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El Estado Islámico se atribuye la autoría del atentado en la base militar de Zlintan

  • El atentado con camión bomba dejó 60 muertos y 120 heridos
  • La rama libia del EI se ha atribuido la autoría
  • El ataque se dirigió contra alumnos de una escuela de policía

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Un hombre inspecciona el lugar donde fue perpetrado un atentado yihadista en Zitlan
Un hombre inspecciona el lugar donde fue perpetrado un atentado yihadista en Zitlan

La rama libia del grupo yihadista Estado Islámico (EI) ha asumido este viernes la autoría del atentado que el jueves mató a más de 60 personas y causó heridas a más de 120 en una base militar de la ciudad de Zlintan en Libia.

En un comunicado difundido a través de redes sociales, la organización asegura que seguirá atacando el país para derrotar a los infieles.

El atentado ocurrió a primera hora de la mañana cuando un hombre al volante de un camión cisterna lo empotró frente a la puerta de la base, utilizada para el entrenamiento de los guardias que luchan contra la inmigración irregular.

Un camión bomba explota en una academia de policías en Libia

El control del petróleo

Horas después, seis agentes de seguridad de las instalaciones petroleras y un civil murieron en un segundo atentado, perpetrado contra un puesto de control en la ciudad de Ras Lanuf, en el este de Libia.

Responsables de seguridad en la vecina localidad de Ajdabiya explicaron este viernes a Efe que un hombre al volante de un vehículo marca "Toyota" cargado de explosivos se empotró contra el puesto y causó además cinco heridos.

Grupos yihadistas libios afines a la organización Estado Islámico emprendieron el lunes una ofensiva para hacerse con el control de los puertos petroleros de Ras Lanuf y Sidra, los más importantes del país.

Este intento de asalto, repelido por la seguridad privada que protege las terminales, ha causado ya la muerte a más de una decena de combatientes de ambas partes.

Un caos interminable y un peligroso vacío de poder

Libia es víctima del caos y la guerra civil desde el derrocamiento de Muamar al Gadafi. Desde entonces, el poder ha estado divido entre dos gobiernos, uno en Trípoli y otro en Tobruk, éste último reconocido por la comunicad internacional, en lucha por el control territorial apoyados por señores de la guerra, mafias de tráfico de armas y personas y diferentes tipos de milicias.

En el últimos doce meses, los radicales se han establecido en la localidad de Derna, fronteriza con Egipto, han penetrado en barrios de la ciudad de Bengasi, la segunda en importancia del país, y conquistado la mayor parte de Sirte, urbe costera situada a unos 450 kilómetros de Trípoli. Además, han puesto cerco a las principales instalaciones petroleras del país y penetrado en la ciudad de Sabratha, a medio camino entre la capital y la frontera con Túnez.

En medio, la ONU, que ha emitido este jueves un comunicado de condena del atentado en Zlitan, fomenta la creación de un gobierno de unidad nacional que acabe con el vacío de poder y aúne fuerzas contra los yihadistas. Del enfrentamiento se aprovechan bandas armadas afines al EI, que junto a la Organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) han ampliado su influencia en el país y en todo el norte de África.