Enlaces accesibilidad

La oficina europea antifraude investiga cómo usó Volkswagen los créditos del BEI de los últimos 25 años

  • El organismo elude confirmar los detalles del caso adelantados por la prensa
  • Medios alemanes apuntan a 4.600 millones concedidos, entre otras cosas, para I+D

Por
Periodistas, a la espera del comienzo de una rueda de prensa de la cúpula de Volkswagen
Periodistas, a la espera del comienzo de una rueda de prensa de la cúpula de Volkswagen, el pasado día 10.

La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude ha abierto una investigación sobre otra vertiente del escándalo de emisiones de Volkswagen, según ha confimado a France Presse, que adelanta que se trataría de comprobar si el gigante alemán utilizó de forma fraudulenta los créditos que el Banco Europeo de Inversiones le ha concedido desde 1990.

En esos 25 años, el fabricante de automóviles habría recibido 4.600 millones de euros del BEI, entre otras cosas, para financiar la investigación y el desarrollo de motores propios, según ha informado este miércoles el diario alemán Süddeutsche Zeitung, el primer medio en publicar la información.

El servicio de prensa de la oficina antifraude ha eludido comentar el contenido de la investigación a la agencia francesa, pero ha precisado que la apertura de una investigación no significa automáticamente que haya habido fraude.

El papel de Bosch bajo la lupa

Por otro lado, la Fiscalía de Stuttgart investiga la presunta implicación en el escándalo de Volkswagen del fabricante de equipamiento para automóviles Bosch, que provee al gigante alemán de la automoción de programas informáticos para sus motores. En septiembre, el fiscal de Brunswick ya abrió otra investigación similar.

"Investigamos a X, que es una empresa que podría haber ayudado a un gran fabricante de automóviles al proporcionarle un software", ha explicado a France Presse un portavoz de la Fiscalía, que por razones de confidencialidad no ha confirmado explicítamente los nombres de X y el fabricante, pero hay que recordar que la sede central de Bosch está situada cerca de Stuttgart.

El nombre de Bosch ha circulado desde el principio entre los posibles salpicados por el escándalo, pero la compañía ha negado cualquier responsabilidad y conocimiento de los hechos.