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Caso Madrid Arena

Los médicos del Madrid Arena se defienden y cargan contra el Samur

  • El doctor Viñals niega que diera por fallecidas a tres chicas en el Madrid Arena
  • El exresponsable del equipo médico en la tragedia y su hijo declaran en el juicio
  • Defiende que tenía material "suficiente" para reanimar "a tres personas a la vez"
  • El hijo del doctor Viñals dice que "nunca" había hecho una reanimación

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El responsable médico del Madrid Arena defiende en el juicio que intentó reanimar a tres de las víctimas

Los doctores Simón y Carlos Viñals, responsables del equipo médico contratado en la tragedia del Madrid Arena, han defendido su profesionalidad en la atención a las tres jóvenes que llegaron a la enfermería acusando y han atacado a los servicios médicos del Samur, que acudieron después al pabellón.

Ambos han declarado este martes en el juicio del Madrid Arena que se celebra estos días en la Audiencia Provincial de Madrid, aunque sólo han respondido a las preguntas de la fiscal y de su defensa, a quien la presidenta del tribunal ha reprochado reiteradamente su manera de interrogar a sus clientes.

Tanto Simón Viñals -de 80 años- como su hijo Carlos, visiblemente nervioso durante todo el interrogatorio, han negado que dieran por muertas a las tres jóvenes que llegaron a la enfermería del recinto a las 04.00 horas, puesto que todas ellas fueron diagnosticadas con "parada cardiorrespiratoria de difícil recuperación".

Simón Viñals, exconcejal del PP y responsable del equipo médico, ha negado que diera por fallecidas a las tres chicas que entraron en la enfermería, sino que las diagnosticó "parada cardiorrespiratoria de difícil recuperación".

El fiscal afirma que al atender a tres de las menores víctimas de los hechos ni él ni su hijo Carlos, que declara tras su padre, "fueron capaces de reconocer que", al menos dos de ellas, estaban en parada cardiorrespiratoria y "enseguida diagnosticaron erróneamente que estaban fallecidas".

No obstante, Viñals ha destacado que no se expresó adecuadamente cuando en fase de instrucción dio por fallecidas a las tres chicas porque "es absurdo decir que una persona esta fallecida e iniciar maniobras de reanimación". "Mi instrucción en voz alta fue masaje cardiaco ininterrumpido", ha dicho.

"Es evidente que ese fue mi diagnóstico porque si no hubiera sido incongruente hacer maniobras de resucitación", ha precisado.

Creía que tenía material suficiente

Viñals ha afirmado que tenía material "suficiente" para reanimar "a tres personas a la vez", del mismo modo que contaban con inyecciones de adrenalina para ese mismo número de personas.

Cuando llegó al Madrid Arena, sobre las 22:30 horas, entró a la enfermería y comprobó que "estaba todo lo que había pedido". Había solicitado "tres mesas, doce sillas, dos cubos de basura y una buena señalización para la enfermería". También ha señalado que la enfermería no tenía teléfono ni nevera porque no llevaban ninguna medicación que precisara refrigeración.

"Ibamos a un servicio preventivo, no una catástrofe", ha indicado. La composición de dos médicos, dos auxiliares y dos ambulancias así como el presupuesto planteado, fueron aceptados por Diviertt.

Requerido sobre el número de asistentes, ha dicho que se enteró "telefónicamente" cinco o seis días antes, y que le comunicaron que era gente joven y en torno a los 4.000 asistentes. "La tipología de los asistentes influye muchísimo" ha indicado.

Cuando se enteró de que la cifra sería de 7.000 asistentes y que iban a acudir dos ambulancias convencionales, decidió cambiar una de ellas por una UVI móvil porque contaba con elementos que las ambulancias no tenían. "Normalmente llevan dos técnicos y médico", ha indicado Viñals, pero que en este evento la enviaron sin médico porque estaban él y su hijo al frente del servicio médico de la macrofiesta.

