Qué caminos seguirán los candidatos en la segunda mitad de la carrera electoral
- Rajoy se aferra a las rebajas fiscales y al 'cara a cara' para ganar posiciones
- Sánchez espera que la desigualdad y la corrupción pesen al PP y los fallos, a C's
- Ciudadanos buscará la movilización, sobre todo de jóvenes y abstencionistas
- Podemos trata de afianzar su "remontada" a costa de Pedro Sánchez
La carrera electoral que tiene su meta el próximo 20 de diciembre ya ha quemado la mitad de sus etapas. En el ecuador de la campaña, la pugna entre PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos (este es el actual estado de la carrera a día de hoy, según las últimas encuestas) se aprieta en el espacio electoral y hasta en el físico. Este domingo, central en la campaña, los actos se concentran en Madrid (PP, Ciudadanos y Podemos) y en Valencia (PSOE e Izquierda Unida).
Los partidos tienen claros cuáles son sus puntos de interés, hasta el punto de que este domingo Pedro Sánchez y Alberto Garzón han compartido AVE rumbo a sus respectivos actos electorales en Valencia, en la Fonteta y el barrio de El Cabanyal), pero todos afrontan la última semana de campaña con objetivos, si cabe, aún más definidos.
No importa cómo se haya comenzado. Los principales candidatos sacan desde ahora toda su artillería política, la definitiva. Sus estrategias principales son las siguientes:
PP: Rebajas fiscales, el 'cara a cara' y frenar a Ciudadanos
Mariano Rajoy, candidato a la reelección como presidente del Gobierno, llega al ecuador de la campaña electoral liderando las encuestas, pero sin una ventaja clara que le asegure seguir siendo el inquilino de la Moncloa por sus propios medios. Ante ese panorama incierto, el PP se ha lanzado a intentar recuperar votantes con anuncios de rebajas fiscales para mayores, jóvenes y autónomos con los que busca un golpe de efecto y aumentar la ventaja sobre sus competidores.
Junto a esas promesas electorales, Rajoy fía la remontada en esta recta final al 'cara a cara' que mantendrá este lunes con el socialista Pedro Sánchez, una cita que está preparando concienzudamente a sabiendas de que le brinda la oportunidad de poder defender su tesis de que España empieza a "despegar" de nuevo.
Aunque el PP está subiendo ligeramente en los sondeos y se ve por encima del 28,6% de los votos que refleja la última encuesta del CIS, en las filas del partido no ocultan su preocupación porque no está claro que puedan llegar al 30%. El principal objetivo de los 'populares' es asegurarse suficiente ventaja sobre el segundo para que Ciudadanos no se vea tentado de pactar con los socialistas.
A sabiendas de que la formación naranja les está robando votos, los 'populares' han subido el tono contra Ciudadanos, descalificando sus propuestas. El PP ha lanzado una campaña para poner en valor la experiencia de su candidato frente a aquellos que quieren llegar a la Moncloa en "un cuarto de hora". En casi todos sus mitines, Rajoy destaca que en política hay que empezar desde abajo, que conviene haber sido antes concejal y que el PP, a diferencia de otros, no nació en un plató de televisión ni en una tertulia.
El PP quiere garantizarse el voto en las ciudades más pequeñas y menos pobladas (las que reparten menos escaños) y en los pueblos para cortar el paso a Ciudadanos; busca evitar que este partido pueda alcanzar un porcentaje suficiente de apoyos que le permita lograr representación en provincias que reparten tres, cuatro y cinco escaños, algo que podría dar a la formación naranja una veintena de diputados más.
PSOE: Preparando la batalla con el PP en la recta final
Pedro Sánchez asegura afrontar la última semana de campaña con el convencimiento de que puede ser presidente del Gobierno. Su entorno se niega a admitir otro escenario, aunque los ataques de la primera semana, que le han venido desde todos los flancos, le han llegado a afectar.
A siete días de las elecciones, confía en que en la última semana se vea que son la "única alternativa al PP", que a este partido le pase factura "el paro, la desigualdad y la corrupción" y que a Ciudadanos le pesen los fallos que, a juicio de los socialistas, está cometiendo en la campaña, empezando por el de su propuesta de suprimir el agravante de violencia de género en las condenas por asesinatos machistas. Para ello, dan un papel decisivo al debate de este lunes con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que creen que Sánchez ganará sin dificultades.
La dirección del PSOE dice no creerse las encuestas y, aunque ninguna les sitúa como primera fuerza, insiste en que sus datos demuestran lo contrario. Niegan tener sondeos propios, pero defienden que su valoración de las que publican los medios, sin la 'cocina', les lleva a la conclusión de que serán primera fuerza. De hecho, algunas fuentes se atreven a hablar de una horquilla entre 108 y 113 escaños, por encima, aunque por poco del PP, y con Podemos y Ciudadanos superando el medio centenar de diputados. Para el PSOE, la subida de Podemos en las encuestas está "sobredimensionada".
Y confían en que la última semana será una batalla a dos y que la estructura del partido, de la que creen que carecen los nuevos partidos, dé ese empujón final y convenza al 41% de indecisos, que, según el CIS no tienen clara su papeleta. La clave, dicen los socialistas, es que la gran mayoría duda entre el PSOE y otra opción que confían que acaben desechando.
Desde que el primer día de campaña, Sánchez explicó que ofrecería un "programa común" al resto de partidos y citó a Ciudadanos, Podemos, Izquierda Unida, ha tenido que dedicarse a alejar los fantasmas del llamado "tripartito de perdedores" del que han hablado los 'populares'.
