Dos de cada diez niños están en riesgo de sufrir un problema neurológico

• Se trata de trastornos como epilepsia, retraso mental, autismo o TDAH
• Los científicos se centran en diseñar futuras pruebas de diagnóstico precoz
• Así se ha explicado en un encuentro celebrado en CosmoCaixa de Barcelona

Los trastornos del intelecto, la conducta y la función motora afectan al cerebro infantil de forma global.

Dos de cada diez niños están en riesgo de sufrir un problema neurológico, desde epilepsia, retraso mental, trastornos neuropsiquiátricos (autismo, TDAH) o trastornos del movimiento por lo que los científicos centran sus trabajos en diseñar un futuro test de diagnóstico precoz. Así lo han explicado los científicos que han participado en un encuentro organizado en el CosmoCaixa de Barcelona por B.Debate, una iniciativa de Biocat y la Obra Social de La Caixa.

"Los trastornos del intelecto, la conducta y la función motora afectan al cerebro de los más pequeños de forma global", ha comentado la doctora Àngels García-Cazorla, líder de B·Debate y coordinadora de la Unidad de Neurometabolismo del Hospital Sant Joan de Déu, sobre el cerebro infantil aún en desarrollo y poco diferenciado en áreas como el del adulto.

Los expertos han debatido sobre enfermedades neuropediátricas a partir de la conexión sináptica, es decir, las conexiones entre neuronas que transfieren información al cerebro.

Durante este proceso, llamado sinapsis, pasan muchas cosas y cualquier interferencia puede determinar circuitos anómalos que desembocan en una patología neurológica, ha explicado la especialista, que ha puntualizado que un mismo error en la sinapsis puede manifestarse en una sintomatología diferente.

Mecanismos similares

Por ejemplo, enfermedades tan diferentes como el Parkinson y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) comparten mecanismos similares en el cerebro, donde en las sinapsis existe un mal funcionamiento de la dopamina. O una misma mutación genética puede causar entre los miembros de una misma familia epilepsia en una persona y autismo en otra.

"El hecho de acercarnos a las enfermedades neurológicas en base a su síntoma principal hace que no consideremos que síntomas diferentes puedan tener mecanismos moleculares comunes, lo que también limita las posibilidades de tratamiento", ha apuntado la García-Cazorla.

Actualmente hay tratamientos estandarizados para cada enfermedad sin que los profesionales entiendan con detalle su fisiopatología.

García-Cazorla ha comparado la gran inversión en enfermedades neurológicas del adulto, como el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas, en comparación con las enfermedades de los niños, menos estudiadas.

Los científicos que participan en el encuentro trabajan para conseguir marcadores sinápticos,  a través de la neuroimagen u otras técnicas de análisis.

Nuevos tratamientos

Con ellas tratan de diseñar nuevos tratamientos e incluso llegar a obtener un programa de cribaje neonatal para diagnosticar de forma precoz a los menores que presenten riesgo de desarrollar alguna patología neurológica para tratarlas antes, incluso evitando su desarrollo. Un método de cribaje similar ya existe en enfermedades metabólicas congénitas.