Draghi pide un programa de garantías de depósitos europeos para completar la unión económica y monetaria
- Ejecutar los pasos a corto plazo dará "credibilidad a la visión a largo plazo"
- El BCE contribuye a que la recuperación cíclica se convierte en estructural
- Draghi: la perspectiva para la economía mundial en 2016 es "incierta"
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha pedido un programa de garantías de depósitos europeos como señal de que se avanza en completar la unión económica y monetaria (UEM), en su intervención en la recepción de Año Nuevo de la Deutsche Börse.
Ejecutar los pasos a corto plazo proporcionará "credibilidad a la visión a largo plazo", especialmente terminados los tres pilares de la unión bancaria, según el presidente del BCE.
Además, el presidente del BCE ha defendido las decisiones de política monetaria adoptadas por la institución y ha asegurado que la entidad debe defender su "credibilidad" al perseguir su objetivo de inflación. Así, después de la última reunión del Consejo de Gobierno del BCE, tras la cual Draghi anunció la posibilidad de aprobar nuevas medidas de estímulo el próximo mes de marzo, el banquero italiano ha vuelto a mostrar su determinación para alcanzar los objetivos marcados por la entidad.
En este sentido, Draghi ha afirmado que "continuará" cumpliendo su parte para asegurarse la "confianza", conseguir la estabilidad de precios y una recuperación "robusta" de la economía de la eurozona, aunque ha reconocido que algunas de sus políticas son "controvertidas".
"El contexto de bajos tipos de interés y nuestras medidas no convencionales es visto por algunos como motivo de preocupación", ha afirmado. En concreto, el presidente del BCE ha hecho referencia al tipo de interés de referencia del euro, que permanece en el mínimo histórico del 0,05%, y ha reconocido la existencia de una "percepción" de que esta medida "castiga de forma injusta a los ahorradores".
Sin embargo, Draghi ha asegurado que "está estimulando la economía, especialmente la demanda de bienes duraderos como los coches". "Esto respalda la recuperación, impulsa los ingresos y en último lugar llevará a la normalización más rápidamente".
El BCE no obliga a los gobiernos a hacer reformas
Por otro lado, el banquero ha abordado las críticas hacia una presión por parte del BCE a los gobiernos de la eurozona para aumentar sus reformas estructurales. "No es el papel del BCE utilizar su política monetaria para obligar a los gobiernos a hacer reformas", ha asegurado Draghi.
Así, ha citado a España como ejemplo al recordar que el Gobierno comenzó a realizar su reforma laboral cuando ya se había producido la rebaja de los tipos de interés. "Además, Francia está impulsando reformas macroeconómicas sin presión de los mercados".
"Si observamos estas preocupaciones de forma conjunta, podemos ver un tema común. Mientras que cada uno contiene un grano de verdad, existe otro lado de la historia que no está recibiendo la misma atención. Y esto sigue un patrón que hemos visto a lo largo de la crisis", ha criticado el presidente del BCE.
Draghi ha indicado que la perspectiva para la economía mundial en 2016 es "incierta", ante lo que ha afirmado que el reto del BCE es "asegurar que los vientos en contra mundiales" no afectan a la recuperación económica de la eurozona.
Para ello, el banquero italiano ha recordado que los responsables políticos "necesitan trabajar para construir la confianza". "Para una recuperación fuerte, necesitamos que la política fiscal trabaje junto, y no en contra de la política monetaria", ha advertido.