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El Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras liderado por China inicia sus operaciones

  • El presidente es el antiguo vicepresidente del Banco Asiático de Desarrollo
  • La entidad está fundada por 57 países, entre ellos España
  • Pretende contrarrestar el poder en Asia del FMI y el Banco Mundial
  • Los principales inversores son China, India y Rusia

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Chinese President Xi Jinping applauds after unveiling a sculpture during the opening ceremony of the Asian Infrastructure Investment Bank (AIIB) in Beijing
El presidente chino, Xi Jinping, desvela una escultura durante la ceremonia de apertura del Banco Asiático de Inversión e Ingraestructuras (BAII) en Beijing, China.

El Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII), la primera institución financiera multilateral liderada por China, ha iniciado este sábado sus operaciones con una ceremonia inaugurada por el presidente chino, Xi Jinping, y la primera reunión de su consejo de gobierno.

"Este es un momento histórico", ha resaltado Xi al inaugurar el evento este sábado, celebrado en Diaoyutai, la residencia para líderes extranjeros de la capital china donde acudieron representantes de los 57 miembros de la entidad, entre ellos España.

Como primer paso para iniciar su andadura, los miembros del BAII han nombrado  presidente de la entidad durante los próximos cinco años a Jin Liqun, otrora viceministro de Finanzas chino y antiguo vicepresidente del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), y al ministro de Finanzas chino, Lou Jiwei, presidente de la junta de gobernadores.

También se han aprobado los estatutos de la institución y, desde el sábado y hasta este lunes, se han reunido para aprobar las políticas del banco, que construirá un edificio en Pekín para ubicar su sede, mientras trabaja en una oficina temporal en el distrito financiero de la capital china.

En su discurso, el presidente chino, promotor del BAII, ha manifestado su esperanza en que el banco facilite el crecimiento de la economía y atraiga más inversión en la región, y aseguró que "ayudará a hacer el sistema de gobierno económico global más justo, equitativo y eficaz".

Más de 100.000 millones de inversión

Además ha anunciado una nueva inversión china en el banco, 50 millones de dólares para un fondo especial de preparación de proyectos que se creará pronto, por lo que el país asiático aportará 29.830 millones de dólares (27.329 millones de euros).

Los otros dos grandes accionistas del banco son India, que invertirá 8.367 millones de dólares (7.600 millones de euros), y Rusia, con 6.536 millones de dólares (6.000 millones de euros), seguidos por Alemania y Corea del Sur.

En los primeros meses, el BAII cofinanciará proyectos que hayan sido promovidos por otros bancos, como el Banco Asiático de Desarrollo, liderado por Japón, para luego comenzar sus propios planes de infraestructura en Asia, ha explicado a EFE el secretario de Estado de Economía español, Íñigo Fernández de Mesa.

Fernández de Mesa ha asistido este sábado a la inauguración en Pekín del organismo y ha resaltado la importancia de que España sea miembro fundador del BAII, con una participación en su capital de 1.761,5 millones de dólares (1.604,5 millones de euros), de cara a atraer más negocio para las empresas españolas en esta región.

"Es un banco que tiene una dimensión muy importante, 100.000 millones de dólares de capital. Será muy activo, sobre todo en el ámbito de infraestructuras, y España es un país muy puntero en empresas de construcción e ingeniería, y son muy internacionales, operan por todo el mundo y en Asia en particular", remarcó.

La "conectividad" fue uno de los términos más resaltados durante la jornada de hoy en Pekín, según Fernández de Mesa, quien auguró que el flujo de comercio que potenciará el BAII beneficiará a todos los países y potenciará el crecimiento global.

Frente a quienes ven el BAII como una respuesta de China a la gran influencia de EEUU en el Banco Mundial o la de Japón en el Banco Asiático de Desarrollo, Fernández de Mesa defendió, en línea con el Gobierno chino, que todos ellos "son complementarios".

"La existencia de este banco suma y no resta a los demás", consideró.

Asia, destacan desde China, necesita infraestructuras y Pekín, en un momento de desaceleración de su economía, ha conseguido hoy estar en una posición única para satisfacer esa demanda.

Un proceso que comenzó en 2013

La fundación formal de esta institución financiera auspiciada por Pekín fue posible una vez que 17 países, con una aportación de un 50,1 % del capital inicial de 100.000 millones de dólares (91.000 millones de euros) del banco, ratificaron los estatutos acordados por los 57 miembros fundadores en mayo y firmados en junio.

Con la inauguración, Xi Jinping culmina un proceso que ha durado apenas 27 meses y que empezó en octubre de 2013, cuando el presidente chino propuso su creación.

Desde entonces, el banco impulsado por Pekín fue interpretado como un proyecto de la segunda economía mundial para restar influencia en Asia al Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), dominadas por Estados Unidos, o el BAD, controlado por Japón.

Durante los primeros meses de gestación del BAII, sus apoyos se limitaban a Asia e, incluso dentro del continente, importantes economías como Japón, Corea del Sur o Indonesia eran reticentes a participar.

La situación cambió en marzo de 2015 con la solicitud de ingreso formulada por el Reino Unido, una decisión que precipitó la entrada en el banco de las mayores economías europeas, entre ellas España, así como de potencias emergentes de otras regiones como Brasil y Sudáfrica.