Las elecciones legislativas de Venezuela, en seis claves
- Por primera vez en 16 años, la oposición podría derrotar al chavismo
- La derrota, si se produce, y su magnitud condicionarán el futuro del país
- La situación económica y la violencia han marcado la campaña electoral
Venezuela elige este domingo a los diputados de la Asamblea Nacional, que por primera vez en 16 años podría quedar en manos de la oposición, lo que supondría una situación insólita para el chavismo apenas dos años después de la muerte de su fundador y, en concreto, para el presidente venezolano, Nicolás Maduro. Estas son las claves de las elecciones legislativas y los posibles escenarios que se presentan en Venezuela.
La oposición lidera los sondeos
Casi 20 millones de venezolanos están convocados a elegir a los 167 diputados de la Asamblea Nacional, la cámara única del Parlamento venezolano, para los próximos cinco años. Los sondeos apuntan a que, por primera vez, la oposición agrupada en torno a la Mesa de la Unidad Democrática está en disposición de vencer al Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, la coalición oficialista que lidera el Partido Socialista Unido de Venezuela, el partido de Maduro.
Las encuestas conceden a la oposición una ventaja que oscila entre 14 y 35 puntos sobre el oficialismo, en función de los diferentes sondeos, aunque habrá que comprobar cómo se traduce en escaños, dado el complejo sistema de escrutinio: hay 87 circunscripciones en las que se elige de uno a tres diputados mediante un sistema mixto (que exige al votante marcar en el voto hasta cuatro opciones entre candidatos y listas), además de una circunscripción específica para garantizar la representación indígena.
“Hay circunscripciones muy específicas en las que existe empate técnico y que pueden marcar el resultado“
"Hay circunscripciones muy específicas en las que existe empate técnico y que pueden marcar el resultado en función de cómo se comporte el oficialismo", explica a RTVE.es el analista electoral venezolano Eugenio G. Martínez, que cubre desde hace años para el diario El Universal los distintos comicios del país.
Un experto del Real Instituto Elcano, Carlos Malamud, critica en declaraciones a AFP el sistema de escrutinio: "Incluso si la oposición gana en votos, el gobierno puede ganar en número de escaños". De hecho, en las elecciones legislativas de 2010 la coalición chavista obtuvo 98 escaños frente a los 65 de la oposición, cuando la diferencia en votos fue inferior a un punto: 48,13% por 47,22%.
Los poderes que otorgan una mayoría simple o una cualificada
El reparto final de escaños en la Asamblea Nacional es incierto, aunque decisivo para la evolución de la política venezolana. El abogado constitucionalista Hermánn Escarrá, que participó en la elaboración de la Constitución de Venezuela, explica a Efe que "el legislativo es un poder especialísimo de la democracia", por los controles que impone en un sistema inclinado hacia el presidencialismo.
“En Venezuela no se interpela a un ministro desde hace diez años“
La opción más probable es que la oposición logre mayoría simple, es decir, más de 84 escaños pero sin llegar a los cien, lo que ya supondría un cambio muy relevante: "En Venezuela no se interpela a un ministro desde hace diez años", recalca Eugenio Martínez.
Con mayoría simple, la oposición podría designar a la junta directiva de la cámara, autorizar al Tribunal Supremo que se abra juicio al presidente del país y proponer una moción de censura contra el vicepresidente ejecutivo y los ministros, así como designar a magistrados del Supremo, al fiscal general y al contralor (el presidente de la institución que fiscaliza el presupuesto). También permitiría la aprobación de una ley de amnistía para los opositores presos, como el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, condenado a 14 años de cárcel, y el exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma, que permanece en arresto domiciliario.
Una segunda opción sería que la oposición lograra una mayoría cualificada de tres quintos, es decir, entre 100 y 110 escaños, lo que le permitiría aprobar una moción de censura para destituir al vicepresidente o a los ministros. Si consiguiera una mayoría de dos tercios, más de 111 diputados, podría iniciar una reforma constitucional y someter a referéndum los proyectos de ley y los tratados internacionales.
La coalición chavista, que en estos momentos dispone de mayoría cualificada de tres quintos, intentará que la victoria de la oposición sea mínima en escaños e incluso mantener una mayoría simple, lo que, por ejemplo, le permitiría seguir aprobando los créditos adicionales para que el Gobierno mantenga los programas sociales, uno de los ejes de su gestión.
La campaña: polarización y violencia
“Estamos obligados a nombrar a Chávez mañana, tarde y noche“
Dado que escaño es vital, la campaña de estas elecciones legislativas ha polarizado enormemente a ambos bandos. El chavismo agita el miedo a que una derrota del oficialismo acabe con las subvenciones de los programas sociales y enarbola el recuerdo del fallecido Hugo Chávez. "Estamos obligados a nombrar a Chávez mañana, tarde y noche", comentaba el presidente de la Asamblea Nacional y candidato a la reelección, Diosdado Cabello.
La oposición acusa al Gobierno de controlar la gran mayoría de los medios de comunicación y ha centrado su campaña en las redes sociales y en lo que denomina "el voto casa por casa". En cualquier caso, el final de la campaña ha estado marcado por la violencia, tras la muerte a tiros de un candidato de la Meso de la Unidad Democrática en un mitin: la oposición ha insinuado que al ataque fue obra de simpatizantes chavistas mientras el Gobierno lo achaca a un ajuste de cuentas entre criminales.