Atendieron a las tres chicas casi a la vez

Viñals ha explicado que a las cuatro de la mañana un grupo de personas trajo primero a Cristina Arce y casi simultáneamente a Rocio Oña y que, cuando él iba salió a avisar que necesitaba "recursos del Samur", entró también la tercera joven Katia Esteban, momento en que escuchó decir a alguien que el Samur ya había sido avisado.

Ha querido dejar claro que nada más llegar las dos primeras chicas, las diagnosticó parada cardiorrespiratoria de difícil recuperación y se puso inmediatamente a practicar maniobras de reanimación, él a Cristina y su hijo Carlos a Rocío.

"Empezamos a hacer lo que recomienda la Sociedad Americana del Corazón (AJA), que es masaje cardiaco ininterrumpido y al cabo de un minuto intento salir cerca de la puerta a avisar que necesito recursos del Samur, no lo consigo, dejando a Rodrigo (un técnico de ambulancia) haciendo masaje cardiaco a Cristina, pero en ese momento entran los que traen a Katia", ha explicado. También le hizo el mismo diagnóstico.

Quince minutos intentando la reanimación

Los dos Viñals han descargado toda la responsabilidad en los servicios médicos del Samur, a los cuales han atacado y acusado en reiteradas ocasiones por no haber continuado con las maniobras de reanimación que ellos practicaron previamente durante quince minutos, cuando "al menos hay que continuar con ellas treinta minutos".

"No vi desfibrilar ni aplicar adrenalina, ni nada de nada a San Juan (médico del Samur)", ha dicho Viñals padre. "El médico del Samur solo se acerca a las víctimas, simplemente las observa, sale inmediatamente y tarda un minuto en volver con su técnico. Un minuto parece muy poco pero cuando uno está esperando y anhelando la parada del Samur es muy largo", ha añadido.

El acusado ha señalado que la primera unidad del Samur llegó a las 04.15 pero "nadie hizo desfibrilación alguna" y que la UVI móvil apareció a las 04.19. A partir de ese momento, el Samur asumió la atención.

"Sólo utilizamos nosotros 15 minutos y se hace una transferencia al Samur para que continúen ellos", ha matizado.

Ahora bien, ha dicho, "el medico del Samur sólo se acerca a las víctimas, simplemente las observa, sale inmediatamente y tarda un minuto en volver con su técnico. Un minuto parece muy poco pero cuando uno está esperando y anhelando la parada del Samur es muy largo".

Viñals hijo dice que "nunca" había hecho la reanimación

En su relato, ha explicado que practicó maniobras de reanimación junto a su hijo a Cristina Arce, Rocío Oña y Katia Esteban, aunque solo a las dos primeras las aplicó tres descargas con el desfibrilador porque con Katia no se pudo al no tener el ritmo necesario.

Ahora bien, su hijo Carlos, que no se ha salido del guión marcado previamente por su padre, ha reconocido que nunca antes había practicado una maniobra de reanimación cardiopulmonar, aunque la había practicado en cursos y viendo vídeos, asegurando que de esa forma se puede adquirir la formación.

También ha señalado que no se pudo aplicar la adrenalina intraósea (que es más eficaz) en las jóvenes porque no contaban con la aguja necesaria para ello.

Carlos Viñals ha asegurado que estuvo presente en el recinto municipal desde las doce de la noche. "Las dos primeras jóvenes llegaron a las cuatro de la mañana; Katia llegó dos minutos después", ha puntualizado. Su padre reconoció a Cristina Arce y la comenzó a hacer la reanimación, según ha indicado.

También ha reconocido, al igual que su padre, que utilizaron el desfibrilador "en modo manual". Así, le dio a Rocío tres descargas con la ropa levantada. Del mismo modo asegura que le aplicó adrenalina. Ha confirmado que su padre, Simón Viñals, se encargó de la reanimación de Cristina Arce. Del mismo modo ha señalado que vio a su padre realizar las maniobras de reanimación así como inyectar adrenalina a la joven.

Los interrogatorios a los acusados concluyen este miércoles, cuando está previsto que declare el exjefe de la Policía Municipal Emilio Monteagudo, que sólo está acusado por las acusaciones particulares pero no por la Fiscalía.