Delpozo borda emociones con lágrimas de robot
- Josep Font, su director creativo, se inspira en Metrópolis, de Fritz Lang
- Texturas metalizadas y aires victorianos marcan una colección de contrastes
- La obra de digital de la artista Daria Petrilli es otra de sus referencias
Su aguja ahora es más fría y da puntadas de metal. Algo nuevo en la obra de Josep Font, director creativo de la casa española Delpozo, ya que en las temporadas anteriores nos regaló un bello tratado sobre la delicada arquitectura orgánica.
Ahora se adentra en nuevos territorios, sin miedo, pero no abandona su estilo. Coquetea con nuevas musas pero no se olvida de las que siempre le susurran al oído, las que siempre han guiado su mano, y su corazón.
Por eso, en la colección de otoño e invierno de 2016, vemos que propone un juego de contrastes, de polos opuestos que se atraen. “Lo emocional y lo racional, lo victoriano y lo futurista, el romanticismo y la oscuridad”, dice.
Expresionismo y surrealismo
Un juego que viene marcado por distintos referentes. Sin olvidarse de la naturaleza, fuente de feminidad y paraíso de la fecundidad, se deja influir además por la película Metrópolis, de Fritz Lang. El expresionismo ligado al realismo, una seductora mezcla que se traduce en una amplia paleta de texturas y formas.
Vemos patrones que se ciñen a la cintura - provocando cuerpos de avispa- y prendas con un marcado estilo romántico que hacen guiños a la estética de la moda del XIX. Las siluetas varían porque las prendas parecen tener vida. “Un abrigo se convierte en un paisaje boscoso atravesado por una manada de ciervos y una capa muta en el ala de un cuervo”.
Todo muy cinematográfico, bello. Se proponen, además, un mono que recuerda al robot de Metrópolis y camisas con pliegues exagerados que se inspiran en la obra digital de Daria Petrilli, inventora de momentos y mundos oníricos, a veces parecidos al universo surrealista de Dalí.
Caricias de metal
Font utiliza tejidos de nueva generación, como la malla holográfica, y lleva los clásicos al laboratorio para conseguir nuevos acabados, como el tul termo-fijado y el jacquard de terciopelo que lleva un efecto craquelé argentado.
Los colores tienen un papel esencial. Platas, oros y bronces se transforman en azules, rojos y naranjas, y destacan otros tonos muy vivos como el coqueto violeta o el vanidoso amarillo, el tímido azul pizarra o el bello verde esmeralda.
Destacan los guantes de napa que nacen del interior de las mangas y llevan cascadas de aplicaciones y bordados de seda y lentejuelas, pequeñas lágrimas de metal que Font recoge del llanto de un robot.