Brea viaja al siglo XVI y se inspira en el declive el imperio español
- Azul pavo y negros tiñen la colección de este joven diseñador
- Destacan el uso de los damascos realizados en talleres de Valencia
- Charo Azcona e Isabel Nuñez hacen guiños a la feminidad
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La serie Carlos, Rey Emperador terminó con la muerte del monarca y con la imagen de su hijo Felipe II, de rodillas, hecho un mar de lágrimas. Era 1558. Cuarenta años después, moría Felipe. Fue en 1598, fecha que da título a la colección de Juan Brea.
“Me he inspirado en el inicio de la crisis del imperio español, en la dualidad social que se vivía”, cuenta el diseñador que presenta en MFSHOW su quinta colección. Un trabajo muy cuidado, rico y trabajado.
“Es un rasgo de la casa. El diseño es muy potente y siempre trabajo mucho el patrón, pero no es mi colección más arriesgada, porque he madurado y pienso más en mis clientas”, señala.
No es su colección más ambiciosa pero sí la más lujosa. Brea cuenta con una bandera de tejidos exquisita en la que destacan los damascos que le han hecho artesanos de Valencia.
La silueta va muy marcada, especialmente en la cintura, tanto por los cortes y tableados que la acentúan como por los cinturones. Destacan las faldas, con asimetrías en el largo, y la carta de colores, que va desde el azul pavo , que simboliza el imperio español del XVI, como el negro, el color más utilizado en esos años, tanto en la ropa como en la pintura.
Para este joven diseñador es importante estar en esta pasarela. “Es una gran oportunidad, necesitaba entrar en el circuito nacional y dar un paso más”, revela.
Luego ha sido el turno de Charo Azcona que firma la enésima revisión de los 60 y 70. Minivestidos con motivos geométricos y estampados florales, un tanto psicodélicos, y luego vestidos boho, decorados con motivos de estilo nostálgico. Y para terminar, faldas con volúmen flor que llevan bolsillos.
Desde que Raf Simons, cuando era director creativo de Dior, rescatara esta prenda han sido, y son, miles las reinterpretaciones y copias que vemos en practicamente en todos los desfiles. Aunque pocos saben que el primer vestido de noche que llevaba bolsillos en la falda es el que lleva Bette Davis en Eva al desnudo. Película estrenada en 1950 y que se llevó el Oscar al mejor vestuario, firmado por Edith Head y Charles LeMaire.
La semana pasada era Miriam Ponsa y ahora es Yono Taola quien se inspira en la figura de Amelia Earthart, una de las pioneras en el mundo de la aviación, una aventurera, una mujer con personalidad y carácter.
Y un icono, porque antes que Taola y Ponsa ha sido musa de creadores españoles como Lemoniez o franceses como Jean Paul Gaultier. Desapareció en el Pacífico en julio de 1937 y ese año nació el mito.
En el cine le dio vida Hilary Swank( Amelia, 2009) y ahora es el diseñador el que revive su figura sobre la pasarela. Por eso vemos prendas, antiguamente llamadas masculinas, como los monos y las camisas blancas.
Pero Taola va más allá y se vale del contraste de texturas y del color para construir una colección que comienza con prendas dinámicas y urbanas pero que luego vuela hacia destinos más sofisticados, con siluetas muy femeninas y tejidos sensuales.
A destacar las gafas de Bruno Chaussignand, un toque de elegancia francesa que aportaba a las modelos un aire muy interesante.
Azcona y Brea han abierto lo que anoche cerraron La Condesa y Marcos Luengo, dos firmas con propuestas de lo más diverso. Destacó el trabajo de Isabel Nuñez, tanto por la coherencia de la colección, como por la confección y el buen gusto.
Nuñez se inspira en la cultura china y reinterpreta el traje típico, el qipao, que lanza en distintas versiones, casi siempre abrazando el cuerpo, envolviéndolo en caricias de seda o tul. Las notas de un arpa acompañaban el caminar de las modelos que mostraron un variado armario en el que llaman la atención las texturas.
La carta de tejidos, muy trabajados, lleva además lanas y terciopelos, siempre con una factura lujosa y con aplicaciones de texturas distintas.. Vemos además contrastes de texturas mate y otras de aspecto metalizado en tonos minerales.
Burdeos, rosa, naranja y negro alegran diseños muy sofisticados en los que llaman la atención los bordados de flores o de garzas. Los escotes en uve llegan velados por un tul negro y resultan atractivos los motivos florales que parecen un estampado de camuflaje. De lejos, porque de cerca son bellas flores con gotas de rocío en negro azabache.