La movilización electoral frena al Frente Nacional, que no gobernará en ninguna región francesa
- Los conservadores de Sarkozy gobernarán siete regiones y los socialistas cinco
- El partido de Le Pen queda relegado a la tercera fuerza política con un 28%
- Le Pen critica "la mentira que reposa en el sistema político francés"
El Frente Nacional (FN), liderado por Marine Le Pen, no gobernará en ninguna región francesa. La movilización del electorado (votó un 60%, frente al 50% de la primera vuelta) y el sacrificio del Partido Socialista, que se retiró en aquellas regiones en las que no podía ganar, ha impedido que la extrema derecha repita el éxito de la primera ronda, en la que se colocó en cabeza en seis de las 13 regiones.
Finalmente, y con datos aún provisionales, los conservadores del expresidente Nicolás Sarkozy gobernarán siete regiones, entre ellas la capital, en manos de la izquierda desde hacía 17 años; el PSF se queda con cinco gobiernos de los 12 que tenía, y los nacionalistas moderados corsos acceden al gobierno de la isla.
Por proporción del voto nacional, el Partido Republicano de Sarkozy ha pasado del 27% al 40,6%. El Partido Socialista ha obtenido un 30,6%, un resultado que mejora el 23% de la primera vuelta.
El Frente Nacional ha quedado relegado a la tercera posición con un 28,8% pero ha batido su récord de votos: ha obtenido 6,6 millones de sufragios frente a los 6,4 recabados en las presidenciales de 2012.
Resultado menos malo de los esperado para el PSF
El PSF, que hasta ahora controlaba todas las regiones menos una, conserva Bretaña, Aquitania Limousin Poitou-Charentes, Languedoc Rosellón Pirineos Medios, Borgoña Franco Condado y Centro Valle del Loira. El resultado es menos malo de lo que se esperaba tras la primera vuelta.
Los socialistas se habían retirado en el Norte Pas-de-Calais Picardía y en Provenza Alpes Costa Azul, dos regiones donde la suma de los votos de la izquierda no les permitía ganar.
Los Republicanos, por su parte, logran la victoria en Norte Pas-de-Calais Picardía, Provenza Alpes Costa Azul, Alsacia Champaña Árdenas Lorena, Auvernia Ródano Alpes, País del Loira, Normandía y la región de París, la más poblada y rica del país.
Los primeros sondeos apuntaban a una victoria socialista en Córcega, pero finalmente los nacionalistas moderados corsos se han impuesto por primera vez, desbancando al candidato de la izquierda que había ganado la primera vuelta, según los resultados definitivos.
Valls alerta contra el peligro de la extrema derecha
El primer ministro francés, el socialista Manuel Valls, ha asegurado que "el peligro de la extrema derecha no se ha eliminado".
“Todo esto nos obliga a escuchar más a los franceses“
"Todo esto nos obliga a escuchar más a los franceses, a actuar sin pausa, más rápido, para obtener mayores resultados: el empleo, la formación de los parados, el aprendizaje de nuestros jóvenes, que deben movilizar más que nunca todas nuestras energías", ha declarado Valls.
Por su parte, Sarkozy ha asegurado que la derrota del FN en la segunda vuelta "no debe hacer olvidar la advertencia de la primera", cuando los ultraderechistas fueron el partido más votado.
Sarkozy ha hecho un llamamiento a la unidad de la derecha y a mantener la línea de "rechazar todo compromiso con los partidos extremos", en referencia al FN.
Le Pen se queja de "la mentira del sistema político francés"
Marine Le Pen ha comparecido ante sus militantes sin reconocer la derrota. Las regionales, ha dicho, han servido para "sacar a la luz la mentira en la que reposa el sistema político francés".
“El país se divide ahora entre los mundialistas (...) y los patriotas“
"El país se divide ahora entre los mundialistas, partidarios de diluir a los franceses en el magma mundial, y los patriotas, que consideran que la nación es el mejor espacio para protegerles", ha asegurado Le Pen ante sus seguidores.
Le Pen ha destacado que en la primera vuelta su formación logró "la erradicación en el norte y el sureste del país del Partido Socialista, que es particularmente malo", y que el FN triplicará sus consejeros regionales.
La líder ultraderechista considera "vitales" las elecciones presidenciales de 2017 y ha llamado a los franceses a unirse a su movimiento "por la libertad individual y colectiva y en favor de la identidad de los franceses".
Críticas internas a Sarkozy
Pese a la victoria de Los Republicanos, numerosos barones del centro derecha han criticado la estrategia de Sarkozy por derechista.
La más tajante ha sido la exministra Nathalie Kosciusko-Morizet, quien ha reprochado al ex presidente que no hiciera como los socialistas y retirara a los candidatos conservadores en aquellas regiones en las que había riesgo de victoria del FN.
El ex primer ministro Alain Juppé, declarado candidato a las primarias de su partido, ha pedido que se abra un debate ideológico en el seno de la formación para ofrecer a los electores "una idea de Francia que no sea tibia".
Otro candidato a las primarias, el exprimer ministro François Fillon, ha advertido que el apoyo al FN seguirá subiendo "mientras no se proponga a los franceses un proyecto potente y creíble".