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170 palestinos y 26 israelíes han muerto en 2015 en ataques y choques, según la ONU

  • El informe cifra en 15.377 los heridos palestinos y 350 heridos israelíes
  • La mayoría de los casos se produjeron en la ola de violencia desatada en octubre

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Palestino abatido por soldados israelíes tras un intento de apuñalamiento en Hebrón
Palestino abatido por soldados israelíes tras un intento de apuñalamiento en Hebrón

La Oficina para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) ha ofrecido este miércoles un recuento de fallecidos en el conflicto en Oriente Medio durante 2015, que asciende a 170 palestinos y 26 israelíes, en ataques y enfrentamientos en el territorio palestino ocupado e Israel.

En un comunicado la Oficina de la ONU ofrece los datos desde comienzos de año hasta el 28 de diciembre. El 83 por ciento (141) de los palestinos, y el 85 por ciento (22) de los muertos israelíes se han registrado en la actual ola de violencia, que se inició el pasado 1 de octubre.

Precisa el informe que alrededor del 63 por ciento de los decesos palestinos desde esa fecha fueron de agresores o supuestos autores de ataques contra israelíes.

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Cisjordania y Jerusalén Este, áreas de mayor incidencia

La OCHA también cifra en 15.377 los heridos palestinos y en 350, los israelíes, durante el año que concluye este jueves.

En torno al 90 por ciento de los heridos palestinos se registraron en el territorio ocupado de Cisjordania y Jerusalén Este, en su gran mayoría durante manifestaciones y enfrentamientos.

Alrededor del 56 por ciento de los damnificados lo fueron por inhalación de gas lacrimógeno que requirió intervención médica; el 25 por ciento resultó herido por balas recauchutadas; el 14 por ciento, por fuego real y el resto por agresiones físicas u otro tipo de lesiones.

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Viviendas demolidas

El informe sobre 2015 recoge que 530 estructuras palestinas fueron destruidas por las autoridades israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este, provocando el desplazamiento de 742 palestinos, y afectó a otras 2.600 personas.

La mayor parte de estas infraestructuras fueron destruidas por la falta de permisos de construcción emitidos por las autoridades israelíes.

Un total de 19 viviendas de familiares y residencias vecinas de palestinos fueron destruidas por Israel por razones punitivas, al estar acusados sus habitantes de cometer ataques contra israelíes.