbolo de la "ciudadanía ecológica" de la comunidad cristiana, a los que han seguido los de "otros miles de parisinos donados tras la anulación de la gran marcha del clima", explican los organizadores.
Quienes se hayan desplazado a París para participar en la ahora cancelada Marcha por el Clima pueden contribuir a la protesta con sus zapatos, que, aunque están quietos, remueven conciencias.
La concentración comenzó a las 10.00 horas en la Plaza de la República, 24 horas antes de que arranque la COP21, en la que se darán cita en torno a 150 jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo. No obstante, los disturibios de la tarde han eclipsado esta imagen.