Enlaces accesibilidad

La ingesta moderada de marisco ralentiza el Alzheimer y la demencia, según un estudio

  • Los altos niveles de mercurio de estos alimentos no afectarían a los enfermos
  • Una ración semanal de marisco serviría para frenar el avance de la enfermedad

Por
Una ración de marisco a la semana es suficiente para frenar el avance de enfermedades neurodegenerativas.
Una ración de marisco a la semana es suficiente para frenar el avance de enfermedades neurodegenerativas.

La ingesta moderada de marisco ralentiza el avance del Alzheimer, según un estudio de científicos de la Rush University Medical Center de Chicago (EEUU). La ralentización del Alzheimer fue asociada con el consumo de marisco pese a que éste ha sido relacionado a su vez con la presencia de mayores niveles de mercurio en el cerebro, aunque estos niveles no parecen determinar una mayor incidencia de la enfermedad, según el estudio que publica el Journal of the American Medical Association (Jama).

El vínculo entre el marisco y el mercurio ya estaba establecido, pero la novedad es cómo esa presencia de mercurio en el cerebro afecta a las enfermedades neurodegenerativas. En las personas que tomaron al menos una ración de marisco a la semana se encontró menor grado de desarrollo, menor definición y menor extensión de la enfermedad en el cerebro.

El estudio se realizó a través de la autopsia del cerebro de 286 participantes que habían aportado antes de morir sus hábitos alimenticios y que vivieron hasta los 90 años de media.

Concentración cerebral de mercurio

"Por lo que nos consta, este es el primer estudio sobre la relación entre la concentración cerebral de mercurio y neuropatologías cerebrales o dietas", explicó Martha Clare Morris, que lideró la investigación. "Los pacientes y sus familias deben sentirse esperanzados porque intervenciones como el consumo de marisco les ayuden a reducir las manifestaciones clínicas de la enfermedad del Alzheimer y la demencia", analizaron los doctores Edeltraut Kroger y Robert Laforce Jr., de la Universidad de Laval, en Quebec.

A pesar de las esperanzas infundidas por estas nuevas evidencias, los autores advirtieron que la muestra estudiada fueron adultos de raza blanca no hispanos, por lo que para extrapolar los beneficios a todos los pacientes deberán llevarse a cabo investigaciones a mayor escala.