Rajoy pide el voto para evitar una coalición que "lleve a España a la ruina"
- Alerta contra una alianza de PSOE, Podemos "y los que se quieran apuntar"
- "No estamos para jugar a la ruleta rusa", advierte el presidente del Gobierno
- El candidato del PP cierra la campaña en sus feudos de Valencia y Madrid
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Con los más fieles seguidores de su partido, los de Madrid y los de Valencia, con un último mensaje enérgico, el presidente del Gobierno y candidato a la reelección, Mariano Rajoy, ha cerrado este viernes su campaña antes de las elecciones generales en sus principales feudos, alertando contra una coalición de PSOE, Podemos y "todos los que se quieran apuntar" para echarle de la Moncloa y ha subrayado que los ciudadanos que no quieran que en España gobiernen "ocho o nueve" partidos y "organicen la que han organizado siempre" deben votar al PP este domingo.
Ante unas 5.000 personas entregadas a su líder en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia, en primer lugar, y dos horas después, ante más de 2.000 afiliados, simpatizantes y cargos del PP madrileño, además de su equipo de campaña y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el candidato del PP ha remarcado el que ha venido a ser su mensaje de esta recta final de su campaña: el peligro de las coaliciones de izquierdas que pueden poner en jaque la gestión del Gobierno y la "confianza" generada con ella.
"Algunos están jugando a la coalición: PSOE, Podemos, unos cuantos nacionalistas y unos cuantos partidos de extrema izquierda", ha señalado Rajoy, y ha pedido el voto al PP para evitar que los partidos de esta eventual alianza "lleven España a la ruina". "No estamos para jugar a la ruleta rusa", ha advertido.
"Dar marcha atrás a políticas antiguas, cansadas, aburridas, sería un enorme error que como nación no nos podemos permitir", ha dicho refiriéndose al PSOE. Y pensando en los emergentes Podemos y Ciudadanos: "Jugar a los experimentos, a las novedades, a las tertulias y a la nada es algo que un país como este, joven, antiguo, moderno, con personalidad y con importancia, no se puede permitir".
"Por eso os convoco a un último esfuerzo", ha pedido Rajoy por última vez en esta quincena. "No termina la campaña electoral. ¡El domingo vamos a ganar las elecciones!", ha exclamado ante los militantes-comensales que le han esperado pacientemente y escuchado antes de degustar una cena navideña con la que tradicionamente despide el PP de Madrid el año y que en esta ocasión ha servido también arropar a su candidato, deseándose todos feliz Navidad y prósperas elecciones.
Elegir entre "Rajoy, o PSOE, Podemos y los que se quieran apuntar"
A la luz de las encuestas internas manejadas en el equipo de campaña del PP, Mariano Rajoy ha incrementado la intensidad de sus mensajes en los últimos días y los ha reorientado para pedir el voto no solo en razón de su gestión, como ha defendido desde su primer mitin, sino fijando un nuevo adversario a batir, o mejor dicho, a evitar, un Podemos vinculado al PSOE -antes incluso que la posibilidad de un PSOE apoyado en Podemos- que sumaría además sus alianzas territoriales en Galicia, Cataluña y la propia Comunidad Valenciana.
En juego en este último envite estaba además afianzar el voto madrileño -donde están en juego 36 diputados, el 10% del Congreso, y los 'populares' defienden 19- y el valenciano -se eligen 32 escaños, y el PP tiene actualmente 20, nueve de ellos en la provincia de Valencia-.
"No está España para estropear lo hecho ni para tirar por la borda los sacrificios que han hecho los españoles a lo largo de los últimos cuatro años", ha proclamado, recordando la situación que encontró al llegar al Gobierno en 2011 con un país "al borde de la quiebra", de la salida del euro y perdiendo bienestar, riqueza y 1.400 puestos de trabajo al día, a lo que ha contrapuesto la actual recuperación en el empleo.
"Vamos por el buen camino, el rumbo está fijado y estamos en la buena dirección, pero queda mucho por hacer", ha afirmado en su segundo acto electoral en la Comunidad Valenciana, después del que protagonizó en Orihuela, en la provincia de Alicante.
"Qué fácil es hablar y qué difícil es gobernar"
Buena parte de su discurso la ha dedicado también, como ha hecho puntualmente en todos sus mítines, a subrayar el valor de la experiencia y el equipo del PP frente a la emergencia de nuevas marcas.
"Esto -el PP- es un partido político, no es un partido de hace un cuarto de hora, el producto de una operación de marketing, de una sola persona, generado en una tertulia de televisión", ha descrito, en referencia a Ciudadanos y Podemos. La última referencia al partido de Albert Rivera, de pasada y apta casi solo para oídos atentos: "El PP no es la fuerza de un ciudadano (pausa a modo de guiño), sino de miles de militantes, 800.000 en toda España", decía.
"Qué fácil es hablar y qué difícil es gobernar, aguantar el tipo y soportar las presiones", ha destacado, para subrayar que "la confianza cuesta mucho ganarla y cuesta poco perderla", por lo que ha insistido en la necesidad de apostar por su partido para garantizar el progreso.
"Lo único que no podemos hacer es volver atrás, porque hay unos riesgos en el futuro en los que podemos caer si no actuamos bien y no seguimos actuando con coraje y con las mismas políticas de estos mismos años". "Yo estoy dispuesto a ganar y voy a ganar el domingo", ha terminado su intervención, antes de volar hacia Madrid, donde celebró un último acto electoral, un mitin-cena en el recinto ferial Ifema de Madrid.
Comparte mantel con Aguirre, Cifuentes, Cospedal y Santamaria
Después de una legislatura que Rajoy ha subrayado como "muy díficil para todos, para los españoles y para quienes han estado al frente del Gobierno", y de una campaña en la que se ha trabajado la calle y la base de su electorado, esta última noche tocaba un baño de masas.
Recibido en Madrid a gritos de "presidente, presidente" y bajo un aluvión de fotos, selfies, abrazos y ánimos, Rajoy se ha rodeado en Madrid de los militantes y cargos del PP en la Comunidad, encabezados por la presidenta Cristina Cifuentes y la líder del PP madrileño, Esperanza Aguirre, además de la secretaria general 'popular', María Dolores de Cospedal y la vicepresidenta del Gobierno y número dos por Madrid, Soraya Sáenz de Santamaría.
Con todas ellas, con su equipo de campaña, los ministros Montoro y García Tejerina y con su mujer, Elvira Fernández, ha compartido mesa y mantel campestre de cuadros rojos, y un menú con entremeses, pularda rellena como plato principal y un postre de chocolate, acompañado de un vino madrileño cosecha de 2011 -la añada de la mayoría absoluta-.
Apenas dos horas y media antes, Rajoy recibía también el respaldo de los simpatizantes valencianos, totalmente volcados con él, y que le han interrumpido a lo largo de su intervención con cánticos como "Yo soy español, español, español...", "Mariano, amigo, Valencia está contigo" y "Quién va a ganar, el Partido Popular", que han arrancado la sonrisa cómplice del presidente en varias ocasiones.
En Madrid, el canto coreado por las más de 2.000 personas congregadas era: "Oa, oa, oa, Mariano a la Moncloa", a lo que el presidente contestó: "Ahí me voy a quedar". Acabó sus 15 días de caravana Mariano Rajoy fotografiándose en el escenario con cuatro niños, antes de disponerse a apurar la última cena de campaña.