Shell anuncia que eliminará 2.800 empleos adicionales debido a la compra de BG Group
- La petrolera ya confirmó la supresión de 6.500 empleos por la caída del crudo
La petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell ha anunciado este lunes que suprimirá 2.800 puestos de trabajo como consecuencia de la adquisición de la británica BG Group, lo que supone una reducción del 3% en la plantilla de todo el grupo, según ha informado la compañía en un comunicado a la Bolsa londinense.
Este recorte de empleo se suma a la eliminación de 6.500 empleos confirmada en Shell y sus subcontratas como consecuencia de la rebaja del precio del petróleo.
Según Shell, estas medidas adicionales se necesitan para poder lograr 3,5 millones de dólares de ahorro antes de impuestos, el objetivo marcado como resultado de las sinergias por la fusión con BG Group, que debe concluirse a principios del año que viene, una vez logrado el vissto bueno de los accionistas de ambas compañías.
Así, Shell absorberá la actividad de BG Group y se realizará una "reorganización" de las oficinas en todo el mundo, incluidas las presentes en Reino Unido.
En otra nota al mercado de valores de Londres, Shell informa de que ya ha obtenido la autorización para la operación de compra del Ministerio de Comercio de China, y de los reguladores de la Unión Europea, Brasil y Australia.
Algunos accionistas amenazan con vetar la operación
El consejero delegado de Shell, Ben van Beurden, subraya en ese comunicado que "este es un acuerdo estratégico que convertirá a Shell en una empresa más rentable y fuerte en un mundo en que los precios del petróleo podrían mantenerse bajos durante un tiempo".
En este sentido, uno de los principales accionistas empresariales de Shell y BG, Standard Life, ha cuestionado los beneficios de la transacción. Su director de inversiones, David Cumming, ha declarado a la cadena pública BBC que "es difícil que la operación funcione" con los precios del barril de petróleo por debajo de los 40 dólares, su mínimo desde la crisis de 2008.
Cumming no ha descartado que los accionistas "voten en contra" de la fusión de las dos empresas, "pues la penalización es bastante baja", por lo que Shell "estará bajo presión en los próximos meses para explicar cómo va a funcionar esta operación".
El pasado septiembre Shell tuvo un beneficio atribuido en los primeros nueve meses de 914 millones de euros, un 93% menos frente que en el mismo período de 2014, cuando ganó 13.051 millones. Su facturación se situó en 189.027 millones de euros, un descenso interanual del 37%, mientras que el beneficio bruto alcanzó 2.091 millones (un 91% menos).