“El día de la votación va a haber escenarios muy particulares, focos de violencia muy focalizados“
Ante esta situación, se teme también que haya enfrentamientos durante la jornada electoral: "El día de la votación va a haber escenarios muy particulares, focos de violencia muy focalizados, muy precisos", afirma Eugenio Martínez a RTVE.es, en referencia a las circunscripciones donde hay más igualdad. Para velar por la limpieza del proceso, además de los observadores nacionales, habrá también acompañantes internacionales, que incluyen a numerosos exmandatarios latinoamericanos, como el colombiano Andrés Pastrana o el español José Luis Rodríguez Zapatero.
Al margen de los intentos por condicionar el voto, y pese a que algunas voces han mencionado la posibilidad de un fraude, el sistema electoral de Venezuela es uno de los más limpios y seguros del mundo: el voto se realiza de forma automática en un terminal y los datos se envían en tiempo real a un centro de recuento, emitiendo además una papeleta que se deposita para posteriores comprobaciones.
Los movimientos políticos después de las elecciones
Si se cumple lo que pronostican los sondeos y vence la oposición, Venezuela entrará en una fase de enorme incertidumbre política. Para empezar, existen dudas sobre la capacidad de Mesa de la Unidad Democrática para mantenerse coaligada. "Es una coalición muy amplia, abarca un amplio espectro desde la izquierda hasta la derecha", explica Eugenio Martínez, que recalca: "Es una coalición no política, sino electoral; está diseñada para ganar el poder, pero no para gobernar".
Igual de relevante será la reacción del chavismo y como interiorizará la posible derrota. "El Gobierno ha tomado una serie de medidas que muestran que se prepara para perder la Asamblea Nacional", indica a AFP un experto de la Oficina de Washington sobre América Latina, David Smilde, que pone como ejemplo la reciente renovación de magistrados en el Tribunal Supremo.
Hasta que la nueva Asamblea Nacional tome posesión, el 5 de enero de 2016, el chavismo podría aprobar conferir poderes habilitantes a Maduro, lo que equivaldría a permitirle gobernar por decreto durante más de un año. Pero la nueva Asamblea podría derogarlos inmediatamente, aunque Martínez recalca que la oposición requiere "una victoria sólida" para garantizar un cambio.
“No me rendiré bajo ninguna circunstancia, saldré a las calles para luchar con el pueblo“
En cualquier caso, será clave la reacción de Maduro, aunque sus discursos sugieren una radicalización de sus postulados. "No me rendiré bajo ninguna circunstancia, saldré a las calles para luchar con el pueblo, como he hecho siempre, y pasaremos a una nueva etapa de la revolución", aseguraba el presidente en el cierre de campaña. Las posibilidades de una cohabitación entre un Gobierno chavista y una cámara controlada por la oposición son, en opinión de Eugenio Martínez, "muy reducidas", lo que a medio plazo abre la incógnita incluso sobre la continuidad del propio Maduro, pese a que no hay elecciones presidenciales hasta 2019.
La economía, el factor diferencial del voto
Si algún factor va a condicionar el voto de los venezolanos, será la situación económica del país, que sufre gravemente la caída del precio del petróleo, su principal producto de exportación hasta el punto de proporcionar casi el 95% de los ingresos del país.
La deficiencias del tejido productivo -Venezuela se ve obligada a importar la mayoría de los productos básicos que consume- y el descenso brusco de los ingresos, que ha reducido los dólares disponibles para importar bienes, han provocado una pertinaz escasez en los mercados venezolanos: la gente solo puede comprar productos básicos, como el arroz o la harina, en días concretos y en cantidades limitadas.
Eso provoca el florecimiento de un enorme mercado negro, de dólares y de bienes, además del empobrecimiento generalizado de una población que sigue cobrando su sueldo en los depauperados bolívares. El cambio oficial está fijado en 6,3 bolívares por dólar, mientras que en el mercado negro cada dólar cuesta unos 800 bolívares. La inflación se ha disparado hasta el punto de que el Gobierno no publica ya estadísticas oficiales sobre la evolución de los precios; tampoco sobre el PIB.
Maduro achaca la situación a lo que denomina la "guerra económica", una conspiración de la oposición con ayuda de empresarios y de Estados Unidos, pero los controles de precios impuestos no logran reconducir la situación. Según el FMI, la inflación será del 159,1% este año y del 204,1% en 2016, mientras que el PIB, que cayó un 4% en 2014, bajará el 10% en 2015 y otro 6% en 2016. El desempleo subirá, según esas estimaciones, un 14% este año y un 18,1% el que viene.
Una nueva etapa para los venezolanos
Otra de las grandes preocupaciones, que seguramente se dejará sentir en la votación, será la inseguridad: Venezuela es el segundo país con más homicidios del mundo, después de Honduras, con una tasa de 54 por cada 100.000 habitantes en 2012, cuando se publicaron los últimos datos disponibles, lo que duplica la media mundial establecida por la ONU.
Sin embargo, venza o no la oposición, los comicios legislativos suponen sin duda la apertura de una nueva etapa para el país. "La comunidad internacional tiende a ver a Venezuela partida en dos, pero no es así", señala Eugenio Martínez, "hay diversas facciones neutrales, candidatos independientes… Y mucha gente se dicen opositores, pero son tanto de izquierda como de derecha, al igual que mucha gente se dicen chavistas, pero algunos se identifican con Maduro y otros no se identifican con Maduro".
“Vamos a tener una Asamblea Nacional más variopinta, con más representación de todos los sectores“
La conclusión es que, pase lo que pase, el país será distinto después de las elecciones de este domingo: "El 6 de diciembre va a cambiar el espectro político, la dinámica política, porque vamos a tener una Asamblea Nacional más variopinta, con más representación de todos los sectores".