La OMS declara el fin del brote de ébola en Africa occidental
- Dos años después del brote, Liberia, Sierra Leona y Guinea están libres de ébola
- La OMS pide mantener la vigilancia ante posibles casos esporádicos
- La epidemia de ébola más grave de la historia ha matado a 11.300 personas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado este jueves el fin del brote de ébolaque se prolongó durante dos años en África occidental, pero ha advertido de que hay riesgos de que se vean más casos en los próximos meses.
"Todas las cadenas de transmisión (del virus) conocidas han sido detenidas en África occidental", ha dicho el director de Gestión de Emergencia y Respuesta Humanitaria de la organización, Rick Brennan. Aún así, ha añadido que "el trabajo no ha terminado, se espera que haya nuevos rebrotes" y por ello es "crítico mantener sistemas de vigilancia y respuesta fuertes en los próximos meses.
Liberia ya había sido declarada libre de ébola en mayo de 2015, pero el virus ha vuelto a aparecer dos veces en el país, la última de ellas en noviembre. Este jueves se han cumplido los 42 días del periodo de incubación desde que el último paciente confirmado dio negativo.
El representante de la OMS en Liberia, Alez Gasasira, ha elogiado "la efectiva respuesta a este último rebrote del ébola" tanto del Gobierno como de los liberianos y ha considerado que el rápido control del nuevo brote demuestra que las autoridades cuentan ahora con "una capacidad reforzada" para enfrentar el virus.
Vigilancia ante posibles rebrotes
Así las cosas, la OMS ha resaltado que por primera vez desde que la epidemia comenzó en diciembre de 2013 "los tres países más afectados han registrado cero casos durante al menos 42 días". Sierra Leona fue declarada libre de ébola el 7 de noviembre y Guinea el 29 de diciembre.
Por su parte, la directora general de la OMS, Margaret Chan, también ha resaltado los esfuerzos realizados para poner fin a la epidemia y ha advertido de que "nuestro trabajo no está terminado y hace falta mantener la vigilancia para evitar nuevos brotes".
En este sentido, la OMS ha alertado de que "los tres países siguen estando en alto riesgo de registrar pequeños brotes de ébola, como el que ha habido en Liberia".
Uno de los motivos por lo que se habrían producido hasta diez rebrotes en los tres países es, según la organización, el hecho de que aunque "el virus desaparece relativamente rápido de los supervivientes, puede permanecer en el semen de unos pocos supervivientes masculinos hasta un año y, en raros casos, ser transmitido a las parejas sexuales".
Cero casos, tras dos años de batalla y 11.300 muertos
Tras casi dos años de batalla contra un virus aliado con el analfabetismo, la falta de recursos médicos y la desatención internacional, África Occidental ha logrado superar la epidemia de ébola más grave de la historia. Después de 11.300 personas y más de 28.500 contagiados, la OMS da por cerrada una catástrofe humanitaria de enfermedad, estigma y gran repercusión económica.
La tragedia se gestó a finales de 2013 en un pequeño pueblo de Guinea Conakry, donde un niño de dos años que jugaba con murciélagos alojados en un tronco hueco enfermó repentinamente y murió a los pocos días. Con una tasa de mortalidad del 90% y sin tratamiento ni vacuna conocida, los contagios y las muertes crecieron de forma exponencial en pocos meses.
El analfabetismo y los prejuicios culturales malograron el control y la curación de muchos enfermos y condenaron al estigma social a familiares y a los que sanaron. De las 4.000 personas que han sobrevivido al contagio, muchas se han visto obligadas a esconderse en el anonimato.
Según una previsión realizada por el Banco Mundial, el ébola ha costado 32.000 millones de dólares a la región y países como Kenia o Tanzania, que se encuentran a unos 5.300 kilómetros, vieron reducidas sus reservas turísticas en un 70%.
La epidemia solo fue percibida como una amenaza real cuando cruzó los océanos para su inevitable desembarco en otros países, como Estados Unidos o España. Su extrema peligrosidad vista desde cerca provocó la reacción de las potencias internacionales, que comprometieron grandes partidas económicas y enviaron médicos apoyados por destacamentos militares.