El segundo mayor lago de Bolivia desaparece del mapa por el cambio climático
- Un satélite confirma la evaporación completa del Poopó
- La masa de agua salada cubría 3.000 kilómetros cuadrados
Las imágenes obtenidas por el satélite Proba-V han confirmado la "evaporación completa" del lago Poopó de Bolivia, el segundo más grande del país tras el Titicaca, según ha informado la Agencia Espacial Europea (ESA). El desecado se ha producido principalmente por las extracciones de las fuentes de agua de lago y por la permanente sequía provocada por el cambio climático y el fenómeno El Niño.
Tres fotografías satelitales (tomadas el 27 de abril de 2014, el 20 de julio de 2015 y el 22 de enero de 2016) confirman la desaparición de ese lago situado en una depresión de la cordillera del Altiplano y que cubría una superficie de 3.000 kilómetros cuadrados, indicó la ESA en un comunicado. Las tres fotografías muestran la reducción paulatina de la masa de agua.
Su profundidad media de tres metros, unida al entorno árido montañoso, provocaban que fuese "muy sensible a las fluctuaciones del clima". "Aunque no es la primera vez que el lago Poopó se evapora (la última fue en 1944), existe el temor de que tarde muchos años en rellenarse, en caso de que llegara a hacerlo", subrayó la Agencia Espacial Europea.
La desaparición del lago, que ahora confirma la ESA, se hizo oficial el pasado diciembre, cuando el Gobierno boliviano de Oruro (oeste) aprobó una declaración de desastre natural del extinto lago, lo que permite acelerar el uso y la recepción de recursos económicos para paliar la catástrofe.
Importante valor ecológico
El Poopó era una parada de descanso para las aves que emigraban de norte a sur y también fuente de agua para especies altamente amenazadas como el puma andino. Además del terrible impacto ecológico de su evaporación, este hecho afecta gravemente a los pescadores de la región, que han visto cómo ha desaparecido su principal medio de vida.
El Gobierno boliviano estima que sería necesaria una inversión de 800 millones de bolivianos (unos 114 millones de dólares) para salvar el Poopó. "Mientras tanto, los pescadores locales se han quedado sin sustento y el ecosistema del lago se muestra enormemente vulnerable", concluyó la ESA.