Después han tenido que lidiar con la idea instalada de que Pablo Iglesias había sido el ganador del debate a cuatro y han intercambiado dardos con Podemos, subiendo los decibelios de las críticas entre ambos. Atacado también por Ciudadanos y Podemos, denunció en TVE que los emergentes habían renunciado a ganar al PP y "solo están en dañar al PSOE".
Con el mitin de Sevilla y cerrando filas con el PSOE andaluz de Susana Díaz, Sánchez trata de darle la vuelta a la situación ante el "frente anti PSOE". Ahora queda por ver si las filas prietas, la campaña "sin errores" y el proyecto de país que quieren "para la mayoría" hace ganar las elecciones al PSOE, contra todos los sondeos, y logra "romper los pronósticos". Si pierde, Sánchez ya ha dicho que será "un fracaso".
Ciudadanos: encajar los golpes y buscar la movilización
Ciudadanos y su presidente y candidato a la Moncloa, Albert Rivera, están tratando de mantener durante la campaña electoral un mensaje en positivo y de "juego limpio" mientras intentan esquivar los golpes de otros partidos, especialmente los del PP y del PSOE, y pide a los españoles que voten masivamente el 20 de diciembre, ocultando cuál será su política de pactos el día después de los comicios.
Una vez superado el ecuador de la campaña electoral, el candidato de Ciudadanos va a concentrar sus esfuerzos en movilizar al electorado. Considera que para lograr la victoria necesita una participación masiva en estos comicios, de récord, del 80%, así que su empeño está en convencer a los abstencionistas y a los jóvenes que votan por primera vez.
La campaña comenzó la noche del 3 de diciembre con el lema "Vota con ilusión", una idea presente desde entonces en todos los mítines, en los que Rivera se muestra convencido de que al final "la ilusión vencerá al miedo" y Ciudadanos ganará las elecciones. Ante quienes desde la izquierda sitúan a Ciudadanos en la derecha y desde la derecha lo ubican en la izquierda, una constante que se ha mantenido durante la campaña electoral, Rivera suele decir que él no entra en el juego de "los rojos y los azules" y que su formación política es de centro.
Ciudadanos está centrando sus críticas en el PP. Rivera ha acusado al Gobierno de ser conformista, de incumplir promesas, de tener un presidente, Mariano Rajoy, que "no da la cara" en debates y entrevistas y de estar sustentado por un partido afectado por casos de corrupción.
Al PSOE le afea no tener un "proyecto común para toda España" y ha sufrido sus ataques por su propuesta de establecer para todos los tipos de violencia doméstica el mismo agravante que para la violencia de género, que ha enturbiado la campaña limpia que pretendían llevar y le ha obligado a endurecer sus críticas a lo que ha llamado "política basura".
Podemos: luchar por el "voto útil" contra la corrupción y los recortes
Podemos llega al ecuador de la campaña en uno de sus momentos más dulces, después de unos meses duros por su continua bajada en las encuestas y su mal resultado en las catalanas de septiembre. El contacto con los simpatizantes en los mítines, los debates electorales y el repunte en las encuestas han contribuido a que el partido de Pablo Iglesias afronte la segunda semana de campaña convencido de que está "remontando" y decidido a arrebatare al PSOE una parte del electorado "socialista de corazón".
"Se huele, se siente, se nota la remontada", es una de las frases más repetidas por el candidato a la Moncloa de la formación morada en los mítines que esta primera semana le han llevado a recorrer España de punta a punta, desde Zamora, donde pegó el primer cartel -en compañía de su padre-, hasta este domingo en Madrid, pasando por Cádiz, Málaga, Barcelona, Baleares, Canarias, Alicante y Zaragoza.
Además del contacto directo con los simpatizantes -contexto en el que Podemos, 'hijo' del 15M, se siente especialmente cómodo-, el debate a cuatro del pasado lunes supuso una inyección de optimismo para Podemos ya que, según la mayoría de las encuestas y los análisis posteriores, su líder fue uno de los que mejor parado salió, frente a sus dos competidores directos, Sánchez y Rivera.
Esta situación ha sido utilizada por Podemos para volverse a reivindicar, ante los "votantes socialistas de corazón", como el verdadero "voto útil" para combatir la corrupción y los recortes y para no traicionar sus principios. De hecho, el partido llegó a sugerir en un vídeo electoral que el fundador del PSOE, Pablo Iglesias, votaría hoy al partido morado. También ha sacado pecho como adalid de la lucha contra la corrupción, frente a los "viejos partidos" con numerosos casos de corrupción a sus espaldas. A Ciudadanos ha tratado de debilitarlo asociándolo a una estrategia para mantener al PP en el Gobierno, la conocida ya como 'Operación Menina'.
Pero, sobre todo, Iglesias está trabajando la movilización de sus bases, aquellas procedentes de las plazas del 15M y de las asambleas locales, que impulsaron a su formación y a otras afines al triunfo en las elecciones municipales y autonómicas. Podemos es consciente del tirón que tiene con sus alianzas territoriales y está tratando de hacerlas bullir para que vayan a votar el 20D.
Por ello, está concentrando en Cataluña y en la Comunidad Valenciana buena parte de sus esfuerzos -en Barcelona ha estado tres veces y la presencia de Ada Colau es muy movilizadora-. De hecho, cerrará campaña en Valencia el próximo día 18.