Túnez decreta el toque de queda en todo el país mientras intenta controlar las protestas sociales
- Se extienden las manifestaciones para reclamar trabajo, a veces con disturbios
- La muerte de un joven eliminado en una oposición desató las protestas
- El primer ministro, Habib Essid, asegura que la situación está "controlada"
El Gobierno de Túnez ha decretado el toque de queda a partir de este viernes en todo el territorio nacional desde las 20:00 horas hasta las 05:00 horas de la madrugada, en un intento de controlar las protestas contra la carestía de la vida y en demanda de trabajo que han sacado a las calles a miles de tunecinos en la última semana.
El Ministerio de Interior ha explicado en un comunicado que la medida responde a la extensión de las manifestaciones a las principales ciudades de todo el país a lo largo del jueves, cuando numerosas comisarías de policía y otros edificios oficiales fueron atacados.
En los barrios pobres de la capital de Intilaka y Tadamen, dominados por salafistas, se produjeron actos de vandalismo, así como robos a comercios y a un banco.
La oleada de protestas empezó el pasado sábado, cuando murió electrocutado un joven que protestaba por haber visto desaparecer su nombre de un concurso de contratación de profesores para la región de Kaserín.
Los jóvenes, soliviantados por el paro
El toque de queda que fue decretado el martes en Kaserín no fue respetado y la ola de disturbios se ha ido ampliando a todo el país, el único de los países en los que prendió la denominada primavera árabe en el que ha fraguado un sistema democrático [Especial: Voces de Túnez]
Sin embargo, Túnez sufre una aguda crisis económica que ha elevado el paro del 12% a un 15,4% en los últimos tres años, aunque en las regiones más pobres, como Kaserín o Sidi Buzid, se supera el 30%, en su mayoría de jóvenes con licenciaturas universitarias.
La situación empeoró tras los atentados yihadistas perpetrados el pasado año, que afectaron al turismo, segundo pilar de la economía tunecina tras la agricultura.
En el plano político, los disturbios coinciden con una crisis política y las divisiones del partido en el poder, Nidá-Tunis, que se abrió desde que asumió la dirección Hafed Said Esebsi, hijo del al presidente de Túnez, Beyi Said Esebsi.
El primer ministro promete un programa de desarrollo económico
El primer ministro tunecino, Habib Essid, ha acortado su gira europea a cauda de las protestas y regresará a su país tras participar en el Foro de Davos y pasar por Francia.
Con todo, este viernes ha querido trasmitir tranquilidad, durante su visita a París, donde se ha reunido con el presidente de Francia, François Hollande. Así, Essid ha asegurado que "la situación se calma y actualmente está bajo control".
El líder del Ejecutivo ha reconocido que se trata de "un problema económico, de reclamaciones de empleo", por lo que ha prometido una nueva batería de medidas "en el marco de un programa de desarrollo".
“No tenemos una varita mágica, no podemos resolver todos los problemas de empleo de una sola vez“
"No tenemos una varita mágica, no podemos resolver todos los problemas de empleo de una sola vez", ha admitido, solicitando tiempo para implementar las medidas gubernamentales.