Obama presenta su presupuesto para 2017 centrado en la inversión en infraestructuras y la lucha contra el cambio climático
- Hay una partida adicional de 19.000 millones de dólares para ciberseguridad
- El escenario que plantea es de sólido crecimiento, del 2,6% en 2016 y 2017
- Prevé que el déficit fiscal se sitúe por debajo del 2,5% desde ahora hasta 2020
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha presentado su propuesta presupuestaria para el ejercicio 2017, que comienza el 1 de octubre de este año, que asciende a 4 billones de dólares, y que se centra en la inversión en infraestructuras y la lucha contra el cambio climático y las amenazas terroristas.
En su última propuesta antes de que deje la Casa Blanca en enero de 2017, Obama dibuja un panorama económico de sólido crecimiento, con una previsión de repunte del producto interior bruto (PIB) del 2,6% tanto en 2016 como en 2017, y con un déficit fiscal que se prevé quede por debajo del 2,5% desde ahora hasta 2020.
"El plan rebaja el déficit y mantiene los ingresos fiscales a través de ahorros inteligentes en el sistema de salud, migratorio y la reforma impositiva", explica el mandatario en el documento, quien ha añadido que "es una hoja de ruta hacia un futuro que encarna los valores y aspiraciones de EE.UU.: un futuro de oportunidad y seguridad para nuestras familias; un mayor nivel de vida; y un planeta sostenible y en paz para nuestros hijos".
Entre las novedades figura una partida adicional de 19.000 millones de dólares para reforzar la ciberseguridad, un 35% más de lo previsto en el ejercicio anterior. También el ya adelantado impuesto de 10 dólares al barril de petróleo, que ingresaría 320.000 millones de dólares en diez años, para financiar diversos proyectos de energías limpias e inversión en infraestructuras en el país.
Por otro lado, el presupuesto de defensa para el Pentágono se vería incrementado un 1%, hasta los 582.700 millones de dólares, algo que los republicanos ya han considerado escaso para amenazas como el ascenso del Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, la continuada presencia de tropas en Afganistán y la necesaria modernización de los equipos ante las tensiones con Rusia y China. En concreto, los fondos para la lucha contra el EI se elevan de 3.500 millones de dólares actuales a 4.100 millones para el próximo año fiscal.
Al presentar el plan en una teleconferencia, altos cargos de la Administración estadounidense han rechazado la idea de que el último presupuesto del presidente sea "irrelevante". Han subrayado, por contra, el "ambicioso" programa que supone y que pretende ahondar en los logros económicos, especialmente en materias de empleo y ampliación de la cobertura sanitaria para 18 millones de estadounidenses.
No obstante, lo cierto es que se trata de un documento de casi exclusivo carácter político, ya que los líderes del Congreso, controlado en ambas cámaras por la oposición republicana, han mostrado su oposición a muchas de las propuestas que se han conocido en las últimas semanas.