Distinción. Un siglo de fotografía de moda
- Se expone el trabajo gráfico de 38 reconocidos fotógrafos españoles
- La colección no está cerrada y está previsto que vaya aumentado
- ¿La fotografía será desplazada por el vídeo ?
Las primeras imágenes que se encuentra el visitante son de Pere Casas Abarca y datan de 1902. Se trata de pequeñas fotografías de bellas mujeres que van elegantemente vestidas, posan en escenarios sofisticados y miran a la cámara manteniendo poses forzadas.
Son una ventana a otro tiempo; pero también son el germen de la fotografía de moda en España, el punto de partida de un arte que hoy vive un momento difícil con la irrupción del video, un soporte que, según algunos fotógrafos, ganará la partida al papel y este quedará relegado al coleccionismo, a los museos.
Pero no siempre fue así y de eso trata esta exposición que pretende rendir homenaje a los fotógrafos que han dejado huella en los últimos cien años. Es una muestra de la diversidad y la pluralidad de la fotografía, y del estrecho vínculo que siempre ha mantenido con las publicaciones de moda.
Recorrer las siete salas que acogen esta exposición ºes como hojear una gran revista que repasa las tendencias de forma cronológica. En los años cincuenta la fotografía era estática y la maniquí posaba de forma casi inerte. Aquí destacan los retratos de Gyenes, con esa atmósfera en cloroscuros que aporta dramatismo y elegancia.
Las fotografías parecen tener distintas texturas y, a veces, el vestido de la modelo se lleva todo el protagonismo. Como en los retratos de Jafer que muestran creaciones de Pedro Rodríguez, Santa Eulalia, Josep Compte y Hortolá.
En la década de los sesenta, la del espíritu más joven, las modelos bailan o posan en grupo en actitud alegre y distendida. Fotógrafos como Leopoldo Pomés, Antoni Bernard y Oriol Maspons se convierten en cronistas que trasladan al público lo que ocurre en la pasarela.
Evolución de la fotografía de moda
Unos apostaron por la realidad y otros optaron por la fantasía. En las décadas siguientes se advierte el protagonismo del fotógrafo, su intencionalidad. Las imágenes hacen soñar y proponen evadirse de la realidad o invitan a viajar a lugares remotos.
Al principio la fotografía contaba una historia, después se invita al espectador a imaginarla y también a completar la historia de la imagen. Es un gran mural que trasmite distintas sensaciones y emociones: seducción, intimidad, provocación, deseo…
Vemos obras de Sergi Jasanada, Xavi Muntané, Manuel Outumuro o Jose Manuel Ferrater. Artistas que inmortalizaron diseños de Sybilla, Dior o Lacroix. Muchas de esas imágenes revolotean todavía en la memoria de varias generaciones, especialmente entre aquellos que crecieron amando la moda antes de la llegada de internet.
La batalla por la supervivencia
La exposición ayuda entender la evolución de la fotografía de moda, su transformación paralela a los cambios de la moda y de la sociedad. ¿Pero qué futuro tiene la fotografía?
Ahora en los museos podemos conocer cómo era la moda en la antigüedad a través de los jeroglíficos egipcios, las esculturas de la Grecia clásica, las pinturas del siglo XVIII o XIX…
La moda del siglo XX y XXI llega sobre todo a través de la fotografía. Hasta ahora. ¿El vídeo, los hologramas y la impresión 3D relegarán el papel de los fotógrafos? ¿Terminará la fotografía en los museos junto a los jeroglíficos, las esculturas y los cuadros?