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Richard Ford: "Soy más feliz si me río al escribir"

  • El escritor publica Francamente, Frank, que recupera a Frank Bascombe
  • Su hilo conductor es el huracán Sandy, que le causó "un enorme efecto"

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Entrevista con Richard Ford: "Soy más feliz si me río al escribir"

Richard Ford (Misisipi, EE.UU., 1944), considerado uno de los escritores vivos más importantes de la literatura anglosajona, recupera a su personaje más querido y alter ego, Frank Bascombe, en Francamente, Frank, para poder escribir sobre el huracán Sandy, que arrasó la costa este de Estados Unidos en 2012 dejando tras de sí decenas de muertos y millones de afectados.

"El huracán Sandy causó un enorme efecto en mí porque vivía allí y vi toda la destrucción de muy cerca. Quería escribir sobre ello porque me afectó mucho", explica Ford en una entrevista con RTVE en Barcelona este mes, con motivo de la presentación en España de Francamente, Frank (Anagrama, 232 páginas, 18,90€), que salió a la venta el pasado noviembre.

"Y creía que Bascombe era el modo de contarlo, porque él vive en Nueva Jersey y sabe mucho de casas. No parecía difícil y parecía natural que fuese el narrador de la historia", añade el autor sobre el personaje que protagoniza su exitosa trilogía compuesta por El periodista deportivo (1986), El día de la independencia (1995) -la única novela que ha ganado a la vez el Pulitzer y el Premio Faulkner- y Acción de gracias (2006).

Su nueva obra llega solo dos años después de Canadá (Anagrama), su séptima novela, publicada en EE.UU. en 2012 y traducida al español en 2013.

La franqueza de la edad

Portada de 'Francamente, Frank' (Anagrama) RTVE

La octava novela de Richard Ford se compone en realidad de cuatro relatos narrados por Bascombe, el escritor frustrado metido a periodista deportivo y luego a agente inmobiliario que tiene ya 68 años, está jubilado y vive cómodamente instalado en la zona residencial de Haddam (Nueva Jersey), donde el huracán Sandy ha causado estragos, aunque él no ha resultado afectado directamente.

Este Frank Bascombe, testigo de la historia norteamericana del cambio de siglo y siempre irónico, provocativo y políticamente incorrecto, lo es aún más -si cabe- porque con 68 años ya no se tiene ni un solo pelo en la lengua y se puede decir en voz alta lo que se piensa. Y a eso remite el título del libro, que en inglés es aún más claro: Let Me Be Frank with you ("Déjame ser franco").

Según Ford, Frank trata de hacer que sus 68 años "sean parte de su existencia" y piensa en "qué consiste tener 68 años". En su opinión, no obstante, el hacerse viejo no implica cambios en las personas: "Yo estoy cerca de esa edad (tiene 71 años) y no es diferente a otra cosa. Es como si tuviese 58 o 48".

A través de estas cuatro historias, en las que el huracán Sandy solo es realmente protagonista en la primera -"Aquí estoy yo"-, Richard Ford trata temas como el desplome del mercado mobiliario, el racismo -"Todo podría ser peor"-, el matrimonio -"La nueva normalidad"- y el envejecimiento, la enfermedad y la muerte -"Muertes de otros"-, entre otras temáticas, prácticamente transversales a todos los relatos.

Para conectar unas historias con otras, Ford ha usado una "especie de truco superficial" para darle cohesión al poner como título de cada nueva historia las últimas líneas de la anterior.

La importancia del humor

Lo que no ha cambiado es el humor ingenioso, irónico y socarrón de Frank Bascombe, un elemento que Richard Ford comparte con su alter ego y con su "Yo por Defecto" y que considera fundamental a la hora de escribir.

"Te tiene que gustar lo que haces cuando escribes libros. No es un trabajo duro, pero puede ser tedioso. Pongo humor en las historias porque yo tengo sentido del humor. Me gusta eso. Y creo que hace las partes más graves y oscuras de la historia más agradables. Pero, a decir verdad, en el sentido más práctico quiero divertirme a mí mismo. Si de repente estoy escribiendo algo y me hace reír, soy más feliz. Y eso hace el proceso de estar en mi habitación durante muchas horas y días más placentero", asegura el Premio Pultizer.

De ese humor irónico podremos seguir disfrutando después de Francamente, Frank, pues Richard Ford, pese a no querer hacer muchos planes de futuro por su edad, tiene intención de escribir otra novela y "otro libro con Bascombe".