El primer cruce entre neandertales y sapiens se produjo hace más de 100.000 años
- Adelanta en 50.000 años la primera hibridación conocida entre ambas especies
- Este antiguo intercambio genético podría haber tenido lugar en Oriente Medio
- Los descubrimientos tienen una clara implicación en el modelo evolutivo
Un equipo multidisciplinar con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que los Homo neanderthalensis y los Homo sapiens se hibridaron hace más de 100.000 años, lo que adelanta en 50.000 años la primera hibridación conocida entre ambas especies.
Este antiguo intercambio genético, que podría haber tenido lugar en Oriente Medio, no se ha detectado en los neandertales europeos, según precisa el trabajo, que ha sido publicado en el último número de la revista Nature.
Los investigadores han estudiado los genomas completos de un neandertal y un denisovano de Siberia, y la secuencia del cromosoma 21 de un neandertal de la cueva asturiana de El Sidrón (España) y de otro de Vindija (Croacia).
En el estudio participan los investigadores del CSIC Carles Lalueza-Fox (Instituto de Biología Evolutiva) y Antonio Rosas (Museo Nacional de Ciencias Naturales); además del arqueólogo Marco de la Rasilla, junto a otros especialistas en genómica como Tomás Marques-Bonet y Sergi Castellano, este último co-responsable del estudio.
Los humanos modernos también aportaron genes a los neandertales
El investigador del CSIC Antonio Rosas ha comentado el nuevo escenario que plantea el trabajo: "Hace más de 100.000 años se produjo la primera salida de humanos anatómicamente modernos fuera de África. Estos humanos se cruzaron con una población de neandertales, que posteriormente pudo desplazarse al sur de la actual Siberia, portando los genes sapiens".
Lo que los investigadores ya sabían desde 2010, gracias al estudio Genoma Neandertal, es que hace alrededor de 50.000 años, la población humana antepasada de los europeos y los asiáticos actuales, tras su migración fuera de África, se cruzaron con los neandertales. Como resultado de ese flujo génico, los humanos modernos no africanos son portadores de un 2% de secuencias genéticas neandertales, pero las poblaciones subsaharianas nunca estuvieron en contacto con los neandertales, por lo que no son portadores de estos genes arcaicos (salvo por introgresión muy reciente).
Este nuevo estudio ha descubierto, por tanto, que los humanos modernos también aportaron genes a las poblaciones neandertales, cambiando la historia: los sapiens y los neandertales se hibridaron, al menos, en dos momentos distintos; hace 100.000 años y hace 50.000 años.
Durante el estudio se ha analizado restos fósiles de neandertales alejados geográficamente. "La secuenciación del cromosoma 21 de restos procedentes de la cueva asturiana de El Sidrón y de la cueva croata de Vindija señalan que los neandertales europeos no tienen genes de Homo sapiens, al menos en ese cromosoma. Es decir, puede que estos grupos neandertales no coincidieran con los sapiens o, si lo hicieron, no tuvieron descendencia", ha explicado el investigador del CSIC Carles Lalueza.
Los descubrimientos tienen una clara implicación en el modelo evolutivo
Según ha indicado Rosas, "estos descubrimientos tienen una clara implicación en el modelo evolutivo. Sabíamos desde hacía décadas que hubo una salida temprana de sapiens fuera de África, por los restos encontrados en los yacimientos israelíes de Skhul y Qafzeh. Pero al no tener datos paleontológicos, esta salida fue considerada por muchos como una migración fallida, al no haber ido más allá del Próximo Oriente".
Los datos ahora presentados parecen coincidir con las recientes evidencias arqueo-paleontológicas. Así, recientemente se ha desvelado la presencia de Homo sapiens en China hace cerca de 120.000 años. Asimismo, se han recuperado herramientas de piedra al sur de Arabia, que han sido atribuidas a una salida temprana de sapiens. Ambas evidencias bien podría corresponder a estos sapiens que dejaron sus genes en el ramal de los neandertales que migró hacia el Este.
Según los investigadores, tras los resultados de este último estudio, todavía hay que analizar el significado y el alcance de la primera salida de sapiens fuera de África y averiguar en qué modo contribuyó a la diversidad genética actual.