Cristina Fernández dice adiós a la Presidencia de Argentina arropada por miles de kirchneristas
- El mandato de Fernández ha concluido este jueves a las 00.00 horas locales
- Fernández y Macri han mantenido un insólito conflicto por el traspaso de poderes
- Ha pronunciado su último discurso ante miles de personas en la Plaza de Mayo
- Adiós Cristina, adiós, en El Kremlinólogo Global, blog de José Carlos Gallardo
Cristina Fernández ya no es presidenta de Argentina. Después de ocho años en el poder y doce de gobiernos kirchneristas (primero de Néstor Kirchner y luego de su viuda), Fernández se ha despedido con un discurso en las puertas de la Casa Rosada ante miles de seguidores.
Su mandato ha finalizado a las 00.00 horas locales de este jueves y Fernández ha querido reflejar en sus últimas palabras como presidenta el conflictivo modo con el que concluye su gobierno y empieza el de Mauricio Macri. "A las doce me convierto en calabaza", ha ironizado para criticar la decisión de la Justicia, que ante una petición del frente Cambiemos, el partido que lidera Macri, ha determinado que desde la medianoche ya no estaba en el cargo.
Cambiemos acudió a la Justicia tras varios días de insólita puja entre Fernández y Macri por el lugar donde debían entregarse el bastón de mando y la banda presidencial. Mientras que la presidenta quería que fuera en el Congreso, el nuevo mandatario prefería recibir los atributos de mando en la Casa Rosada, para así evitar la movilización kirchnerista convocada frente a la cámara legislativa.
La medida judicial habilita al presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, integrante de Cambiemos, a ejercer temporalmente la Presidencia de Argentina hasta que Macri jure en el Congreso este jueves a las 12.00 horas locales.
"En mi vida pensé que iba a haber un presidente cautelar durante doce horas en mi país", ha indicado Fernández, al tiempo que ha asegurado le "dolió" y le "costó mucho" ver "un presidente en una sentencia judicial al que nadie había votado". "No lo merecía ningún argentino", ha sentenciado.
Finalmente, tras la decisión judicial, Macri, ganador de las elecciones el pasado 22 de noviembre, recibirá los atributos en la Casa Rosada, como reclamaba, y se los entregará Pinedo.
Un baño de masas envuelta en la bandera argentina
Sobre un escenario envuelto con la bandera argentina y frente a miles de militantes kirchneristas que han colmado la Plaza de Mayo, Fernández ha agrecido a sus seguidores "tanta felicidad, tanta alegría y tanto amor". "Los llevo en mi corazón y siempre voy a estar junto a ustedes", ha señalado.
De blanco impecable, con la Casa Rosada a su espalda, la mandataria saliente ha explicado que después de doce años y medio del proyecto político iniciado con la llegada de su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, al poder, puede "mirar a los ojos de todos los argentinos". "Sólo pido que quienes nos sucedan, por imperio de la voluntad popular, dentro de cuatro años, en una plaza como ésta, puedan también mirarlos a los ojos", ha añadido.
También ha solicitado a sus seguidores tener una "actitud positiva" para ayudar a que los "avances" obtenidos por su Gobierno "no puedan ser destruidos". Aclamada con cantos y saludada con banderas, Fernández ha cerrado su acto con un abrazo de su hijo, Máximo Kirchner, y bailando, con un estallido de fuegos artificiales a sus espaldas.
Poco antes había inaugurado, junto al presidente boliviano, Evo Morales, un busto de Néstor Kirchner (2003-2007). Ante sus ministros, lanzó advertencias sobre supuestos "intentos" en distintos países de Suramérica para cambiar" los "derechos conquistados" en los últimos años.
Sobre su futuro a partir de esta medianoche, ha dado indicios claros: seguirá en la política. "La tarea sigue. El lugar natural de un militante no tiene que ser el gobierno, el lugar natural de un militante siempre es junto al pueblo, a la gente. Creo que el trabajo sigue con más fuerza que nunca", ha explicado.