Los compañeros de trabajo de Gago aseguran que se quedaba parada en situaciones de conflicto
- También reconoce que les sorprendió que ella estuviera implicada en el crimen
- Niegan que en los días previos al crimen la agente acusada faltara a trabajar
- Coinciden todos en que es una persona "extremedamente reservada"
Miembros del cuerpo de Policía Local de León, todos ellos compañeros de Raquel Gago, han prestado declaración este lunes en la Audiencia Provincial de León, en el transcurso del juicio por el crimen de Isabel Carrasco, y han coincido en la personalidad "extremadamente reservada" de la agente y en sus problemas para enfrentarse a situaciones complicadas.
Los ocho agentes que han declarado este lunes han coincido en que Raquel Gago era una buena policía aunque, como ya han testificado otros compañeros en sesiones anteriores, han subrayado que no se caracterizaba por tomar la iniciativa en situaciones comprometidas.
No obstante, ninguno de ellos ha dudado de su capacidad para ejercer la profesión, aunque sí han comentado que parecía obvio que no se trataba de una policía vocacional.
Todos los agentes han explicado en sus respectivos interrogatorios que Raquel Gago era una persona "cordial", "amable" y "muy educada" y que estaba "capacitada" para ser Policía Local, más concretamente Policía de Barrio, que era su función. No obstante, han relatado algunos episodios en los que Raquel Gago se puso "muy nerviosa", e incluso "llegó a quedarse paralizada" ante situaciones "conflictivas o complicadas".
Además, han explicado que Raquel Gago "no tenía ningún interés en las armas", más allá de las prácticas de tiro obligatorias. "Si ella pudiera optar entre llevar y no llevarla (la pistola), no la llevaba. No la veo yo belicosa", ha precisado uno de ellos.
Se quedaba parada ante situaciones "conflictivas"
Algunos de los agentes que han testificado han recordado situaciones comprometidas en las que Raquel Gago se quedó voluntariamente en un segundo plano.
Uno de ellos ha relatado que Raquel Gago se "quedó paralizada" en un altercado "de cierta contundencia", ocurrido en un puesto del Mercado de Colón, en el que no participó porque se apartó a un lado.
También han señalado que en ningún momento pusieron estas carencias en conocimiento de los responsables del Cuerpo porque no se trataba de nada fuera de lo común y los incidentes violentos en el trabajo de un policía de barrio "son muy escasos" e incluso pueden llegar a ser "casi excepcionales", aunque algunos agentes han admitido que no era la compañera ideal para patrullar por las calles.
Otro de los agentes ha explicado ante el tribunal del jurado que, en una ocasión, Raquel Gago tuvo un incidente con el propietario de un bar que no quería retirar su terraza, ubicada en la acera, para que pasara una procesión de Semana Santa. Esta persona, ha explicado el agente, "no respetaba las indicaciones de Raquel para que retirase esa terraza". Algo a lo que ella no reaccionó.
Otro compañero ha manifestado que Raquel Gago "tenía problemas en situaciones muy conflictivas" y que él presenció varias intervenciones policiales en las que participaron juntos ella "se quedaba impasible, muy parada" y "no actuaba de manera directa".
Implicación en el crimen
En cuanto a su implicación en el crimen de la que fuera presidenta de la Diputación de León, todos los compañeros de Gago han dicho que les sorprendió mucho conocer su presunta participación. "Me parece que es increíble total", ha dicho una de las compañeras de Gago, que ha precisado que, en su opinión, la agente no participó en el crimen.
Todos los agentes que han prestado declaración este lunes, un total de ocho, han coincidido en este aspecto y han expresado que no ven capaz a Raquel Gago de cometer un crimen. Además, han hecho hincapié en Raquel "no es una persona que suela tomar la iniciativa".
Por otro lado, el letrado de Raquel Gago, Fermín Guerrero, ha querido desmontar la teoría que mantiene la Fiscalía de que existía un plan previo elaborado por Raquel, Triana y Montserrat para acabar con la vida de la política leonesa y que la policía local participó en seguimientos a Isabel Carrasco antes de su muerte.
En relación a esta cuestión, Guerrero ha preguntado a los agentes si es posible que Raquel se ausentara de su puesto de trabajo durante los días previos al crimen, algo que todos han negado de forma contundente.
Raquel Gago, al igual que las otras dos acusadas, se enfrenta a veintitrés años de prisión: veinte por un delito de asesinato en concurso ideal con otro de atentado a la autoridad, y tres más por tenencia ilícita de armas.
Con las declaraciones de este lunes por la mañana han concluido las pruebas testificales y a partir de este martes se abordarán los informes forenses y psiquiátricos.