Enlaces accesibilidad

La aventura de la sonda Philae llega a su fin

  • Los científicos no han conseguido contactar con ella
  • En unos días, las condiciones externas harán imposible su "supervivencia"
  • Instalada en el cometa Churyumov-Gerasimenko, lleva en silencio desde julio

Por
El módulo Philae lleva instalado en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko desde noviembre de 2014.
El módulo Philae lleva instalado en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko desde noviembre de 2014.

La aventura de la sonda Philae, instalada en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, ha llegado a su fin. Después de intentar infructuosamente contactar con ella, los ingenieros de la Agencia Espacial Europea (ESA) dan por perdida cualquier esperanza de que vuelva a emitir alguna señal.

Sin embargo, seguirán enviando algunos comandos hasta finales de mes, solo para agotar todas las posibilidades. Antes de que acabe enero, las condiciones externas se volverán demasiado hostiles y harán imposible su "supervivencia".

Los científicos llevaron a cabo el pasado domingo 10 de enero un último intento para contactar con el módulo Philae, que lleva meses en silencio. No funcionó. Su objetivo era enviarle órdenes para que hiciese un movimiento que le permitiera adoptar una posición mas favorable con respecto al sol, y así poder recargar sus baterías solares, además de sacudirse el polvo que cubre sus paneles solares.

"Este intento por desgracia no permitió que nos pusiésemos en contacto Philae. No hemos recibido ninguna señal", ha afirmado Ulamec Stephan, director del proyecto, perteneciente al Centro Alemán Aeroespacial (DLR).

Philae lleva instalado en el cometa desde noviembre de 2014, pero no se ha comunicado con la Tierra desde el 9 de julio. El cometa 67P se está alejando del sol, y en tan sólo un par de semanas se volverá demasiado frío y tenue para que el módulo de aterrizaje pueda sobrevivir.

Nave Rosetta

Orbitando el cometa está el compañero de Philae, la nave Rosetta, que ha explorado la zona de aterrizaje con su cámara. El equipo de Ulamec estudia las imágenes para atisbar cualquier señal de una nube de polvo levantada por el movimiento del aterrizador, pero Rosetta está muy lejos de la roca, y Philae es demasiado pequeño para ser visto directamente.

Además de la tristeza por la pérdida de la sonda, el equipo científico dirigido por Ulamec también está decepcionado porque Philae puede tener más datos sobre 67P almacenados en su memoria, que ahora se han perdido. "Ciertamente es un poco triste que no hayamos podido recuperar más datos después de la reanudación de contacto en junio", ha apuntado el investigador alemán.

Cuando Rosetta llegue al final de su misión en septiembre, los directores de la misión planean situar la nave en una órbita muy baja del cometa, y finalmente aterrizar en la superficie misma. Rosetta debe ser capaz entonces de capturar primeros planos del lugar de descanso final de Philae y poder obtener información adicional para interpretar mejor los datos recibidos.