Los Angeles da el último adiós a 'Lemmy' Killmister, líder de Motörhead
- Amigos y familiares despiden al músico, que falleció de cáncer
- El cementerio de Forest Law Memorial y el Rainbow Bar, los escenarios
Amigos y familiares de Ian ‘Lemmy’ Killmister, líder de la banda de rock Motörhead, han rendido tributo este sábado al músico, fallecido el pasado 28 de diciembre, con un funeral en Los Ángeles y un homenaje en el mítico Rainbow Bar & Grill de Sunset Strip.
Lemmy murió a los 70 de años de edad, poco después de que le fuera diagnosticado un cáncer muy agresivo.
La ceremonia, celebrada en el cementerio Forest Lawn Memorial, fue una celebración del legado y vida de Lemmy, con fotografías del grupo, botas negras, botellas de bourbon, el característico sombrero de Lemmy y amplificadores de sonido presidiendo la escena.
Paul Killmister, hijo de Lemmy, rindió tributo a su padre en un discurso en el que destacó su autenticidad: “No era solo un músico y compositor, era un líder como ningún otro”, dijo Killmister, quien añadió que su padre era “un espíritu libre” para quien “tocar en directo lo era todo”.
Señaló además que nadie puede escoger a sus padres, pero afirmó que a él le tocó "la lotería" al tener a un padre como Lemmy.
Estrellas del rock le rinden homenaje
Entre los invitados estaban músicos como Dave Grohl (Foo Fighters), Slash (Guns N' Roses), Robert Trujillo y Lars Ulrich (Metallica), Rob Halford (Judas Priest) o Scott Ian (Anthrax) pasaron por el micrófono del acto para honrar la memoria de Lemmy.
Slash dijo que la imagen de hombre duro del líder de Motörhead se contraponía a su naturaleza amable, aunque también destacó que Lemmy nunca abandonó el estilo de vida del rock’n’roll.
Lars Ullrich destacó que siempre citó a Motörhead y a Lemmy como “la principal inspiración” para el nacimiento de Metallica; por ello agradeció a Killmister “por ayudar a conformar quien soy hoy en día”.
También le dijo adiós por última vez Mikkey Dee, batería en Motörhead desde 1992, quien subrayó de Lemmy que vivió lo que él consideraba "una vida perfecta": girando con su banda, entreteniendo y haciendo que la gente disfrutara.
"Tómate las cosas con calma en el otro lado", bromeó Dee en una ceremonia que se cerró con un bajo sonando al máximo de volumen y en distorsión, tal y como solía hacer Lemmy en sus atronadores conciertos.
Mensajes y dedicatorias de los fans
Mientras, el Rainbow Bar & Grill acogió durante todo el sábado una jornada especial de homenaje al rockero, con centenares de seguidores de todas las edades, con chupa de cuero, camisetas siempre negras del grupo y tatuajes de todo tipo, peregrinando a este famoso local situado en Sunset Strip.
Un mural con la silueta del cantante en el exterior del bar sirvió para que los amantes de Motörhead escribieran sus dedicatorias y mensajes al líder del grupo, mientras que dentro del local se instaló una especie de altar en el rincón donde Lemmy solía sentarse con velas, flores, botellas, una foto suya haciendo un corte de mangas y un cartel que decía "reservado".
Jeff y Janine fueron dos de los fieles seguidores de Motörhead que se acercaron a Sunset Strip para celebrar con sus amigos y recordar entre cervezas lo que definieron como "el final de una era".
"Fue el Elvis del heavy metal", dijeron a Efe sobre un músico del que alabaron que era "auténtico", "real" y que vivía para el rock sin preocuparse por "el ego".
Añadieron que los seguidores del punk y el metal podían discutir acerca de cualquier grupo, pero que siempre estarían todos de acuerdo en lo buenos que eran Motörhead, y aseguraron que, pase lo que pase en el futuro, "no habrá nadie como Lemmy".
Un icono del rock
Ian ‘Lemmy’ Killmister nació en Stoke on Trent, Inglaterra, el 24 de diciembre de 1945. Tras tocar en varias bandas locales británicas en los años 60, en 1971 ingresó en la banda de rock spacial Hawkwind, antes de formar en 1975 su propio grupo, Motörhead.
Acompañado del guitarrista ‘Fast’ Eddie Clark y el batería Phil ‘Philthy Animal’ Taylor –que también falleció en noviembre pasado-, Lemmy publicó durante la segunda mitad de los 70 y principios de los 80 álbumes como Overkill, Bomber o Ace of Spades que hiceron de Motörhead una de las bandas más populares del hard-rock y que convirtieron a ‘Lemmy’ un icono.
Tras la disolución en 1984 de la formación clásica, Lemmy siguió al frente de Motörhead, con los que ha publicado más de una veintena de discos en estudio, además de decenas de directos y recopilatorios.
El músico, que desde hace años se mudó a Los Angeles, se mantuvo en activo todos estos años con constantes actuaciones en directo hasta días antes de su fallecimiento.