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La deriva del gobierno ultraconservador polaco enciende las alarmas en Europa

  • Schulz cree que la situación de Polonia tiene "carácter de golpe de Estado"
  • La primera ministra polaca exige que "rectifique cuanto antes sus declaraciones"
  • El nuevo gobierno se desmarca de la política migratoria y medioambiental europea

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Jaroslaw Kaczynski, en el centro, líder del partido polaco Ley y Justicia, durante una manifestación progubernamental en Varsovia
Jaroslaw Kaczynski, en el centro, líder del partido polaco Ley y Justicia, durante una manifestación progubernamental en Varsovia

Tras vencer por mayoría absoluta en las generales del pasado 25 de octubre, el nuevo Gobierno conservador y euroescéptico de Polonia ha revolucionado la política del país. Apenas dos semanas después de su toma de posesión, el partido nacionalista Ley y Justicia ha escenificado su alejamiento de la UE, incluida la retirada de las banderas europeas y el rechazo a acoger refugiados.

La primera ministra polaca, Beata Szydlo, ha dicho que su país no tiene capacidad para acoger a los 7.000 refugiados aceptados por el anterior Gobierno, y ha señalado que los atentados de París del 13 de noviembre han "cambiado la situación", según traslada la agencia EFE.

Más allá, el nuevo ministro de Exteriores, Witold Waszczykowski, abierto defensor de un mayor acercamiento con EEUU, llegó a sugerir la posibilidad de armar a los refugiados sirios para que formen un Ejército y puedan volver a su país a combatir al Estado Islámico.

La Eurocámara en guardia

Este lunes, el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, ha considerado que la situación que vive Polonia tras la llegada al Gobierno de la nacionalista Ley y Justicia "tiene carácter de golpe de Estado" y ha afirmado que la Eurocámara abordará la situación próximamente.

Schulz, entrevistado en la emisora alemana Deustchlandfunk, ha pedido no obstante no precipitarse a la hora de reclamar la adopción de medidas contra un Estado europeo, aunque ha defendido que se produzca un debate al respecto.

El principal partido de la oposición polaca, Plataforma Ciudadana, anunció la semana pasada que pretendía llevar al PE la situación política del país ante las decisiones "antidemocráticas" adoptadas por la conservadora Ley y Justicia.

Rechazo polaco

Tras las manifestaciones de Shulz, la nueva primera ministra polaca, Beata Szydlo, ha instado este lunes al presidente del Parlamento Europeo a rectificar sus "inaceptables" palabras sobre Polonia. "Algo no van bien si el jefe del Parlamento Europeo habla de esa manera sobre un Estado miembro", ha dicho Szydlo.

La primera ministra ha pedido que Schulz "rectifique cuanto antes sus declaraciones y pida disculpas". Ha solicitado además de que el embajador polaco ante la Unión Europea (UE) ya ha solicitado reunirse con el presidente de PE para trasladar el malestar del Gobierno de Varsovia.

El partido opositor Plataforma Ciudadana también denuncia la deriva gubernamental y defiende que el Parlamento Europeo debería debatir además las "amenazas a la libertad de prensa, la libertad de expresión artística, y los cambios previstos en las políticas económicas del país".

La estela del húngaro Orban

Durante la campaña electoral ya se especulaba con que un Gobierno con Szydlo al frente, una política considerada moderada dentro de su partido, podría seguir los pasos del primer ministro húngaro, Viktor Orbán.

Ley y Justicia es una formación nacionalista-conservadora, de inspiración católica y programa económico de izquierdas, que quiere ratificar una visión diferente de Europa, con una política exterior que sitúa al país en la línea del llamado grupo de Visegrado, formado por la República Checa, Eslovaquia, Hungría y la propia Polonia.

De hecho, Orbán recibió con satisfacción la victoria electoral de Ley y Justicia, un triunfo que puso fin a ocho años de Gobierno del partido europeísta de centro-derecha Plataforma Ciudadana, del que ha sido líder el hoy presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Control de las estructuras del estado

El nuevo Ejecutivo polaco no sólo está cambiando el marco de relación de Polonia con la UE, sino que también sacude las estructuras nacionales, lo que ha llevado a la oposición a acusar al partido que preside Jaroslaw Kaczynski de protagonizar un auténtico "golpe de estado".

Szydlo reemplazó de manera acelerada a los responsables de los servicios secretos del país, lo que para la oposición supone el riesgo de que sean usados con fines políticos, y emprendió modificaciones en el Tribunal Constitucional que le permitirán asegurarse su control y contar con su aquiescencia ante posibles cambios de la Carta Magna.

La oposición polaca ha acusado al nuevo Gobierno de intentar controlar el Tribunal Constitucional nombrando magistrados afines, lo que le dejaría las manos libres para posibles reformas de la Carta Magna.

Posibilidad de actuar contra un estado miembro

Ley y Justicia nunca ha escondido sus planes de modificar la Constitución polaca para aumentar los poderes del presidente de la República, reducir el papel del Parlamento, minimizar la separación entre la Iglesia y el Estado o incluso incluir la prohibición del aborto.

Su margen de acción es amplio, ya que el triunfo en las generales estuvo precedido de su victoria en las elecciones presidenciales de mayo, que situaron al conservador Andrzej Duda al frente de la jefatura del Estado.

Schulz considera que hay que ser "muy cuidadosos" antes de tomar medidas contra un Estado miembro, ya que las fuerzas populistas de derechas pueden utilizar el argumento de que instituciones o países extranjeros intentan intervenir en la política interna para ganar popularidad.

Sin bandera europea, "un fondo más bello"

Para Schulz, lo que sí es ineludible es el debate: "Lo que está sucediendo en Polonia tiene carácter de golpe de Estado y es dramático. Asumo que esta semana, o a más tardar en la sesión de enero, debatiremos ampliamente sobre ellos", ha manifestado el presidente de la Eurocámara.

De forma simbólica, el distanciamiento con Europa se hizo palpable hace pocos días cuando se retiró la bandera de la Unión Europea de la sala donde la primera ministra ofrecerá su rueda de prensa semanal tras la reunión del consejo de Gobierno.

La sala pasó a estar decorada únicamente con una serie de banderas polacas, "un fondo más bello", aclaró entonces Beata Szydlo, justificando la decisión con meras razones estéticas.

Además de cuestionar la política de cuotas de refugiados, el Ejecutivo liderado por el partido Ley y Justicia también se ha manifestado en contra de nuevos recortes en las emisiones de contaminantes y en reducir el uso del carbón (básico en la cesta energética polaca) para combatir el cambio climático. Se desmarca de este modo de otro de los consensos que articulan la vinculación al carácter de la UE.

La tragedia aérea de Smolensk, herida sin cerrar

Otro de los efectos de la llegada de Ley y Justicia al poder es la reapertura del debate en torno a la tragedia aérea de Smolensk (Rusia), donde en 2010 se estrelló el avión presidencial polaco y murieron sus 96 ocupantes.

Entre los pasajeros del aparato se encontraba el entonces presidente del país, Lech Kaczynki, hermano gemelo de Jaroslaw. La formación nacionalista ha defendido reiteradamente la teoría de que el siniestro no fue un simple accidente, sino el resultado de un complot contra la cúpula del Estado.

El grado de polémica es tal que la portavoz del nuevo Gobierno polaco, Elzbieta Witek, ha opinado que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, debería ser juzgado por su actuación como primer ministro de Polonia tras el accidente aéreo de Smolensk.