El cineasta australiano George Miller presidirá el jurado del Festival de Cannes

• Es el director de la célebre saga cinematográfica Mad Max
• 'Mad Max: Furia en la carretera' suma diez candidaturas a los Oscar
• Las películas usan códigos de road movie, western y ciencia ficción

El cineasta australiano en una imagen de archivo.

El cineasta y médico australiano George Miller, director de la célebre saga Mad Max, presidirá el jurado de la 69 edición del Festival de Cannes. Además de la aventura post-apocalíptica, el realizador de 70 años ha explorado una amplia gama de géneros cinematográficos, el cuento de animales (Babe), el drama íntimo (Lorenzo) o la película de animación orientada al medio ambiente (Happy Feet).

El director, guionista y productor es el primer australiano en presidir el Festival de Cine de Cannes. Fue en 1979 cuando se inició la saga de Mad Max, que impulsó a un joven Mel Gibson en el éxito internacional.

George Miller explicó que su inspiración para esta serie que juega con los códigos de la road movie, el western y la ciencia ficción, procede de su infancia rural en el estado de Queensland, donde los residentes, en general, están muy interesado en coches.

"Fue entonces cuando me convertí en un médico de urgencias y vi la carnicería causada por accidentes de coche y moto", explicó a Australia Screen Online en 2006, la web de los archivos audiovisuales de Australia.

Una carrera ecléctica

George Miller abandonó su carrera de medicina para dedicarse al cine, en su haber cuenta con películas como Las brujas de Eastwick (1987) donde encontramos a estrellas como Jack Nicholson, Cher y Susan Sarandon.

La última entrega de Mad Max, Fury Road, con Charlize Theron y Tom Hardy en los papeles principales, se presentó el año pasado fuera de competición en Cannes. El filme ha recibido diez nominaciones a los Oscar, incluidas a "mejor película" y "mejor director".

"Quería ver lo que el público podría absorber en términos de historia y experiencia durante una película de acción muy rápida", declaró Miller al Sydney Morning Herald, en octubre de 2015.

"Siempre estoy interesado en la evolución del lenguaje cinematográfico. Es una lengua adquirida, que sentó las bases de la gramática a la época del cine mudo. Mad Max es una película muda con el sonido".