Turismo interior
- Fernando León de Aranoa, Isabel Coixet, Cesc Gay y Paula Ortiz, candidatos
- Los cuatro viajan al centro de su esencia y de su estilo
Del calor de un iglú en el polo al tiempo congelado del desierto; del laberinto montañoso de los Balcanes al laberinto callejero de Madrid: los cuatro directores nominados a los Goya 2016 nos proponen largos y exóticos viajes por el mundo.
Pero no nos engañemos. Los cuatro dejan atrás experiencias anteriores, sí; se alejan de lugares conocidos y abandonan sus respectivas zonas de confort, cierto; pero en realidad los cuatro emprenden un viaje rumbo al centro; al centro de sus esencias, de su estilo.
Tres compañeros de generación...
Isabel Coixet (Nadie quiere la noche) la más global e inubicable de todos, viaja esta vez al Polo Norte y, una vez superado el frío, descubrimos que su cámara sigue mirando al mismo sitio: a las fronteras del romanticismo, al reconocimiento de los extraños, y a la fascinante explosión, rojo sobre blanco, de la fina seda de un traje decimonónico contra la naturaleza salvaje. El encuadre para ordenar el mundo y el amor para darle sentido.
Barcelona es a Cesc Gay (Truman) lo que Nueva York a Woody Allen. En esta ocasión el director catalán se muda, pero se lleva la ciudad consigo. En sus manos Madrid parece tan cool como Barcelona, así de nítido y marcado es su estilo. Cierto humor, cierto distanciamiento, ninguna solemnidad ante temas trascendentales, el placer de dejar a los actores ser, estar y hablar. Así es el nuevo Cesc Gay, así, de alguna manera, ha sido siempre.
Fernando León de Aranoa (Un día perfecto) se rodea de estrellas internacionales, cambia de país, cambia de idioma, cambia de look, de modelo de producción…, y, finalmente, sigue excavando en la veta que ha alumbrado su mejor cine. Diálogos brillantes, personajes a la deriva y, al fondo, siempre una pregunta: ¿Qué podemos hacer los unos por los otros?
Tres compañeros de generación, tres cineastas en fuga, o mejor, en tránsito, recorriendo el mundo para cartografiar mejor su mapa interior.
...y una cineasta en el principio de su carrera
Junto a ellos una cineasta en el principio de su carrera. La novia, segundo largometraje de Paula Ortiz, fija sus coordenadas en el mismo desierto que ya inspiró De tu ventana a la mía. La directora en este caso repite localización pero viaja, igualmente, a otro mundo, el mundo de Lorca. Una coartada perfecta para seguir puliendo su sello: el cine como pintura, la luz como adjetivo, el paisaje como figura y las composiciones exactas como frágil equilibrio a punto de estallar.
El 6 de febrero los académicos elegirán entre cuatro propuestas perfectamente incomparables pero que comparten corrientes subterráneas: relatos profundamente vitales en los que la muerte acecha agazapada, esperando su momento; lugares donde el pasado no permite respirar al presente y deja al futuro colgado en un pozo sin fondo; hombres como animales buscando compañía en una naturaleza inclemente, animales ofreciendo a los hombres la compañía que no se saben dar.
Cuatro películas que son cuatro formas de viajar, cuatro formas de establecer contacto con el otro y también, cuatro formas de decir adiós: a un amor, a una pasión, a una fe, a un amigo. Cuatro obras de madurez para la gala de los Goya más incierta de los últimos años. Nadie quiere perderse esa noche, sólo para uno será un día perfecto.