La reforma sanitaria y la guerra en Siria enfrentan a Clinton y Sanders en el cuarto debate
- El cuarto enfrentamiento demócrata es el último antes de los caucus de Iowa
- Clinton defiende el 'Obamacare' y Sanders propone una nueva reforma sanitaria
- Unidad en torno a la lucha contra la violencia racista y a la guerra contra el ISIS
Los candidatos demócratas a la presidencia de los Estados Unidos Hillary Clinton y Bernie Sanders han protagonizado el cuarto debate del Partido Demócrata celebrado este domingo en Carolina del Sur, último enfrentamiento antes de los caucus de Iowa el 1 de febrero . Sanders ha reclamado una "sanidad para todos" por encima de los intereses de las empresas farmacéuticas, mientras que Clinton ha apoyado continuar con el 'Obamacare'.
Clinton defiende el 'Obamacare' y Sanders pide una reforma más profunda
La ex secretaria de Estado y el senador de Vermont han mantenido un duro choque en lo que a la reforma sanitaria se refiere. Hillary Clinton, que parte con ventaja en los sondeos, ha apostado por continuar con el plan ideado por Obama y, al contrario que Sanders, no está de acuerdo en realizar grandes cambios en el programa, evitando así comenzar de nuevo el debate con los republicanos.
Bernie Sanders, por su parte, exije que se deje de "permitir que las industrias farmacéuticas que apoyan las campañas políticas dirijan la sanidad estadounidense".
"Necesitamos una revolución política de millones de personas para cambiar la situación de la sanidad en nuestro país", ha insistido Sanders. El que fuera hasta el año pasado candidato independiente, antes de pasar a formar parte del Partido Demócrata, ha recurrido también a Martin Luther King el día previo a la festividad en su nombre. "Tenemos que continuar con la visión que tuvo Martin Luther King de nuestro país", ha expresado en relación al futuro de EE.UU. ante las elecciones presidenciales de este año.
Antes de la celebración de este debate, Bernie Sanders había publicado el que sería su plan sanitario si accediera a la presidencia norteamericana. Según este programa, la sanidad universal sería financiada principalmente por aquellos que más ingresos tienen, de manera escalonada. Por ejemplo, aquellos que generan 10 millones de dólares o más al año pagarían el 52% de los impuestos que financiarían la sanidad "para todos".
El control de las armas y la igualdad racial, puntos de unión
Como ya ocurriera en el pasado debate republicano, el asunto de las armas ha tenido también su presencia. En este tema los tres candidatos han mantenido una postura mucho más cercana. Sanders ha reclamado que es necesario asegurarse de que "aquellas personas que no deban tener armas, no las tengan", aunque Clinton le ha acusado de haber votado en el pasado a favor de varias leyes que favorecieron la industria armamentística.
Uno de los grandes problemas actuales en relación a las armas y a su uso es el de la violencia policial contra la población afroamericana. Precisamente en Carolina del Sur el pasado abril un policía mató a tiros a Walter Scott, un hombre negro que iba desarmado, algo recordado por los tres candidatos.
Martin O'Malley, poco participador durante el debate, ha recordado que durante su andadura como alcalde de Baltimore (ciudad del estado de Maryland con gran porcentaje de población de raza negra) aprobó numerosas medidas para mejorar su integración.
Sanders se ha mostrado más contundente y ha destacado que actualmente "EE.UU. es el país que cuenta con más detenidos de todo el mundo". "Un 51% de los afroamericanos jóvenes están en el paro o en la cárcel. Es necesario invertir mucho en educación", ha añadido el senador.
Acabar con ISIS y Al Asad, pero con distintas prioridades
Si la reforma sanitaria ha supuesto grandes disensiones entre los candidatos demócratas, también lo ha hecho la forma de enfrentar la guerra en Siria. Mientras que los tres ven claramente necesario acabar con ISIS, no han coincidido en cuáles son las prioridades.
Para Clinton es igual de necesario acabar con el grupo terrorista como con el gobierno de Al Asad, mientras que Sanders ve necesario posponer el derrocamiento del presidente sirio hasta haber acabado con el Estado Islámico.
Asimismo, el senador ha pedido colaboración de los países musulmanes más ricos de la zona en la lucha contra el Estado Islámico. "Los países ricos de la región como Arabia Saudí o Qatar tienen que colaborar en la lucha contra ISIS y que no solo sea EE.UU.", ha indicado Sanders.
O'Malley ha querido añadir a la versión de los principales favoritos del Partido Demócrata la necesidad de asegurar un futuro digno a los países en los que interviene Estados Unidos. "Hay que invertir en el desarrollo de los países despues de acabar con un dictador. Hay que promover el desarrollo de la economía local", ha explicado el gobernador de Maryland.
Sanders critica a los republicanos por su postura en Irán
Además de la guerra ante ISIS, el otro asunto más importante de Estados Unidos en Oriente Medio es su relación con Irán. Precisamente este sábado se levantaron las sanciones impuestas contra el país asiático por su desarrollo nuclear.
Hillary Clinton se ha mostrado satisfecha por el acercamiento con Teherán, algo que comparten sus dos compañeros demócratas, aunque Sanders ha ido más lejos. El senador ha indicado que "la pesadilla es que parece que algunos colegas republicanos no han aprendido del desastre de la guerra de Irak".
Por último, la lucha contra el cambio climático ha unido de nuevo a los tres demócratas, que han apostado por las nuevas formas de energía, aunque Bernie Sanders a vuelto ha mostrarse como el más crítico. "El partido republicano está tan influenciado por las industrias petroleras que no hacen caso a los científicos. Y luego hay gente como Donald Trump que piensa que el cambio climático es una farsa creada por China", ha concluido el senador.