Marruecos liberaliza el precio de los combustibles de automoción aunque seguirá subvencionando el industrial
- La retirada de las subvenciones no se ha traducido en alzas de precios
- El país importa todo el petróleo y productos refinados que consume
- En 2020, quiere que el 42% de su electricidad proceda de fuentes limpias y propias
Marruecos ha liberalizado los precios de los combustibles de automoción, aunque el Estado seguirá subvencionando el fuel-oil con el que funciona la industria del país.
También continuarán los precios regulados de la bombona de gas butano, en un país donde la cocina, doméstica e industrial, se hace todavía fundamentalmente en el fuego de butano.
La llamada "descompensación" de los combustibles ha sido una medida que ha tomado de forma gradual en los últimos años el Gobierno de Abdelilah Benkirán, que se ha atrevido así con una "patata caliente" que otros Ejecutivos anteriores no habían osado abordar ya que basaban en la subvención a los hidrocarburos una gran parte de la "paz social".
A Benkirán le ha ayudado la coyuntura internacional bajista del precio del petróleo, por lo que la retirada de las subvenciones y su progresiva adecuación al mercado internacional no se ha traducido en alzas de precios. De hecho, el precio final se sitúa ligeramente por debajo al de España.
Por ello, la liberalización de los combustibles de automoción ha sido digerida sin grandes problemas y sin crear ninguna sacudida social, ni siquiera en el sector del transporte de personas o mercancías.
Marruecos no produce hidrocarburos e importa la totalidad del petróleo y de productos refinados que consume, aunque está inmerso en un ambicioso plan de transición energética para lograr que en 2020 un 42% de su electricidad proceda de fuentes limpias y propias, fundamentalmente sol y viento.
Queda ahora a Benkirán la difícil tarea -que ha prometido emprender- de retirar la subvención al butano, a la harina y al azúcar, tres productos de enorme significado por su consumo diario en todos los hogares marroquíes.