'Sufragistas', una necesaria lección de historia sobre la lucha por el voto femenino
- El filme narra la dura pugna por la conquista de los derechos de las mujeres
- RTVE.es avanza en exclusiva una entrevista con la protagonista, Carey Mulligan
Sufragistas ofrece una necesaria e instructiva lección de historia sobre el origen del movimiento en apoyo del derecho al voto de las mujeres. La cinta, que se estrena este viernes, está dirigida por Sarah Gavron y cuenta con Carey Mulligan como protagonista, y recupera para el cine un hecho histórico por el que ha pasado de puntillas.
El filme refleja, sin caer en maniqueísmos, que la conquista de los derechos no cae del cielo, y que arrancó bajo el empuje de decenas de pioneras que abanderaron el cambio pagando con el ostracismo social y penas de prisión. Estas mujeres sufrieron el menosprecio de las autoridades; el propio Churchill describió su discurso como "fuente de mentiras" y el escritor Conan Doyle las calificó despectivamente como "hooligans femeninas".
La película nos sitúa en la Inglaterra de 1912, a las puertas de la Primera Guerra Mundial, y retrata como las activistas viendo como sus protestas pacíficas para conseguir el sufragio eran ignoradas, se van radicalizando en una escalada cada vez más violenta.
Las sufragistas reales reventaban escaparates, se manifestaban a las puertas del Parlamento e incluso una de ellas acuchilló la Venus del Espejo de Velázquez en la National Gallery de Londres, para centrar la atención en sus reivindicaciones.
En este contexto social, observamos la progresiva toma de conciencia de Maud, una lavandera interpretada de forma sobresaliente por Carey Mulligan (nominada al Oscar por An Education), que se erigirá en una revolucionaria con un alto coste para su vida.
El retrato que dibuja este drama histórico señala un doble rechazo al avance de las mujeres, por un lado, por parte de un anquilosado sistema político y económico, y por otro, por un orden patriarcal y machista imperante.
Fuera del relato queda, aunque subyace de forma implícita en las escenas de la lavandería, un mayor desarrollo del vínculo del sufragismo con la lucha obrera por unas condiciones de trabajo dignas para mujeres sometidas a un trato infrahumano.
Tampoco ahonda en la amplitud y la importancia del movimiento, ya que la narración se centra en el seguimiento de uno de los “comandos” hostigado por la policía.
Sufragistas es un proyecto con un equipo mayoritariamente femenino. Dirigida por Sarah Gavron (Brick Lane) y escrita por Abi Morgan (guionista de Shame y La dama de hierro). La superproducción cuenta con una factura estética impecable aunque su estructura es académica y algo previsible, amparada en un relato sencillo.
Destaca en su cuidada ambientación artística la fotografía en tonos grises, obra del catalán Eduard Grau (Buried), que “ensucia” un ambiente proletario previo al estallido de la guerra.
La lucha continúa
La narración es creíble por el buen hacer de un elenco de altísima calidad, que carga el peso en una inspiradora y contenida Mulligan digna de premios, a la que acompañan una solvente Helena Bonham Carter, y Meryl Streep que interpreta en un breve papel a Emmeline Pankhurst, una de las fundadoras del sufragismo.
Sufragistas es cine comprometido, duro, emotivo y a ratos sombrío, aunque no adoctrina y adopta una expresión visual similar a la de un documental (Gavron es directora de documentales), al rescate de un episodio histórico crucial que en cierta forma ha caído en el olvido.
“Se ruedan películas sobre cosas que pasaron ayer, en cuanto surge un gran escándalo como Wikileaks o un ataque terrorista, pero en cien años no se había hecho una película sobre Emily Wilding Davison y el movimiento sufragista. Fue un movimiento importantísimo en nuestra historia y no se ha contado como merece. Por eso creemos que debemos contarlo bien”, señala la actriz Carey Mulligan en una entrevista avanzada en exclusiva en RTVE.es.
“Todas las niñas deberían conocer estos hechos y todos los niños deberían grabárselos en su corazón.", ha declarado Meryl Streep sobre el tema.
“Hechos, no palabras”, mantienen como lema las activistas en un filme necesario que trae a la actualidad en sus créditos finales, la continúa lucha de las mujeres por sus derechos en muchos países del mundo.