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Marina plantea una formación de siete años para los docentes en el Libro Blanco entregado a Educación

  • Después del grado de cuatro años se haría un máster y dos años de prácticas
  • Propone evaluaciones periódicas de las que dependa parte de su retribución
  • Plantea que para ser director haya que hacer un curso de formación de un año

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Expertos en educación plantean una carrera docente con dos años de prácticas remuneradas.
Expertos en educación plantean una carrera docente con dos años de prácticas remuneradas.

El catedrático de Bachillerato, filósofo y pedagogo José Antonio Marina plantea una formación teórica y práctica inicial de siete años para ser maestro o profesor en el borrador del Libro Blanco de la Profesión Docente [.pdf], que ha elaborado junto a los expertos Carmen Pellicer y Jesús Manso, por encargo del Ministerio de Educación, que lo ha publicado este lunes en su web. El documento también plantea que los docentes no universitarios sean evaluados "periódica y sistemáticamente" y que "una parte" de sus honorarios se vincule a la "excelencia".

Los siete años que plantea Marina comenzarían con la realización de un grado de cuatro años (Magisterio o diferentes especialidades académicas). Después habría una prueba nacional de selección para ingresar "en el proceso de profesionalización y especialización docente" (tres años).

Esta prueba daría el acceso a un máster teórico y práctico de un año impartido en una red de Centros Superiores de Formación del profesorado y, a continuación, habría dos años de prácticas docentes (con "retribución adecuada") en un centro educativo bajo la dirección de un profesor tutor. Es lo que se ha venido llamando el MIR educativo.

Las pruebas para acceder al máster se harían anualmente y se establecerían un números clausus según la previsión de necesidades de profesorado. El 25% de los aspirantes con mejores resultados recibirían una beca de excelencia, que incluiría gastos de residencia y manutención en caso de elegir un centro distinto al de su lugar de residencia.

La segunda fase consistiría en el ejercicio docente en un centro educativo durante otros dos años, que culminarían con la obtención de un diploma de aptitud. Un diploma que se exigirá no solo a los docentes que quieran trabajar en un centro público, sino también a a aquellos que vayan a trabajar en centros concertados y privados.

Para conseguir la condición de funcionario como maestro o profesor después de superar estos siete años de formación, los aspirantes se someterían a una evaluación final, para comprobar la adquisición de las capacidades necesarias para el desempeño de las capacidades necesarias para el desempeño de la tarea docente. Tras superarla, tendrán derecho a participar en los concursos de adquisición de las plazas que las administraciones educativas convocasen.

Evaluaciones periódicas y sistemáticas

El borrador del Libro Blanco de la Profesión Docente establece que todos deberán ser evaluados "periódica y sistemáticamente" mediante criterios "transparentes, objetivos e imparciales".

La evaluación tendrá "relevancia para el progreso de su carrera profesional y para su retribución". El documento considera que se deben premiar los los méritos profesionales y que debe haber un conjunto de incentivos que animen a la excelencia.

Marina señala como uno de los "parámetros esenciales" para esta evaluación el análisis del portafolio del docente, un documento personal donde se recoja la formación reglada o no reglada del mismo, sus conocimientos, logros, proyecto, actividades profesionales y todo aquello que pueda tener relevancia para conocer su competencia profesional.

También incluye como parámetro "el progreso educativo de los alumnos", la observación del docente en el aula y la evaluación de los resultados del centro. "Para algunos expertos, lo importante es que sea evaluado el centro entero, no un profesor aislado", recoge el libro.

Estos deben ser, según Marina, los criterios fundamentales, pero se puede tener en cuenta también: la opinión de los alumnos medida con cuestionarios debidamente estudiados, la relación del docente con las familias de los alumnos, la participación del profesor en actividades del centro y evaluación por parte del claustro.

Estos parámetros, recoge el libro blanco, "deben ser adaptados a las condiciones de dificultad del centro y de su entorno". El "ideal", señala, sería conseguir que los "docentes más capaces" vayan a los centros más conflictivos.

El docente, protagonista del "éxito educativo de todos los alumnos"

El docente debe ser el protagonista para lograr el "éxito educativo de todos los alumnos", así que "no puede trabajar aislado", sino que en el aula debe converger todo el apoyo del centro, la cooperación de las familias e incluso de instituciones no específicamente educadoras.

"Nos parece admirable que en Singapur, por ejemplo, los maestros consideren un honor ser requeridos para ser trasladados a una escuela para dar clases a un grupo marginal de estudiantes. El traslado se considera un reconocimiento de su calidad profesional", señalan también los autores según recoge Efe.

En cuanto a la dirección de los centros, el documento apunta que hace falta un equipo "muy competente y emprendedor"; el director, además de estar acompañado por un gerente y un jefe de estudios, deberá buscar "los procedimientos para atraer a la escuela recursos del entorno" y sacarla "hacia la sociedad".

Curso de formación para ser director

Los directores deberían ser seleccionados entre docentes con experiencia en el aula y tendrían que aprobar un curso de formación en los citados Centros Superiores de Formación del profesorado, donde también realizarían un máster los docentes que quieran acceder a la Inspección.

Marina y sus colaboradores exponen la necesidad de buscar "nuevos perfiles docentes" que se integren en la escuela, como los educadores sociales, los bibliotecarios escolares o los expertos en medios digitales aplicados a la escuela.

También proponen la creación de un Consejo Pedagógico del Estado, encargado de estudiar las innovaciones educativas internacionales más eficientes y evaluarlas, entre otros asuntos, y sugieren que lo presida el Rey.

El Ministerio de Educación ha abierto la dirección de correo libro.blanco@mecd.es para recibir sugerencias relacionadas con el "Libro del docente".