Hollande anuncia un nuevo plan para luchar contra el paro de más de 2.000 millones de euros
- El presidente asegura que Francia vive "una emergencia económica y social"
- La mitad de ese presupuesto se dedicará a reforzar la formación de parados
- La oposición critica la decisión y lo califica de "insulto a los desempleados"
El presidente de Francia, Francois Hollande, ha presentado este lunes un "plan de choque" contra el paro, dotado con más de 2.000 millones de euros, con el que pretende reducir el desempleo de larga duración y mejorar la formación y empleabilidad de los parados. En su anuncio ante empresarios y agentes sociales, el líder socialista ha advertido que su país se encuentra "en estado de emergencia económica y social".
"Debemos actuar para conseguir un crecimiento más fuerte y una mayor creación de empleo", ha declarado Hollande durante su intervención en el Consejo Económico, Social y Medioambiental (CESE), donde ha subrayado la necesidad de aumentar la capacitación y cualificación de los trabajadores franceses. "Tenemos que redefinir nuestro modelo económico y social", ha añadido.
Desde su llegada al poder en 2012, el número de desempleados en Francia ha aumentado en unas 650.000 personas, lo que ha elevado la tasa de paro del país por encima del 10% el pasado noviembre, cuando había registradas 3,57 millones de personas sin empleo, la segunda mayor en cifras absolutas de toda la Unión Europea, sólo por detrás de España.
"Ahora, aparte de la seguridad de los franceses, la única cuestión que importa es el empleo", ha considerado Hollande, que ha explicado que los fondos del plan no implican la subida de impuestos o la creación de nuevos tributos, "sino que se financiarán mediante el ahorro" en otras partidas de gastos públicos.
La formación, prioritaria
El mayor esfuerzo del nuevo plan se destinará a formación de desempleados, a la que se dedicarán más de 1.000 millones de euros con la intención -según ha adelantado el presidente- de duplicar el número de parados que reciben formación, añadiendo otro medio millón a la cifra que había en 2015.
Esa nueva formación estará orientada en especial a parados de larga duración y buscará la creación de empresas por parte de los demandantes de empleo, sobre todo, en los sectores digital y de energías limpias y eficiencia energética.
Además, las medidas desgranadas este lunes por Hollande contemplan bonificaciones de 2.000 euros anuales durante dos años para empresas con menos de 250 empleados que contraten a parados durante más de seis meses con un sueldo equivalente a 1,3 veces el salario mínimo (situado en 1.140 euros mensuales).
El jefe de Estado francés también ha anunciado nuevas medidas de flexibilidad en el tiempo de trabajo y la limitación de las indemnizaciones por despido improcedente, una medida que se trató de poner en marcha en junio pasado, pero que fue anulada por el Consejo Constitucional.
Críticas de la oposición, pero también internas
La oposición política ha recibido con críticas el anuncio presidencial, que consideran como un intento del gobernante por reducir artificialmente las cifras del paro, un año antes de las próximas elecciones presidenciales, donde los sondeos auguran que Hollande perdería si se presentase, debido a sus bajas cotas de popularidad.
También se han producido desavenencias dentro del propio Partido Socialista de Hollande. Uno de los diputados de su ala crítica, Christian Paul, ha advertido que "el último plan contra el paro ni es suficiente, ni es diferente".
En su último año completo de mandato antes de las presidenciales de 2017 y, según las prioridades marcadas desde que asumió el cargo, el empleo vuelve a centrar la acción del Ejecutivo galo. Según ha destacado Hollande en múltiples ocasiones, el éxito o fracaso de su estrategia contra el aumento del paro será lo que determine si se presenta a la reelección.