Los líderes de la UE apuran la negociación para evitar el 'brexit' tras horas de estancamiento
- Los líderes analizan durante la cena un nuevo borrador con opciones de consenso
- "Sólo habrá acuerdo si logramos lo que los británicos necesitan", avisa Cameron
- Grecia amenaza con vetar el acuerdo si se cierran fronteras a los refugiados
- Los principales escollos son las ayudas sociales y la fiscalidad de la City
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Los líderes de la Unión Europea apuran este viernes las negociaciones con el primer ministro británico, David Cameron, para alcanzar un acuerdo que evite el brexit, la salida de Reino Unido del club comunitario, que se encuentran en situación "crítica" ante el estancamiento en varios puntos clave, como la regulación bancaria y, sobre todo, los detalles en torno al freno de emergencia para que los emigrantes comunitarios en territorio británico tengan limitado el acceso a ayudas públicas.
Los líderes han retomado las conversaciones a última hora de la tarde, para analizar durante la cena un nuevo borrador que intenta evitar los principales escollos de la negociación. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, confían en que este nuevo texto consiga alcanzar un consenso de los Veintiocho, según fuentes comunitarias, que hablan de "buenas posibilidades".
En cualquier caso, las negociaciones se han alargado bastante más de lo previsto, después de un primer día de negociaciones en el que no se logró acercar el acuerdo. Los jefes de Estado y de Gobierno han mantenido este viernes por la mañana una ronda de encuentros bilaterales, tras la que tenían previsto volver a reunirse a partir de primera hora de la tarde. Sin embargo, la reunión se ha pospuesto varias horas y ha comenzado después de la cena, ante los escollos en las conversaciones.
"La situación es crítica", explicaba a primera hora de la tarde un alto funcionario comunitario a Reuters, señalando que la reunión se aplazaba y que los líderes "han pedido [a sus delegaciones] que reserven hoteles hasta mañana". La primera consecuencia ha sido la suspensión de la reunión del consejo de ministros británicos convocada para esta tarde, en la que Cameron pretendía trasladar a su gabinete el acuerdo alcanzado con los líderes; con todo, se prevé que pueda celebrarse este sábado, si es que finalmente se cierra el pacto.
Grecia plantea un nuevo obstáculo en la negociación
A las dificultades propias de esta negociación se ha añadido un último obstáculo en forma de reclamación del primer ministro griego, Alexis Tsipras, que ha advertido de que vetará cualquier resolución si sus socios europeos no se comprometen a impedir el cierre de fronteras a los refugiados que huyen de la guerra en Siria, según han revelado fuentes del gobierno griego.
Tsipras ha pedido, en concreto, a los líderes europeos que mantengan las fronteras abiertas hasta el 6 de marzo, fecha de la cumbre entre la Unión Europea y Turquía en las que se abordará la crisis de los refugiados.
"Pedimos una decisión unánime sobre el hecho de que ningún estado cierra unilateralmente sus fronteras hasta el 6 de marzo [...] o el Gobierno griego no aceptará el texto de la conclusiones de la cumbre" actual, ha explicado la misma fuente.
El órdago de Tsipras llega después de que este jueves Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia -los cinco países de la ruta de los Balcanes que siguen los refugiados en su huida desde Oriente Medio hacia Europa Occidental- acordaran un estricto sistema de control para que sólo quienes provienen de países en conflicto puedan pasar más allá de Grecia, el primer país europeo que pisan. En lo que va de año, 88.000 personas han entrado en Grecia a través del Mediterráneo; el 90% son refugiados y un tercio son niños.
Reuniones entre los líderes para encauzar las conversaciones
En cualquier caso, la postura griega es solo uno de los escollos que afrontan las negociaciones. El primer ministro griego se ha reunido esta mañana en un encuentro a tres bandas con sus homólogos de Alemania, Angela Merkel, y Francia, François Hollande, antes del inicio de la segunda jornada de la cumbre, una de las múltiples reuniones que han mantenido a lo largo de la mañana los líderes.
