El sufrimiento de Madaya "no tiene parangón" en Siria, según la ONU
- La ciudad lleva sitiada seis meses por el ejército de Al Asad
- Testigos de la ONU relatan haber hallado “una muchedumbre de niños hambrientos"
- 40.000 civiles han sufrido condiciones extremas
- Cientos de personas continúan en peligro de muerte por desnutrición
Los habitantes de Madaya, ciudad siria sitiada por el ejército de Al Asad, se mueren de hambre. Sus sufrimientos "no tienen parangón" con lo que ocurre en el resto del país asolado por la guerra civil. Así lo ha descrito este martes Sajjad Malik, representante del Alto Comisariado de la ONU para los refugiados, tras comprobarlo con sus propios ojos, informa AFP.
Los testigos pertenecen a un convoy de ayuda humanitaria fletado por la Cruz Roja y la ONU, medio centener de camiones con suministros médicos y alimentos que han logrado acceder tras una tregua concedida por Al Asad.
“Una muchedumbre de niños hambrientos a nuestro alrededor”, declaró Sajjad Malik, representante de ACNUR en Siria, a través de un mensaje de texto desde la aislada ciudad. “Es desgarrador ver a tanta gente hambrienta. Hace frío y está lloviendo, pero hay entusiasmo porque estamos aquí con comida y mantas”.
Los primeros cuatro camiones, que transportaban productos de primera necesidad como mantas, paquetes de arroz, aceite y lentejas, pudieron entrar a la ciudad, donde un grupo de voluntarios comenzaron a descargarlos en la oscuridad, bajo las miradas atentas de personas hambrientas, muchos niños entre los ellos.
"Lo que hemos visto es horrible, no había vida. Todo estaba en calma. Testimonios fiables relatan que hay personas que han muerto de hambre", explica Malik, y añade: "Lo que hemos presenciado en Madaya no tiene parangón con lo que ocurre en otros lugares de Siria".
Trescientos evacuados
Al menos 300 personas han sido evacuadas este lunes de la ciudad, según ha dicho a Efe el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman. Forman parte de los más de 40.000 civiles que han estado atrapados en condiciones extremas y sin ayuda humanitaria durante casi tres meses.
El activista ha señalado que además hay otras 400 personas enfermas que necesitan recibir tratamiento médico por su estado de salud y que esperan ser evacuadas de un momento a otro. En caso de no recibir atención médica, se "enfrentan a la muerte", según la ONU. La situación, según esta organización es "muy crítica" y las agencias humanitarias trabajan para que el Gobierno sirio les permitan salir de Madaya.
El lunes, unas 100 familias han dejado la ciudad durante la noche en dirección a zonas bajo control gubernamental, según las agencias internacionales.
Niños esqueléticos, sin fuerzas para jugar
"La gente se reunió en el mercado" para recibir al convoy, cuenta Elzabeth Hoff, delegada en Damasco de la Organización Mundial de la Salud. "Hemos visto a muchos desnutridos, hambrientos. Estaban esqueléticos, cansados, absolutamente indolentes. Ningún rostro sonreía. No es lo que podrías ver a la llegada de un convoy de alimentos. Los niños con los que hablé no tienen ni fuerzas para jugar".
"Los médicos cuentan que los enfermos prefieren gastar lo poco que les queda en alimentos antes que en medicinas", añade Hoff.
La representante exige taxativa: "Necesitamos acceso completo y sostenido. Lo único que podrá ayudar en el largo plazo es la suspensión del asedio militar".
La asistencia humanitaria, en manos de los responsables de la guerra
La llegada de suministros se debe al acuerdo alcanzado por los contendientes el pasado jueves, cuando Damasco autorizó la distribución de ayuda. Madaya sufre el asedio por parte del régimen sirio y de su aliado, el grupo chií libanés Hizbulá, desde hace 180 días.
En un comunicado, el CICR destaca que se trata de una ayuda vital para miles de personas y detalla que la asistencia consiste en comida, material sanitario y mantas, entre otros suministros. La directora de la delegación del CICR en Siria, Marianne Gasser, apunta en la nota que esto solo es el comienzo de la operación, ya que "es probable que dure varios días", y reclama tener un "acceso habitual" a las ciudades sitiadas.
Anoche, el jefe humanitario de las Naciones Unidas, Stephen O'Brien, advirtió tras una reunión del Consejo de Seguridad de que cientos de personas debían ser evacuadas inmediatamente de Madaya para recibir atención médica o podrían fallecer.
Asimismo, otros convoyes con ayuda para 20.000 personas han podido acceder a las ciudades asediadas de Foa y Kefraya, al noroeste del país y próximas a la frontera con Turquía, donde la población ha sufrido carencias severas de alimento y productos básicos, desde que se cortó el acceso humanitario y comercial el pasado octubre.
Alimentarse con hojas de árboles
Un primer convoy de ayuda humanitaria ha conseguido entrar en la ciudad asediada desde hace seis meses por las fuerzas que respaldan al presidente sirio, Bachar al Asad. La población sufre la falta de alimentos hasta el punto de que al menos una decena de personas han fallecido recientemente por inanición y la gente se está viendo obligada a comer hojas de los árboles.
Entre 44 y 50 camiones de la Cruz Roja y la ONU, cargados con alimentos y suministros médicos, han logrado entrar en la ciudad, según ha confirmado el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Siria, Pawel Krzysiek.
Durante los próximos días, nuevos convoyes se desplazarán a estas zonas con ayuda humanitaria de ACNUR, incluyendo mantas, ropa de invierno, latas, útiles domésticos y pañales. Agencias colaboradoras están suministrando comida y medicinas mediante los convoyes organizados por la ONU, el Comité Internacional de Cruz Roja y la Media Luna Roja Árabe Siria.
Seis años de conflicto y casi cinco millones de personas en peligro
El cargamento humanitario fue organizado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU y la Media Luna Roja Siria.
En un comunicado, esta última organización precisó que el convoy que accedió el lunes a Madaya transportaba 7.800 paquetes de alimentos "suficientes para 40.000 personas", además de comida para bebé y mujeres embarazadas, medicinas y 20.000 mantas.
A punto de cumplirse el sexto año de conflicto en Siria, más de 4,5 millones de personas viven en áreas de difícil acceso en el país y 400.000 se hallan en alguna de las 15 localidades sitiadas, a las que no se puede entregar la ayuda que tan desesperadamente necesita su población.
En el último año, solo un 10 por ciento de las peticiones de acceso a estas áreas fueron aprobadas y la ayuda pudo ser entregada con éxito.