La huelga contra la reforma de las pensiones paraliza Grecia con manifestaciones multitudinarias
- El paro también se ha notado en el pequeño comercio
- Es la primera huelga general del año tras varios paros sectoriales
- Syriza apoya el paro porque busca defender las pensiones públicas
Grecia ha vivido la primera huelga general del año en contra de la reforma de las pensiones con un impacto mucho mayor al de convocatorias anteriores, pues el pequeño comercio, los taxistas y el transporte paralizaron la actividad en la mayor parte del país.
El primer ministro, Alexis Tsipras, negocia con los acreedores internacionales los detalles de la reforma del sistema de jubilación.
Unas 40.000 personas han protestado por las calles de Atenas contra la reforma de las pensiones, de acuerdo con las cifras ofrecidas por la policía, una cifra que los organizadores han elevado hasta 100.000.
Los manifestantes se han dividido en varias columnas, siendo la mayoritaria -compuesta por unas 20.000 personas, según AFP- la convocada por el el sindicato PAME, ligado al partido comunista griego KKE. También se han manifestado las dos principales confederaciones de sindicatos del sector público (ADEDY) y privado (GSEE).
En el sector privado la participación fue superior al 95%, según el portavoz de GSEE Dimitris Karayorgópulos a EFE. Aún no hay cifras de seguimiento en el sector público, si bien desde ADEDY se recuerda que todas las asociaciones de funcionarios habían anunciado su adhesión.
"Masacraron a mi generación: no nos podemos casar, no podemos tener hijos. Mis padres trabajaron toda la vida y lo que me dejan es nada", aseguraba Dina, de 32 años, a la agencia AFP. "Pensiones de 300 euros a los 80 años, ¡eso es lo que es el capitalismo!", gritaban algunos de los manifestantes. Mientras, en Tesalónica, el número de manifestantes -según fuentes policiales- es de 14.000.
En general, las marchas en Atenas han transcurrido sin incidentes, si bien algunos jóvenes vestidos de negro han lanzado piedras y cócteles molotov a la policía, que ha respondido con gases lacrimógenos y bombas aturdidoras.
Gran impacto en el transporte
La tercera huelga general convocada bajo el Ejecutivo de Syriza -y la de mayor seguimiento de las realizadas desde que la coalición liderada por Tsipras ganó las elecciones en enero del año pasado- llega después de varias movilizaciones sectoriales, como las de agricultores, transportes marítimos y periodistas.
Decenas de vuelos nacionales han sido cancelados, los barcos han permanecido amarrados en los puertos -seguirán así hasta el viernes como continuación a las protestas que ese colectivo mantiene desde hace varias semanas- y se ha paralizado la mayor parte del transporte público: trenes interurbanos, cercanías y trolebuses.
En Atenas, el metro y el tranvía y los autobuses urbanos solo han funcionado con un horario restringido. Además, por primera vez en muchos años, los taxistas, que hasta ahora declinaban unirse a los paros, secundan la huelga de forma masiva y apenas circulan por las calles de la capital.
Respaldo de todos los sectores económicos
En Atenas muchos comercios permanecen con la persiana bajada y tampoco han abierto muchas gasolineras, según AFP. El presidente de la confederación nacional del comercio, Vasilis Korkidis, señala a EFE que los pequeños comercios han secundado la huelga en un 90% pese a no haberse movilizado en años.
El presidente de la asociación de pymes, Yorgos Kavazás, asegura que en algunas ciudades como Salónica o Volos la participación se acercó al 100%. Según la confederación nacional del comercio, el coste del cierre de un día supone pérdidas de 210 millones de euros para el sector y de 8 millones para el Estado por la recaudación del IVA.
Los agricultores participaron en protestas en varias ciudades como Salónica, pero decidieron levantar los bloqueos de carreteras que mantienen desde hace dos semanas, con el fin de facilitar la participación en las manifestaciones. A cambio, bloquearán durante 24 horas las carreteras, aeropuertos, aduanas y puertos el próximo sábado.
En los hospitales públicos han funcionado solo los servicios mínimos, ya que los médicos y los farmacéuticos se han sumado a la protesta. Trabajadores de profesiones liberales como los abogados y los ingenieros que ejercen como autónomos también han participado en la huelga.
Syriza defiende el paro para "proteger el sistema de pensiones"
En un comunicado, la sección encargada de asuntos laborales de la formación gobernante, Syriza, ha asegurado que "celebra" el paro porque tiene como objetivo "proteger el carácter público, redistributivo y global del sistema de pensiones".
Syriza subraya que apoya los esfuerzos del Gobierno para defender las pensiones y crear "un sistema con carácter redistributivo, fundamentado en la solidaridad entre generaciones", al tiempo que pide al Ejecutivo no ceder ante los acreedores en las pretensiones de reducir las pensiones.
El paro coincide con la estancia de los representantes de las instituciones acreedores en Atenas para negociar con el Gobierno izquierdista de Tsipras, la reforma de las pensiones en el marco de la primera revisión del tercer rescate.
El Ejecutivo griego ha preparado una propuesta de reforma que pretende evitar nuevos recortes a las pensionistas, que se han reducido en 11 ocasiones desde 2010. A cambio, plantea subidas de las cotizaciones y bajadas de las pensiones suplementarias que, pese a tener ese nombre, forman el grueso de los ingresos de los jubilados, que sirven de sustento de más de la mitad de las familias griegas, según un estudio.