"Tenemos que trabajar aún esta mañana, porque esta noche ha habido propuestas que han sido cambiadas entre unos y otros", ha explicado François Hollande a su llegada a la sede del Consejo Europeo.
“Hemos hecho algunos progresos, pero aún no hay un acuerdo“
Sin apenas dormir, David Cameron también ha llegado al Consejo de la Unión Europea para continuar las negociaciones. "Estuve aquí hasta las cinco de la mañana trabajando en esto y hemos hecho algunos progresos, pero aún no hay un acuerdo", ha confesado el primer ministro británico a su llegada a la cumbre. "Y como ya he dicho, sólo habrá acuerdo si conseguimos lo que los británicos necesitan", ha añadido.
El premier busca un acuerdo que sea lo bastante fuerte para persuadir a los británicos apoyar la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea en el referéndum que Cameron ha prometido convocar este año. Un sondeo de opinión elaborado por TNS y difundido este viernes revela la división que genera este asunto en la sociedad británica: el 36% de los británicos estarían a favor de salir de la UE, mientras que el 34% querrían seguir en el club comunitario, con un 23% de indecisos y un 7% que no votaría en el referéndum.
Las ayudas sociales, principal escollo
El principal escollo en las negociaciones son las ayudas sociales, ya que aunque la mayoría de los socios europeos acepta que sea posible restringir el acceso de los trabajadores comunitarios a ellas durante un determinado periodo de tiempo, no hay consenso sobre la duración del mismo. Cameron pide que puedan estos complementos salariales puedan permanencer suspendidos hasta 13 años mientras que los demás países europeos no están dispuestos a aceptar más de cinco.
La jornada ha comenzado con reuniones bilaterales entre los representantes de la UE, los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y diferentes líderes, han indicado fuentes comunitarias. Éstas han precisado que el primer encuentro de Tusk ha sido con el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, en representación del grupo de Visegrado (República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría). Esos países pelean por que no sea retroactiva la adaptación que quiere imponer Londres de los beneficios que perciben los trabajadores comunitarios por hijo al nivel de vida del país en el que residan los menores, y que no sirva de precedente para otros países.
A continuación, Tusk y Juncker se han reunido con el presidente francés, el primer ministro belga, Charles Michel (que ha expresado preocupación por las demandas del Reino Unido sobre la integración política de la Unión), y el propio Cameron, a los que seguirán más encuentros bilaterales.
Poco ha trascendido de los encuentros a dos bandas, aunque Hollande ha aclarado que Francia mantiene como línea roja que las entidades bancarias estén sometidas a unas mismas normas prudenciales armonizadas en todo el continente, de modo que la City londinense no se beneficie de ventajas comparativas. "Tenemos la voluntad de que haya una regulación sobre todas las plazas financieras de Europa y que no haya ni derecho de veto, ni impedimento para que podamos luchar contra la especulación, luchar contra las crisis financieras en todas partes con los mismos órganos", ha asegurado el presidente francés. "Ahí es donde estamos", ha añadido.
Los cuatro pilares de la reforma
El pasado noviembre, Cameron trasladó a los Veintiocho las exigencias de reformas que facilitarían la permanencia británica en la UE, en torno a "cuatro áreas": la gobernanza económica, la competitividad, la soberanía y los beneficios sociales y la libre circulación. En resumen, Reino Unido quiere diferenciar claramente entre la pertenencia a la UE y la pertenencia a la zona euro; pretende permanecer al margen de una mayor integración europea y restringir el acceso de los trabajadores comunitarios a las ayudas estatales durante al menos sus cuatro primeros años de residencia en suelo británico.
El presidente del Consejo Europeo dirigió a los 28 una carta con las bases para un acuerdo, que incluye un "mecanismo" que dé las garantías necesarias a los países que no pertenecen a la eurozona, pero sin que estos puedan vetar o retrasar decisiones urgentes ni poner en riesgo la consecución de los objetivos de la propia eurozona, así como un "freno de emergencia" para limitar el acceso de los trabajadores comunitarios a las ayudas sociales. Hoy es el día en que los líderes debarán pulir el acuerdo... o afrontar la ruptura.