Casi 3.000 civiles han muerto en Yemen en últimos nueve meses según la ONU
- En diciembre 81 civiles fueron asesinados y otros 109 resultaron heridos
- La guerra ha disparado el avance de grupos yihadistas, como Al Qaeda o el EI
- Escucha: La situación humanitaria en Yemen
El conflicto que se libra en Yemen se ha cobrado la vida de 2.795 civiles y ha dejado 5.324 heridos en los últimos nueve meses. Así lo ha denunciado este martes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Sólo en diciembre, 81 civiles fueron asesinados y otros 109 resultaron heridos, ha revelado la ONU, que facilitó datos recogidos desde el 26 de marzo hasta el 31 de diciembre de 2015.
Edros al Zubeidi, gobernador de la provincia yemení de Aden, ha salido ileso este martes de un atentado con coche bomba en el barrio de Al Mansura de la ciudad de Aden. El pasado 6 de diciembre el anterior gobernador, Yafar Mohamed Saad, murió junto a cinco de sus guardaespaldas en un atentado con coche bomba en Aden reivindicado por el EI.
Bombas de fragmentación
Funcionarios del Alto Comisionado han encontrado remanentes de bombas de fragmentación cerca de una plantación de bananas en la provincia de Hajjah y entrevistaron a dos personas que resultaron heridas tras pisar bombas sin estallar. El órgano señala que ha recibido "informaciones alarmantes" del uso de este tipo de armas prohibidas.
En este sentido, el portavoz del Alto Comisionado, Rupert Colville, ha indicado en rueda de prensa que hay fotos de las mismas, aunque no pudo determinar cuándo fueron lanzadas las bombas, aunque algunos testigos señalan el mes de julio.
El enviado especial de la ONU para Yemen, Ismail Ould Cheikh Ahmed, viajará esta semana a la región para intentar dinamizar el proceso de paz.
Conversaciones de paz infructuosas
Una ronda de seis días de negociaciones de paz para Yemen concluyó el pasado 20 de diciembre en Suiza sin el esperado acuerdo para un alto el fuego permanente en ese país, pero con el compromiso de que las conversaciones se reanudarían a mediados de enero. La nueva ronda de negociaciones está previsto que se lleve a cabo el próximo día 14 en un lugar todavía por determinar.
Los rebeldes hutíes -de confesión chíi y que cuentan con el apoyo no expreso de Irán- lanzaron una ofensiva en septiembre del 2014, y a pesar de algunas pérdidas, controlan actualmente gran parte del país, incluida la capital, Saná.
En marzo de este año, Arabia Saudí, con el apadrinamiento de Estados Unidos, tomó la iniciativa de actuar contra los rebeldes hutíes, y logró convencer a ocho regímenes de credo suní a formar una coalición. La guerra ha permitido además el avance en Yemen de distintos grupos yihadistas, como Al Qaeda o el Estado Islámico.
Guerra contra la población civil
En junio de 2015, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó de que la guerra en Yemen estaba causando graves daños a la población civil, sometida a los bombardeos y el bloqueo de la coalición internacional liderada por Arabia Saudí,
"Esta guerra parece más una guerra contra la población que entre bandos", aseguró en ese momento a RTVE.es Teresa Sancristóval, responsable de la unidad de emergencias de MSF.
"Cuando las ciudades se convierten en objetivo, cuando los campos son objetivos y el acceso al agua se convierte en una política... no se está teniendo en cuenta a la población", argumentó.
Una bomba cada tres minutos
La cooperante relató que "en Yemen cae una bomba cada tres minutos, durante días y días. En sitios como Saada, una ciudad del tamaño de Toledo, cae una bomba cada 10 minutos".
A finales de marzo de 2015, la coalición de países árabes liderada por Arabia Saudí comenzó a bombardear a los rebeldes hutíes de Yemen,minoría chií opuesta al presidente, Abu Rabbo Mansur Hadi. Al principio, las bombas caían sobre lugares supuestamente estratégicos, pero paulatinamente los objetivos se han ido ampliando.
Una de las primeras acciones de la coalición fue bombardear un campo de desplazados y ahora la población evita las concentraciones, lo que dificulta aún más la distribución de ayuda humanitaria. "En la región desértica de Harad, 40.000 personas se esconden debajo de árboles u otros sitios. Nuestro problema es hacerles llegar el agua. Ahora llega el verano, con 54ºC, y nuestra preocupación son los niños", ha añadido la representante de MSF.