La costa este de Estados Unidos, paralizada por una gran tormenta de nieve y viento
- En Washington podría superarse el récord de enero de 1922, con 71 centímetros
85 millones de ciudadanos se verán efectados de desde Atlanta hasta Nueva York.
La costa este de Estados Unidos se encuentra inmersa ya en los efectos de "Jonas", una gran tormenta que podría dejar durante las próximas horas hasta 76 centímetros de nieve y vientos de 100 kilómetros por hora, y que ya ha obligado a declarar la situación de emergencia en seis estados: Washington DC, Maryland, Virginia, Pensilvania, Carolina del Norte y Tennessee.
Al menos nueve personas han muerto en las carreteras en accidentes vinculados a la fuerte tormenta de nieve y viento.
La alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser , ha advertido este viernes de que se trata de una tormenta "de vida o muerte" y que las autoridades la afrontan como un asunto "de seguridad nacional".
"Hablamos de una nieve húmeda y pesada, y de vientos muy potentes que podrían hacer caer árboles y provocar cortes eléctricos a gran escala", ha explicado en rueda de prensa Bowser .
La capital de Estados Unidos está en el centro de una tormenta que el Servicio de Meteorología nacional ya califica de "histórica", lo que ha obligado a tomar medidas de precaución sin precedentes.
La tormenta podría dejar una acumulación de nieve que supere el récord alcanzado en Washington en enero de 1922, con 71 centímetros.
El metro ha cerrado hasta por lo menos el lunes, algo que no había ocurrido desde el huracán Sandy de octubre de 2012, que obligó a parar el servicio durante 36 horas. Los directivos del metro han tomado esta medida, que ha disgustado a muchos ciudadanos, por temor a que un corte eléctrico a gran escala provocado por los fuertes vientos deje a pasajeros atrapados en los túneles. El servicio de autobuses también ha quedado suspendido.
Vuelos cancelados y cortes de electricidad
El Gobierno federal ha cerrado sus oficinas y también lo ha hecho el Capitolio, sede del Congreso, donde los legisladores tienen libre al menos hasta el martes. En empresas y organismos de la ciudad se ha dado a los trabajadores la opción de trabajar desde casa.
En Nueva York, el alcalde, Bill de Blasio, ha pedido a los ciudadanos que se queden en casa todo el fin de semana hasta que las autoridades puedan limpiar la nieve, que podría alcanzar los 30 centímetros.
En Filadelfia, que ha cancelado todos los vuelos de su aeropuerto para este sábado, la nieve podría llegar a los 50 centímetros.
En el conjunto del país se han cancelado 2.713 vuelos que debían salir este viernes y 2.928 previstos para este sábado.
Las condiciones de transporte por carretera ya se han comenzado a deteriorar en Tennessee, Carolina del Norte y algunas zonas de Virginia, donde los ciudadanos han empezado a refugiarse en sus casas.
Los estados amenazados por la tormenta ya tienen más de 1.997.750 toneladas de sal preparadas para tratar sus carreteras y autopistas y Carolina del Norte ha movilizado a 100 agentes de la Guardia Nacional.
Además, más de 2.000 personas se han quedado sin electricidad en el condado de Davidson (Tennessee) y centenares en Virginia. Las autoridades esperan este tipo de incidencias en aumento a medida que avance una tormenta de la que, dicen, se hablará durante generaciones.