Enlaces accesibilidad

Gago no contó a su entorno que estuvo con Montserrat y Triana el día del crimen de Isabel Carrasco

  • Su hermana y amigas declaran que se puso nerviosa cuando encontró el arma
  • La dueña de una tienda de manualidades avala la coartada de Gago

Por
Raquel Gago no dijo a su hermana que había visto a Triana Martínez tras el crimen

La policía local Raquel Gago, acusada del asesinato de Isabel Carrasco junto a su amiga Triana y la madre de esta, ocultó a su círculo más cercano que la tarde del crimen había estado tomando café con ambas antes de los hechos y que después de que Montserrat González matara a tiros a la presidenta de la Diputación y del PP de León se había encontrado de nuevo con la primera de ellas.

Así lo han declarado esta mañana ante el tribunal su hermana, algunas amigas que estuvieron con Gago después del asesinato y su propia pareja. Una jornada en la que además una testigo, la dueña de una tienda de manualidades, ha avalado la coartada de la policía el día del crimen.

Raquel no comentó que había estado con Triana y Montserrat hasta que 30 horas después del crimen encontró en su coche el revólver que usó la asesina confesa. Gago sostiene que Triana se lo dejó en el coche sin que ella se diera cuenta cuando se vieron por casualidad en la calle, según su versión y la de su amiga, pero la Fiscalía, que pide para la policía local la misma pena que para las otras dos acusadas, cree que estaba todo planeado.

Sobre por qué no dijo a nadie que había visto a Triana Martínez minutos después del crimen, la agente ha reiterado en numerosas ocasiones que no tiene una explicación, informa Efe. "Fue lo que hice en ese momento y no sé por qué reaccioné así", afirmó en su declaración sobre este asunto Raquel Gago, que añadió que se "bloqueó".

"Esto no tenía que estar aquí, esto no tenía que estar aquí"

Su hermana Beatriz ha relatado este jueves en el juicio que Raquel se percató de la presencia del bolso en el interior de su coche al día siguiente cuando trataban de meter en el vehículo una bicicleta para llevarla a reparar.

"El bolso estaba detrás del asiento del conductor y al verlo mi hermana se puso muy nerviosa y con voz entrecortada sin casi poder respirar empezó a repetir 'esto no tenía que estar aquí, esto no tenía que estar aquí'", ha rememorado Beatriz Gago. Lorena, otra amiga de Raquel que estaba en ese momento, ha corroborado en el juicio que se puso muy nerviosa. "Cambió su comportamiento, estaba nerviosísima, lloraba sin parar, estaba cerca de la histeria", ha insistido.

Fue entonces cuando Beatriz Gago le dijo a su hermana y a las amigas que en ese momento estaban con ella que había visto a Triana Martínez supuestamente de forma casual minutos después del crimen y que debía de haber sido en ese momento cuando le dejó el arma homicida en el vehículo.

Al hallar el arma, Beatriz Gago le dijo a su hermana que llamara a un amigo suyo policía nacional, de nombre Nacho, que sabían que participaba en la investigación porque le habían visto por televisión.

Otra amiga de Gago no vio el bolso con el arma

Este jueves ha declarado también Leticia González, otra amiga de Raquel Gago que subió a su coche sin percatarse del bolso con el revólver que supuestamente estaba debajo del asiento trasero. "Yo vi bolsas de plástico, pero no ese bolso, aunque podría estar allí", ha señalado ante el tribunal.

La defensa de Raquel Gago ha tratado de probar durante el interrogatorio de esta testigo que el bolso efectivamente estaba allí, y que el hecho de que esta testigo no se percatase de su presencia es normal ya que tiene un pie pequeño -calza un 38- y además Triana Martínez declaró que lo dejó "muy metido" debajo del asiento.

Por el contrario, la fiscalía ha argumentado que si el bolso con el arma estaba realmente donde Raquel dijo haberlo encontrado, Leticia González tenía que haberse percatado de su presencia al subirse al coche, señala Efe.

Esta testigo también ha manifestado que Triana Martínez, a la que conocía por Raquel, le había solicitado que alquilaran de forma conjunta una plaza de garaje en el paseo de Condesa, donde estaba el domicilio de Isabel Carrasco y muy cerca de donde fue asesinada, pero que no dijera nada al propietario de que ella también iba a usarla. Asegura que no accedió porque podría ser "algo incorrecto" si no se podía decir nada.

La pareja de Gago: "Me decía, no me lo puedo creer"

Este jueves ha declarado también la pareja de Raquel Gago, que ha explicado que habló con ella el día del crimen. "Me llamó ella. Me dijo, Fer, vas conduciendo, pues párate y agárrate fuerte al volante que te vas a quedar de piedra, creo que acaban de detener a Triana y a su madre por la muerte de Carrasco". Este testigo ha señalado que notó a Gago muy nerviosa y que decía "no me lo puedo creer, no me lo puedo creer".

Volvió a hablar con ella cuando Gago le llamó para decirle que había encontrado el arma homicida en el coche y que estaba detenida. "Yo me quedé de piedra", ha dicho Fernando, que ha añadido que posteriormente llamó a la hermana de Raquel y fue esta quien se lo contó todo, informa Europa Press.

También ha declarado Nacho, el policía nacional al que llamó Gago cuando encontró el arma. Este agente ha explicado que le resultó "chocante" que no esta no le hubiera llamado el día antes, día del crimen de la presidenta de la Diputación, y que tampoco hubiera contado que había estado con Montserrat y Triana momentos antes y después del asesinato de la política leonesa.

"Le dije: '¿Cómo no has llamado hasta hoy? Si se ha enterado toda España'", ha precisado, para después indicar que recibió la llamada de Raquel Gago cuando esta afirmó que acababa de encontrar el bolso, en torno a las 19.10 horas del 13 de mayo, 30 horas después del asesinato de Isabel Carrasco, y que esta estaba "muy nerviosa y alterada" y que, en un principio, ni siquiera sabía lo que estaba diciendo. "Decía el bolso, el bolso, el bolso de Triana".

El agente ha declarado que cuando recibió la llamada de Gago no sabía que Triana y Montserrat habían confesado que el arma lo tenía una policía.

Una testigo avala la coartada de Raquel Gago

Especialmente favorable para sus intereses ha sido el testimonio de Beatriz Real, la propietaria de una tienda de manualidades que ha avalado la coartada de Raquel Gago.

Esta testigo ha declarado ante el tribunal que juzga este crimen que por esas fechas -el asesinato se cometió el 12 de mayo de 2014- el horario de su tienda era muy irregular porque su madre estaba muy enferma ya que se le acababa de diagnosticar un cáncer terminal.

Raquel Gago declaró que se encontraba con su coche aparcado en la calle Lucas de Tuy el día del crimen a la espera de que abriera la tienda de manualidades porque necesitaba adquirir unos artículos y que fue cuando se encontró "casualmente" con su amiga Triana.

Beatriz Real ha explicado que era "perfectamente normal" que Raquel Gago pudiera estar esperando delante de su tienda un buen rato, incluso más de una hora, porque "ya lo había hecho en otras ocasiones".

La testigo se ha derrumbado durante su declaración y, entre sollozos, ha afirmado que lamenta que Raquel Gago se siente en el banquillo de los acusados porque ella no abriera ese día la tienda a su hora. "Raquel no debería estar ahí sentada. Todo esto es muy injusto", ha apostillado la testigo.