El Frente Nacional espera revalidar su victoria en la segunda vuelta de las regionales francesas
- 47 millones de franceses votan ya para renovar sus consejos regionales
- La incógnita reside en ver si el FN conquista por vez primera alguna región
- Los socialistas esperan limitar la caída que le auguraban las encuestas
Los colegios electorales de Francia han abierto este domingo a las 08.00 hora local (07.00 GMT) para la segunda vuelta de las regionales en las que la principal incógnita reside en ver si el ultraderechista Frente Nacional (FN) conquista por vez primera en su historia alguna región.
En cabeza en seis de las trece regiones en la primera vuelta celebrada el pasado domingo, el partido que preside Marine Le Pen está en buena situación para conquistar cuatro de ellas, aunque los sondeos publicados a lo largo de la semana le daban ajustadas derrotas.
En total, algo más de 45 millones de franceses están llamados a votar para renovar los consejos regionales, que tienen competencias en materia de estímulo económico, carreteras, formación profesional o la educación secundaria.
Los colegios electorales estarán abiertos hasta las 18.00 hora local (17.00 GMT) en la mayor parte del territorio, aunque permanecerán una hora más en los municipios de mayor tamaño y no cerrarán hasta las 20.00 hora local (19.00 GMT) en las grandes urbes.
Para esa hora está previsto que se conozcan las estimaciones de los sondeos a pie de urna, bastante fiables puesto que contarán ya con el conteo de voto real en colegios rurales que cierran antes.
La presidenta del FN, Marine Le Pen, y su sobrina y diputada Marion Maréchal-Le Pen superaron el 40% de los votos en la primera vuelta en sus respectivas regiones, el Norte Pas-de-Calais Picardía y la Provenza Alpes Costa Azul.
También tuvo un resultado favorable el número dos del FN, Florian Philippot, en Alsacia Champaña Árdenas Lorena, donde se beneficia además de la división en la oposición, puesto que el candidato socialista, que tuvo el 16% de los sufragios, decidió mantenerse en contra de la consigna que le dio la dirección de su partido.
La derecha moderada (27,25% en primera vuelta), que hasta ahora solo controlaba una región, espera lograr la mayoría, mientras que la izquierda del presidente François Hollande, que solo obtuvo el 24% de los votos en la primera vuelta, espera limitar la caída que le auguraban las encuestas y mantener un buen número de regiones, entre ellas la simbólica de París, la más rica y poblada.
Auge de la ultraderecha
El partido que dirige Marine Le Pen aspira a conquistar alguna región más y escapar así de su limitación histórica, la de superar el 50% de los votos en una segunda ronda. Así sucedió en las departamentales del año pasado, cuando tras ser el partido más votado en la primera vuelta no lograron ninguna circunscripción.
Su fuerte irrupción desde 2012, de la mano de la hija del fundador del partido, les hace aspirar a lograr al menos un triunfo, lo que colocaría en sus manos el control del mayor presupuesto que nunca han gestionado.
Ese éxito sería, además, el mejor trampolín para que Marine afronte con opciones los siguientes comicios que tendrá Francia, las presidenciales de 2017, su auténtico objetivo.
Con dos diputados y dos senadores, una decena de municipios y 22 eurodiputados, el FN logró el pasado domingo ser, por tercera vez, el partido más votado de Francia con algo más de 6 millones de sufragios, el 27,63%. Los sondeos indican que el FN tocó techo en la primera vuelta, por lo que tiene poco margen de mejora en la segunda.
Todo lo contrario que los socialistas, que tras el modesto 24% conseguido el domingo, pueden beneficiarse de los apoyos de los electores ecologistas o neocomunistas, eliminados para la segunda.
En cuanto a la derecha moderada dirigida por el expresidente Nicolas Sarkozy, los sondeos tampoco le otorgan un gran espacio de progresión a su 27,25%, puesto que ya acudió fusionada en la primera vuelta con los centristas.
Los sondeos auguran también una mayor participación, del 49,5% al 53%, lo que convierte en imprevisibles los resultados en aquellas regiones donde más ajustados aparecen los sondeos.