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Análisis

La resaca de Iowa

  • El segundo puesto es una derrota para Trump
  • Marco Rubio se refuerza como el candidato de los dirigentes del partido
  • A Hillary Clinton se le complica el inicio de campaña
  • Especial: Elecciones en EE.UU.

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Una voluntaria lleva la cuenta de los votos en una asamblea del Partido Republicano en Iowa, el 1 de febrero de 2016. AFP / Michael B. Thomas
Una voluntaria lleva la cuenta de los votos en una asamblea del Partido Republicano en Iowa. AFP / Michael B. Thomas

¿Cómo puede un pequeño estado del Medio Oeste de Estados Unidos, con unos tres millones de habitantes, ser tan influyente en la política del inmenso país? Una vez más las primarias en Iowa han demostrado ser un acontecimiento político, no sólo el pistoletazo de salida para la carrera presidencial sino un termómetro de tendencias que pueden profundizarse.

Un día después, los caucus (asambleas ciudadanas) dejan sorpresas y algunas bajas. El huracán Donald Trump parece haber tocado tierra; el "socialista" Bernie Sanders ha demostrado que los asistentes a sus mítines también saben votar y la lista de candidatos se ha reducido: Mike Huckabee (republicano) y Martin O'Mailley (demócrata) han tirado la toalla.

Trump: un segundo puesto que sabe a...derrota

El magnate neoyorquino ha perdido su habitual verborrea al agradecer el apoyo a sus bases en la noche electoral. "Hemos acabado segundos, y tengo que decir que me siento honrado" ha dicho Trump.

Las redes sociales se han apresurado a hacer leña del árbol caído recordándole un tuit antiguo en el que recordaba una famosa cita: "Nadie recuerda a quien llega el segundo - Walter Hagen"

Ser superado por el texano Ted Cruz es en la práctica una derrota para Trump, como ha explicado el corresponsal de TVE en Washington, Carlos Franganillo.

Steve Holland, enviado por Reuters a Des Moines, cree que, aunque la distancia entre ambos es pequeña (algo más de tres puntos), "la derrota genera dudas sobre la capacidad de Trump para comportarse tan bien en las votaciones como lo hace en las encuestas".

Una de las posibles claves es el exceso de confianza del magnate en que la fama y la atención mediática, junto con el apoyo de líderes comunitarios selectos, podía competir con el trabajo de campo, a la manera tradicional, de miles de partidarios de Cruz, que han abordado a los electores hasta en los autobuses.

Este es el momento que decían que nunca llegaría

En cambio, el tercer lugar sabe a gloria a Marco Rubio. "Este es el momento que decían que nunca llegaría", ha declarado, triunfal, ante sus seguidores.

El senador de Florida pasa a ser la opción más sólida para los dirigentes del GOP (acrónimo de "Viejo Buen Partido", otra forma de referirse a los republicanos) frente a los más radicales Trump y Cruz, según Carlos Franganillo.

En la cadena conservadora FoxNews, Douglas E.Shoen destaca el buen resultado de Rubio, que ha obtenido un 23% cuando las encuestas le daban un 16, pese a ser el objetivo recurrente de ataques de Jeb Bush y Ted Cruz.

"A pesar de todo, Rubio obviamente se ha ganado a los votantes con su argumento de que es elegible", analiza Shoen.

En las primarias de New Hampshire, donde Cruz no podrá jugar la carta ganadora de los evangélicos, el viento puede inflar las velas de Rubio en el camino a la nominación republicana.

Votos para los candidatos republicanos en una asamblea de este partido durante los caucus de Iowa, en Des Moines, capital del estado. 1 de febrero de 2016. Brendan Hoffman/Getty Images/AFP

Votos para los candidatos republicanos en una asamblea de este partido durante los caucus de Iowa, en Des Moines, capital del estado. Brendan Hoffman/Getty Images/AFP Brendan Hoffman/Getty Images/AFP

Disgusto para los Clinton en el inicio de campaña

Apenas unas décimas han separado a Hillary Clinton, ex senadora, ex primera dama y ex secretaria de Estado, de un senador de 74 años que ni siquiera pertenecía al partido demócrata hasta el año pasado, y que no tiene empacho en reconocerse socialdemócrata.

"Aunque Clinton venza, la competencia tan estrecha en Iowa confirma que el mensaje anti-establishment de Sanders tiene músculo real y atractivo", concluye el Washington Post.

En la CNN, Maeve Reston, cree que el resultado de Clinton puede calificarse incluso de derrota. "Una vez más, ha sido noqueada por un aspirante a quien su campaña no tomó en serio hasta muy tarde en la carrera". El aspirante anterior fue Barack Obama, que venció a Clinton en Iowa en 2008.

Los republicanos no han perdido la oportunidad y en su comentario oficial a los caucus atacan directamente a la ex secretaria de Estado. "Los votantes demócratas en las primarias encuentran la hipocresía de Clinton y sus escándalos tan intragables que prefieren votar a un inelegible socialista de 74 años de Vermont".

El resultado de Iowa debe ser enervante para los Clinton, como apunta The New York Times, pero precisamente mantener la cabeza fría puede salvar su campaña. Al fin y al cabo, lo que cuentan son los delegados, y Clinton es más popular entre los demócratas de los estados que más delegados aportan.

El NYT vaticina que la ex secretaria de Estado y sus asesores reforzarán su equipo de campaña.

El abandono de Martin O'Mailley, además, reduce definitivamente las primarias del partido del burro a una cuestión de dos. Habrá que ver a dónde van a parar los votos del exgobernador de Maryland: durante la noche electoral de Iowa, los corrillos de partidarios de O'Mailley eran cortejados por los de los otros dos candidatos para sumarse a sus filas.

La noche deja una sensación extendida a uno y otro lado del espectro político, que resume la CNN: "queda una larga y volátil temporada de elecciones por delante, antes de que dos partidos profundamente fracturados puedan unirse detrás de un nominado".

Próxima cita: New Hampshire, el 9 de febrero.