Bruselas abre una investigación inédita a Polonia por las reformas de su gobierno ultraconservador
- El proceso está dirigido a salvaguardar el Estado de derecho en la UE
- Bruselas reacciona a la ley del control de medios y la reforma del TC
- Se podría suspender el derecho de voto polaco en el Consejo de la UE
La Comisión Europea (CE) ha decidido este miécoles iniciar un proceso para evaluar si Polonia respeta las normas del Estado de derecho tras las polémicas reformas adoptadas por el nuevo Gobierno del partido ultraconservador y nacionalista Ley y Justicia, en particular la del Tribunal Constitucional y el intento de estrechar el control sobre los medios de comuniciación públicos.
Partidos políticos europeos mayoritarios y la organización Amnistía Internacional han recibido bien la decisión de la Comisión Europea (CE). La Alianza de Demócratas y Liberales Europeos (ALDE) del Parlamento Europeo (PE) han calificado de "paso histórico" el paso de Bruselas, puesto que se trata de la primera vez que se activa el llamado marco para salvaguardar el Estado de derecho, creado en marzo de 2014.
Esta herramienta legal fue introducida hace un año motivado por la incapacidad de Bruselas para impedir que el gobierno húngaro, del también ultraconservador Víktor Orban, vulnerase los valores democráticos de la Unión Europea.
"Mensaje claro" a los que no respetan el Estado de derecho
"Es un primer paso importante y necesario", ha considerado en un comunicado el presidente de ALDE, Guy Verhofstadt, quien consideró que la Comisión ha enviado un "mensaje claro" a aquellos Estados miembros que no han respetado el Estado de derecho.
La vicepresidenta primera del grupo, Sophie In't Veld, por su parte, ha coincidido en que se trata de un paso en la dirección correcta, pero criticó que la CE haya tardado casi dos meses en darlo y, en paralelo, haya permitido al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, "erosionar gradualmente el Estado de derecho durante muchos años".
El líder de los socialdemócratas (S&D) en el Parlamento Europeo, Gianni Pittella, ha celebrado también la decisión de la CE y dijo apoyar a los miles de polacos que han salido a las calles para protestar contra las medidas tomadas por el nuevo Gobierno ultraconservador polaco acerca de la ley de medios públicos y el Tribunal constitucional.
"Para los socialistas y demócratas, el respeto al Estado de derecho no conoce color político", señaló, al tiempo que recordó que su grupo ha denunciado en repetidas ocasiones cualquier intento de infringir los valores y principios fundamentales de la UE, ya sea por parte de Hungría, Polonia, Eslovaquia o cualquier otro Estado miembro.
Evaluación preliminar
El Ejecutivo comunitario ha abierto una primera fase del llamado marco del Estado de derecho, en la que pedirá a Varsovia que aclare las últimas medidas adoptadas en su país para determinar si suponen una infracción de las reglas comunitarias. "Hoy hemos decidido que la Comisión hará una evaluación preliminar dentro de este marcol marco" legal, ha dicho este miércoles el vicepresidente de la Comisión Frans Timmermans.
"El objetivo de esta iniciativa es aclarar los hechos de un modo objetivo, hacer una evaluación profunda de la situación e iniciar un diálogo con el gobierno polaco sin perjuicio de acciones posteriores", ha añadido Timmermans.
Este proceso comunitario está dirigido a salvaguardar el Estado de derecho en los Estados miembros y puede conducir, en última instancia, a suspender el derecho de voto en el Consejo de la UE del país que de forma grave y persistente viole estos valores.
El "enfoque correcto"
El grupo del Partido Popular Europeo también consideró que se trata del "enfoque correcto" discutir con el Gobierno polaco las medidas adoptadas tras su llegada al poder, según indicó esa formación en un comentario en Twitter.
La eurodiputada luxemburguesa del PPE y ex comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, quien promovió la creación del mecanismo que inició Bruselas este miércoles, sostuvo en esa misma red social que la "deriva autoritaria de Polonia debe ser impedida" y dijo que para ello se necesita presión interna y externa.
Amnistía Internacional, por su parte, ha asegurado que la medida adoptada por la CE en una "señal positiva" que muestra el "enfoque más serio" que la UE quiere seguir en esta materia.
Alejamiento de la UE y distorsión de las estructuras del Estado
Tras vencer por mayoría absoluta en las generales del pasado 25 de octubre, el nuevo Gobierno conservador y euroescéptico de Polonia ha revolucionado la política del país. Apenas dos semanas después de su toma de posesión, el partido nacionalista Ley y Justicia escenificó su alejamiento de la UE, incluida la retirada de las banderas europeas y el rechazo a acoger refugiados.
La primera ministra polaca, Beata Szydlo, dijo en diciembre que su país no tiene capacidad para acoger a los 7.000 refugiados aceptados por el anterior Gobierno, señalando que los atentados de París del 13 de noviembre "cambiaron la situación".
Más allá, el nuevo ministro de Exteriores, Witold Waszczykowski, abierto defensor de un mayor acercamiento con EEUU, llegó a sugerir la posibilidad de armar a los refugiados sirios para que formen un Ejército y puedan volver a su país a combatir al Estado Islámico.
Control de las estructuras del estado
El nuevo Ejecutivo polaco no sólo está cambiando el marco de relación de Polonia con la UE, sino que también sacude las estructuras nacionales, lo que ha llevado a la oposición a acusar al partido que preside Jaroslaw Kaczynski de protagonizar un auténtico "golpe de estado".
Szydlo reemplazó de manera acelerada a los responsables de los servicios secretos del país, lo que para la oposición supone el riesgo de que sean usados con fines políticos, y emprendió modificaciones en el Tribunal Constitucional que le permitirán asegurarse su control y contar con su aquiescencia ante posibles cambios de la Carta Magna.
La oposición polaca ha acusado al nuevo Gobierno de intentar controlar el Tribunal Constitucional nombrando magistrados afines, lo que le dejaría las manos libres para posibles reformas de la Carta Magna.
La estela del húngaro Orban
Durante la campaña electoral ya se especulaba con que un Gobierno con Szydlo al frente, una política considerada moderada dentro de su partido, podría seguir los pasos del primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
Ley y Justicia es una formación nacionalista-conservadora, de inspiración católica y programa económico de izquierdas, que quiere ratificar una visión diferente de Europa, con una política exterior que sitúa al país en la línea del llamado grupo de Visegrado, formado por la República Checa, Eslovaquia, Hungría y la propia Polonia.
De hecho, Orbán recibió con satisfacción la victoria electoral de Ley y Justicia, un triunfo que puso fin a ocho años de Gobierno del partido europeísta de centro-derecha Plataforma Ciudadana, del que ha sido líder el hoy presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.