El Parlamento Europeo vota en contra de vetar los límites "flexibles" de emisiones propuestos por Bruselas
- En una votación muy igualada, 323 eurodiputados votaron en contra y 317 a favor
- Se interpreta como un triunfo de los lobbies del sector automovilístico
- El proyecto pactado entre Estados y Comisión permite exceder los límites
El Parlamento Europeo ha rechazado este miércoles el veto del proyecto de la Comisión Europea para reforzar el control de las emisiones contaminantes de vehículos al introducir mediciones en condiciones reales de conducción, pero que permite exceder en esas pruebas los límites fijados en hasta un 110% en los próximos años.
La Comisión Europea cree que esa relajación de los límites "está justificada porque se necesita tener en cuenta las incertidumbres técnicas relacionadas con el uso de los nuevos sistemas portátiles de medida de emisiones" que se utilizarán en las pruebas en carretera.
El veto no ha salido adelante al recibir 323 votos en contra, 317 a favor y 61 abstenciones, después de que fuera propuesto por la comisión de medioambiente de la Eurocámara. Esa comisión solicitaba la retirada completa del proyecto al considerar que introduce "una excepción generalizada" al cumplimiento de los límites de emisiones.
El resultado de la votación, según los analistas comunitarios, es todo un triunfo para el sector de la automoción, que lleva meses presionando mediante sus lobbies en los distintos niveles de la UE para mitigar los efectos de la reacción de las autoridades al escándalo de la manipulación de emisiones practicada durante años por Volkswagen.
Pero según el presidente de la comisión de medioambiente, el italiano Giovanni La Via (Grupo Popular Europeo), el rechazo a la objeción se debe a que se han arrancado dos compromisos a Bruselas: "introducir una cláusula de revisión con un calendario preciso" y presentar una propuesta que reforme todo el sistema de la UE para homologar vehículos.
Se permite un exceso de hasta el 110% de los límites de emisiones
El proyecto sobre límites de emisiones elaborado por Bruselas nació de un pacto con los Gobiernos de la UE el pasado octubre, donde se rebajaron los parámetros de control de las emisiones en carretera propuestos inicialmente por el Ejecutivo comunitario.
Así, se propone que -a partir de septiembre de 2017 para los modelos nuevos, y del mismo mes de 2019 para todos los coches nuevos- las emisiones de los vehículos en las mediciones realizadas en condiciones de conducción real puedan exceder el límite de 80 miligramos de óxido de nitrógeno por kilómetro en un máximo del 110% (es decir, alcanzar los 168 miligramos) sin que se considere una infracción.
Pasado un período transitorio de dos años y medio, los vehículos diésel tendrían que rebajar ese exceso, y en esos tests podrían contaminar un 50% más del límite, es decir, llegar hasta un máximo de 120 miligramos por kilómetro.
Ese exceso permitido de los límites rebaja mucho el incumplimiento actual, ya que las emisiones de algunos de los vehículos llegan a ser un 400% superiores a los límites cuando las mediciones se realizan en carretera.
Por ahora, esas mediciones en condiciones reales de conducción no se tienen en cuenta ahora para homologar los vehículos, y ese trámite sólo se realiza mediante tests de laboratorio que muestran emisiones mucho menores (y que fueron los que Volkswagen falseó al trucar sus motores).
El rechazo de este veto despeja el camino para que siga la tramitación del conjunto de normas que prepara Bruselas sobre los futuros controles en condiciones de conducción real y del que aún faltan algunas piezas. En concreto, la comisión de medioambiente debatirá a finales de este mes sobre el procedimiento que seguirán esas pruebas en carretera.