Garzón dice que un Gobierno en España "tiene que desobedecer" a la "antigua Troika"
- Coincide en que hay que reducir el déficit, pero con "responsabilidad" social
- Si se repitieran las elecciones, dice, "llegaríamos a la misma situación"
- Critica los "tacticismos" de partidos como PSOE y Podemos
El diputado de Izquierda Unida-Unidad Popular, Alberto Garzón, ha dicho que un Gobierno en España "tiene que desobedecer" a la "antigua Troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional), manteniendo el objetivo de reducir el déficit nacional, pero con "responsabilidad" social.
Lo ha dicho este viernes en una entrevista en Las Mañanas de RNE, criticando los recortes exigidos por Bruselas y la "austeridad y el sufrimiento de la mayoría social" y ha considerado que la desobediencia es posible ya que "en el pasado Francia y Alemania incumplieron sus objetivos de déficit".
También ha recordado que, recientemente, a Francia se le ha permitido reducir sus condiciones de déficit para aumentar su gasto militar (debido a la amenaza terrorista tras los atentados de París). Garzón se pregunta "¿por qué para eso sí, y no para evitar el hambre en las calles?".
El líder de IU ha incidido en las consecuencias de la reciente crisis social y económica: "precariedad, comedores sociales repletos de gente, emergencia social..." y por ello pide que las respuestas políticas en España no se hagan "desde las siglas" sino desde programas", en referencia a las conversaciones que están manteniendo el resto de partidos y a la propuesta de Gobierno de Podemos, en el que se asignaba el cargo de vicepresidente.
Por ello, ha criticado los "tacticismos" de los partidos políticos en el último mes, como si se tratara de "un juego de póker". "Comprobamos un cambio muy importante en la actitud de los partidos desde la campaña electoral hasta aquí", expone, e incide en que "Iglesias decía que no sería vicepresidente" de un Gobierno no liderado por Podemos y PSOE "dijo que Ciudadanos era la nueva derecha, pero ahora tiene nuevas relaciones".
Concluye esta cuestión exponiendo que desde IU "no nos gusta entrar en ese formato ni engañar a la gente y seguimos con el programa por delante".
El escenario político si se convocaran elecciones
Preguntado sobre un escenario en el que se convocaran unas nuevas elecciones, Garzón descarta que sea una solución al problema. "El CIS no da para que nadie se crezca", ha dicho, en referencia a las encuestas que predicen que el PP volvería a ganar los comicios y que Podemos adelantaría al PSOE en intención de voto.
El político expone que "la gente votaría, en esencia, igual" y que aunque Podemos y las confluencias de partidos podrían superar al PSOE, los socialistas seguirían teniendo muchos más escaños, a causa de la Ley Electoral. La única diferencia es que "habríamos perdido tres meses", incide.
Recuerda que, a pesar de la poca diferencia (poco más de un punto porcentual) de votos en las pasadas elecciones entre PSOE y Podemos, los primeros "tienen 30 escaños más" y que "un cambio de número de votos no tiene por qué traducirse en escaños".
Sin embargo, sí reconoce que si se presentaran en confluencia Podemos e IU a unas nuevas elecciones se convertirían "en la segunda fuerza del Estado, casi seguro".
En cualquier caso, el objetivo, insiste, es el de lograr un gobierno de izquierdas. "Nos gustaría que el PSOE y Podemos se pusiesen a hablar en serio" y considera ésta "una oportunidad de que el PP no gobierne con sus políticas de derechas".
Pero Garzón considera que las conversaciones que se están manteniendo ahora entre estos partidos se trata, tan solo, de "una toma de contacto, no de negociación como las que habrá a partir de la semana que viene, cuando haya comisiones y delegaciones negociadoras", y prevé una "enorme desconfianza" entre ambos hasta entonces.
Mientras que el PSOE ya ha formado su comisión negociadora con seis miembros, Izquierda Unida va a esperar a su Consejo Político de este sábado para conformar un grupo de entre "cuatro y seis personas", entre las que estarán él y previsiblemente la diputada de Unidad Popular, Sol Sánchez, y el exlíder de IU, Cayo Lara.
Critica que Rajoy potencia el independentismo
El líder de IU responde a las críticas que dicen que las confluencias políticas como Compromís o En Marea son nacionalistas diciendo que "no son una expresión del nacionalismo, sino de un movimiento político que tiene amplias bases democráticas y con el movimiento social como hilo conductor" e insiste en que "vivimos en una españa plurinacional" a la que hay que dar voz.
Ahí es donde residen muchas de las diferencias en las conversaciones de los partidos, ya que mientras que "PSOE no quiere permitir la consulta" en Cataluña, el "muro inflanqueable" de Rajoy a Cataluña está provocando una "suma de independentistas".
Por eso recalca que las confluencias políticas facilitan esta situación con el "respeto a la identidad nacional y a los intereses populares" y defiende que hay que "dejar hablar a la gente" para luego intentar "convencerla de la posición de uno, de que las clases populares de Cataluña y de Andalucía vamos a afrontar los mismos retos y que es mejor hacerlo conjuntamente". Por ello proponen como solución "un modelo federal, que es la síntesis perfecta entre este callejón sin salida de Rajoy y el oportunismo de Mas".
Las confluencias políticas no son Podemos
Ha habido problemas en el Congreso, dice Garzón, "por los grupos propios de las confluencias" y meterlos dentro de Podemos, en lugar de que cada uno tenga su grupo propio en el Parlamento ("no en el caso del valenciano, que comparte espacio en el grupo mixto", donde también se encuentran los dos diputados de IU).
Por eso, "hay que explicarle a la ciudadanía que las confluencias son órganos autónomos y que Iglesias no es el director de Orquesta", por lo que a la hora del debate de investidura, dice, "tienen independencia".
Rechaza la idea extendida de identificar estos grupos con Podemos y pone de ejemplo el caso de En Marea, la confluencia gallega, en la que "a nivel formal y jurídico, es una coalición a tres entre A Nova, IU y Podemos, al 33% cada uno" y defiende en cualquier caso la independencia y autonomía Izquierda Unida y de los diputados que tiene entre estas distintas confluencias, no absorvidos por Podemos, sino manteniendo su identidad.
Sí critica, sin embargo, que IU no tenga grupo en el Parlamento ya que "la presencia en el grupo mixto es mucho más difícil, hay que distribuirse entre ocho partidos todas las negociaciones" y concluye diciendo que los miembros de su formación están "invisibilizados", ya que solo tienen presencia en tres comisiones, y que "la configuración de la mesa del Congreso nos está machacando".